Albert Reynolds, el irland¨¦s que no tuvo miedo a la paz
El ex primer ministro lider¨® junto a John Major el proceso que puso fin a la violencia en el Ulster
Albert Reynolds, fallecido este jueves a los 81 a?os, fue un empresario de ¨¦xito que acab¨® recalando en su madurez en la arena pol¨ªtica hasta convertirse en el octavo primer ministro de la Rep¨²blica de Irlanda. Pero ante todo fue un irland¨¦s que, en sus propias palabras, no tuvo miedo a la paz. Convenci¨® al Gobierno brit¨¢nico de que era posible establecer una hoja de ruta para poner fin a m¨¢s de tres d¨¦cadas de violencia en el Ulster, alentado por las tentativas negociadoras del movimiento republicano a principios de los noventa, y ejerci¨® un papel determinante en la tregua finalmente anunciada por el IRA. Los Acuerdos del Viernes Santo, plasmados hoy en un Gobierno de Belfast compartido por cat¨®licos y protestantes, dieron fruto gracias a aquel arriesgado empe?o.
De las gestiones con su hom¨®logo brit¨¢nico, el entonces primer ministro John Major, naci¨® la Declaraci¨®n de Downing Street en diciembre de 1993, un documento que establec¨ªa los principios del proceso de paz en la provincia incluyendo el derecho de la mayor¨ªa unionista, y no s¨®lo del nacionalismo irland¨¦s, a decidir su futuro en un marco democr¨¢tico. El Sinn Fein, brazo pol¨ªtico del IRA, acab¨® aceptando la premisa, y un a?o despu¨¦s el Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s decid¨ªa silenciar las armas.
¡°Actu¨® en Irlanda del Norte cuando m¨¢s importaba¡±, escribi¨® Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, en su cuenta de Twitter. Albert Reynolds supo entender en sus tiempos como jefe de Gobierno (1992-94) que ellos y otros combatientes del republicanismo estaban dispuestos a participar en una soluci¨®n pol¨ªtica aunque implicara concesiones, en primer lugar, la renuncia a la violencia que la Declaraci¨®n de Downing Street consigui¨® hacer extensiva tambi¨¦n al grueso de los paramilitares protestantes.
Hasta entonces, la causa irlandesa en su vertiente pol¨ªtica nunca hab¨ªa sido aparentemente el centro de las inquietudes de Reynolds. Nacido en 1932 en la poblaci¨®n rural de Rooskey (condado de Roscommon, al norte de la Rep¨²blica), fue un buen estudiante cuyos progenitores no pudieron sufragar su acceso a la universidad. Pero, dotado para el trueque desde sus a?os escolares cuando vend¨ªa caramelos a otros colegiales, se lanz¨® a una carrera empresarial en un ¨¢mbito diverso de sectores, incluidos los del transporte, la alimentaci¨®n y el ocio. Cuando decidi¨® entrar en la pol¨ªtica, a los 44 a?os, ya era millonario.
Reynolds consigui¨® un esca?o en el Dail (Parlamento de la Rep¨²blica) bajo el amparo del partido hegem¨®nico Fianna F¨¢il y de su jefe de entonces, Charles Haughey, quien le nombr¨® ministro en sucesivos gobiernos y, una vez ca¨ªdo en desgracia, propici¨® el ascenso de su delf¨ªn al liderato. Los dos a?os y medio en los que Reynolds encabez¨® sendos gobiernos de coalici¨®n con los laboristas no fueron precisamente un camino de rosas, empa?ados por una serie de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y por la designaci¨®n de una fiscal general que hizo la vista gorda a las alegaciones de abusos sexuales perpetrados por miembros de la Iglesia cat¨®lica. Eso le cost¨® el puesto al primer ministro, quien sin embargo quiso retener su esca?o de diputado con la vista puesta en el futuro inmediato.
En 1997 present¨® confiado su candidatura a la presidencia de la Rep¨²blica. Perdi¨® en la segunda vuelta y contra todo pron¨®stico frente a Mary McAleese, la primera persona en el puesto originaria del Ulster, y en el fondo una encarnaci¨®n de que el signo de los tiempos hab¨ªan cambiado. Albert Reynolds acab¨® retir¨¢ndose de la pol¨ªtica activa, aunque sigui¨® muy presente en el mundo empresarial y tambi¨¦n dedicando una buena parte de su tiempo a las carreras de caballos, un negocio y una pasi¨®n a partes iguales.
Su familia revel¨® el a?o pasado que padec¨ªa de Alzheimer, una enfermedad que le impidi¨® asistir al acto de conmemoraciones de la Declaraci¨®n de Downing Street que cumpl¨ªa las dos d¨¦cadas. Y que fue, seg¨²n reconocen todas las partes implicadas en un conflicto que desangr¨® Irlanda del Norte, su mayor logro. ¡°Nunca tuvo miedo de arriesgarse pol¨ªticamente para avanzar en el camino de la reconciliaci¨®n¡±, son las palabras de su sucesor en el cargo, Bertie Ahern, que mejor resumen el mayor logro en la singladura de Albert Reynolds.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.