Intransigencia pol¨ªtica y fe religiosa
Marina Silva podr¨ªa dar m¨¢s miedo por su intransigencia pol¨ªtica y ambientalista que por sus creencias religiosas
Es posible que fuera de Brasil pueda chocar que la m¨¢s que probable candidata a la presidencia de la rep¨²blica, Marina Silva, pertenezca a una iglesia evang¨¦lica. Aqu¨ª no, porque este es un pa¨ªs con una fuerte carga de misticismo y religiosidad en el que, si acaso, existe poco espacio para el agnosticismo militante.
La ecologista Silva, que recoge m¨¢s votos hoy entre la clase media e intelectual que entre las capas m¨¢s pobres, podr¨ªa dar m¨¢s miedo por su intransigencia pol¨ªtica y ambientalista que por sus creencias religiosas. Se uni¨®, a falta de partido propio que no le dio tiempo a formar (La Red), con el l¨ªder socialista, Eduardo Campos (Partido Socialista Brasile?o, PSB) muerto tr¨¢gicamente el pasado mi¨¦rcoles en un accidente de avi¨®n a¨²n sin explicaci¨®n t¨¦cnica, para defender juntos una tercera v¨ªa que acabara con 20 a?os de polarizaci¨®n pol¨ªtica en este pa¨ªs entre el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Socialdemocracia Brasile?a (PSDB).
La idea, que ahora con la tragedia ha quedado hu¨¦rfana de uno de sus impulsores, se basaba en la b¨²squeda de un modo distinto de hacer pol¨ªtica, menos presionado por la corrupci¨®n, con un proyecto de desarrollo econ¨®mico sostenible que hiciera crecer al pa¨ªs, pero con un fuerte acento en la defensa del medio ambiente y que recogiera las demandas de las multitudinarias protestas populares de junio de 2013.
Se trataba de un proyecto progresista acu?ado por dos pol¨ªticos con fuertes convicciones religiosas: Campos, un cat¨®lico practicante -como toda su familia- y Silva, una evang¨¦lica sin fanatismos que ya hab¨ªa militado en el catolicismo y sus movimientos de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n. Ambos, por cierto, sin manchas de corrupci¨®n en sus respectivas biograf¨ªas pol¨ªticas.
En Brasil, un pa¨ªs democr¨¢tico en el que existe la separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado, las creencias religiosas de los pol¨ªticos no s¨®lo no asustan sino que rinden votos. Lo revela el hecho de que todos ellos no s¨®lo no desprecian sino que buscan con cari?o los votos tanto de la Iglesia Cat¨®lica como de los templos evang¨¦licos. El expresidente de la Rep¨²blica, Lula da Silva, en una entrevista con este diario declar¨® que nunca habr¨ªa sido elegido sin un fuerte apoyo de la Iglesia Cat¨®lica.
D¨ªas antes de la tr¨¢gica desaparici¨®n de Campos, que ha colocado en primer plano de la disputa electoral a la evang¨¦lica Marina Silva, la tambi¨¦n candidata a la reelecci¨®n, la presidenta Dilma Rousseff, que se declara ¡°cat¨®lica no practicante¡±, y que ha afirmado que en momentos dif¨ªciles ¡°acude a Nuestra Se?ora la Virgen Mar¨ªa¡±, asisti¨® a un encuentro con 5.000 pastores evang¨¦licos.
A ellos les pidi¨® que ¡°la bendijeran¡± y lleg¨® a decir en su discurso citando a la Biblia: ¡°Feliz la naci¨®n cuyo Dios es el Se?or¡±.
A la inauguraci¨®n, hace unas semanas, en S?o Paulo, del fara¨®nico Templo de Salom¨®n de los evang¨¦licos, junto con decenas de pol¨ªticos y candidatos a las elecciones, estuvo presente, la presidenta Rousseff. La candidata evang¨¦lica, Silva, en cambio, no apareci¨®.
En las elecciones del 2010, que llevaron a Dilma a la presidencia, ¨¦sta hizo reunir antes a todas las confesiones religiosas del pa¨ªs y en un documento se comprometi¨® p¨²blicamente a no legislar sobre el aborto si llegaba al Gobierno. Gan¨® las elecciones y fue fiel a su promesa.
Pero la candidata Silva podr¨ªa incluso ser m¨¢s abierta en ciertos temas de costumbres que muchos otros pol¨ªticos conservadores que no son religiosos, como me confirm¨® un d¨ªa el te¨®logo Leonardo Boff.
M¨¢s que una evang¨¦lica militante, lo que aseguran quienes la conocen de cerca es que la ecologista es una mujer de fe empe?ada con los temas no s¨®lo medioambientales sino tambi¨¦n de justicia social. A los pol¨ªticos suele reprocharles el carecer de la generosidad del patriarca Abraham, de quien se cuenta en el G¨¦neses (21,33) que ya muy anciano plant¨® un ¨¢rbol, un tamarisco, que no ver¨ªa crecer. Como me dijo Marina Silva en una entrevista cuando era ministra de Medio Ambiente en el primer Gobierno de Lula, a muchos pol¨ªticos no les interesan los proyectos a largo plazo, que no suelen dar votos, sino los inmediatos que les rinden m¨¢s beneficio para la reelecci¨®n.
Tanto o m¨¢s fuerte que su fe religiosa es, dicen, su habilidad para abrirse caminos en la pol¨ªtica, en lo que dice parecerse a Lula, con qui¨¦n milit¨® durante 30 a?os antes de dejar el PT.
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