El exceso de ministerios en Brasil marca las campa?as a la presidencia

Cuando el expresidente brasile?o Fernando Henrique Cardoso, del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), termin¨® su segundo mandato en diciembre de 2002, el Gobierno ten¨ªa 24 ministerios. Hoy, 12 a?os despu¨¦s, suman 39. Las administraciones de Luiz In¨¢cio Lula da Silva y Dilma Rousseff, ambos del Partido de los Trabajadores (PT), crearon 15 nuevas carteras en poco m¨¢s de una d¨¦cada. El Gobierno asegura que el objetivo era valorar algunos temas considerados estrat¨¦gicos. Pero para diferenciarse de la actual mandataria, los principales candidatos de la oposici¨®n han prometido reducir esa estructura ministerial a la mitad, argumentando que lograr¨ªan una gesti¨®n p¨²blica m¨¢s ¡°eficiente¡± y ¡°austera¡±.

Entre los organismos m¨¢s cuestionados est¨¢n, por ejemplo, el Ministerio de Pesca, creado en 2009, que se justificar¨ªa por los 8.000 kil¨®metros de litoral que tiene el pa¨ªs; o la Secretaria de la Micro y Peque?a Empresa, que tiene el status de un ministerio y fue creada hace dos a?os para hacer valer a los peque?os negocios.

Mientras Rousseff asegura la necesidad de mantenerlos, los candidatos A¨¦cio Neves (PSDB) y Marina Silva (PSB) defienden la reducci¨®n inmediata de esa estructura. ¡°Si ganamos las elecciones, eliminaremos a la mitad esos organismos¡±, ha repetido Neves a lo largo de la campa?a. ¡°El Ministerio de Pesca no se justifica¡±, suele argumentar. Silva, cuya candidatura fue oficializada el pasado mi¨¦rcoles, a¨²n no se posicion¨® sobre el tema, pero seguir¨¢ lo que defend¨ªa Eduardo Campos, que muri¨® en un accidente de avi¨®n el 13 de agosto. Semanas antes, en una cita con empresarios, sostuvo que era posible gobernar con apenas 20 ministerios.

La oposici¨®n ha aprovechado que muchos brasile?os, independiente de su clase social, han demandado m¨¢s calidad y eficiencia de los servicios p¨²blicos, sobre todo despu¨¦s de las manifestaciones de junio de 2013. ¡°Los electores consideran que tener muchos ministerios es algo malo¡±, explica Renato Meirelles, del instituto Data Popular, especializado en sondeos. Meirelles explica que un menor n¨²mero de carteras puede ser un ejemplo de austeridad, algo positivo para una poblaci¨®n que critica el derroche de dinero p¨²blico ante la falta de servicios de calidad.

Asimismo, hay una demanda generalizada por m¨¢s rapidez en el sector p¨²blico a la hora de solucionar cuestiones de la iniciativa privada. Para poner en marcha un negocio o realizar una inversi¨®n, muchas decisiones dependen de la aprobaci¨®n de m¨¢s de un organismo, sobre todo en negocios de infraestructura. Los empresarios suelen preguntarse, por ejemplo, por qu¨¦ el Gobierno no une el Ministerio de Transporte con las Secretarias de los Puertos y de la Aviaci¨®n Civil en una misma entidad. De hecho, Neves promete crear un superministerio de Infraestructura, que unir¨ªa esos sectores de transporte y el de energ¨ªa (que tiene su instituci¨®n).

Para Mario Pascarelli, de la Funda??o Armando ?lvares Penteado (FAAP), es indispensable llevar a cabo una reforma ministerial. ¡°El coste p¨²blico para mantener esos organismos es inadmisible¡±, sostiene. El Gobierno argumenta que los costes no son altos ¡ªunos 26.490 millones de d¨®lares en un pa¨ªs cuyo Producto Interior Bruto es de 1,76 billones de d¨®lares, seg¨²n expertos¡ª.

Pascarelli, de la FAAP, argumenta que la verdadera causa de la alta cantidad de ministerios es el modelo pol¨ªtico del pa¨ªs, en el que el Gobierno est¨¢ obligado a compartir cargos del Ejecutivo entre partidos que integran la coalici¨®n de Rousseff. ¡°En un sistema presidencialista que depende de coaliciones, es siempre necesario acomodar todos los partidos¡±, explica. Es decir, los acuerdos partidarios demandan un trozo del Gobierno como recompensa por el apoyo. Un cargo ministerial se convierte, por tanto, en una moneda de cambio.

Ocho partidos, adem¨¢s del PT, participan del Gobierno Rousseff. Los ministerios est¨¢n divididos de la siguiente forma: 13 carteras est¨¢n integradas por miembros de la coalici¨®n, 13 son del PT y 13 no est¨¢n vinculadas a un partido.

Para las elecciones de octubre la coalici¨®n que apoya a Rousseff suma asimismo nueve partidos, incluido el PT. La coalici¨®n liderada por el PSDB de Neves tambi¨¦n agrega a nueve partidos y la que aspira a elegir a Silva, seis. Sin embargo, los grupos que integran la alianza de Rousseff poseen muchos diputados en el Congreso; es decir, son importantes para el Ejecutivo a la hora de aprobar proyectos. Pese a las cr¨ªticas, la presidenta parece que no cambiar¨¢ su planteamiento. ¡°Ese formato se debe al momento hist¨®rico de Brasil¡±, sostuvo la semana pasada.

Para Regina Pacheco, de la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas, el tama?o de las coaliciones no es una justificaci¨®n digna para inflar el n¨²mero de ministerios. ¡°El problema es que, en el caso del PT, la coalici¨®n se hace con partidos ideol¨®gicamente muy distintos¡±, argumenta. ¡°Eso impide cualquier debate sobre el programa de gubernamental¡±.