El partido que gobierna en Uruguay sufre una ca¨ªda en los sondeos

En el Frente Amplio (FA) han saltado las alarmas. La coalici¨®n de partidos de izquierda, que gobierna Uruguay desde hace nueve a?os, se enfrenta a una continua erosi¨®n en las encuestas ante las elecciones del pr¨®ximo 26 de octubre. El candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, pulveriz¨® inesperadamente a su rival, Jorge Larra?aga, en las primarias del partido el pasado mes de junio. Los pol¨ªticos, especialmente en el FA, no hab¨ªan previsto la irrupci¨®n de Lacalle Pou en esta campa?a, que se anunciaba como un tr¨¢mite previo a la reelecci¨®n de Tabar¨¦ V¨¢zquez, de 74 a?os, primer presidente de izquierdas de Uruguay (2005-2010). V¨¢zquez es el predecesor del actual presidente, Jos¨¦ Mujica, y planea volver ser jefe del Ejecutivo en estas elecciones.

Seg¨²n muestran todos los sondeos, en menos de ocho meses el Frente Amplio ha perdido cuatro puntos, situando actualmente su intenci¨®n de voto en un 41%. Por su parte, el Partido Nacional de Lacalle Pou progresa hasta llegar al 30%. En una casi segura segunda vuelta la suma de todos los votos de la derecha (que incluye tambi¨¦n al Partido Colorado) dejar¨ªa al FA con dos escasos puntos de ventaja. Y todav¨ªa quedan dos meses de campa?a. El panorama actual indica que Uruguay se dirige hacia un Gobierno sin mayor¨ªa parlamentaria.

La izquierda todav¨ªa no logra dar con la batalla encarnizada que necesita para mantenerse en el poder y salvaguardar su mayor¨ªa en el Parlamento. El Frente Amplio vive permanentemente a la defensiva y Tabar¨¦ V¨¢zquez, autor de las mayores transformaciones y avances sociales desde el regreso de la democracia en 1984, no logra hacer valer su experiencia sin que, en el ruido de la campa?a, aparezca como el corolario de la vejez. Siempre comparada con el estilo desenfadado y joven de Lacalle Pou, de 41 a?os.

La plataforma de campa?a del Partido Nacional ataca los flancos d¨¦biles de Mujica, un presidente adulado en el extranjero pero que ha dejado pendientes cambios en sectores clave como la educaci¨®n, la seguridad ciudadana, los impuestos, la modernizaci¨®n de los servicios p¨²blicos o la construcci¨®n de infraestructuras. Sobre todo, Mujica no encarn¨® en ning¨²n momento las aspiraciones de modernidad de la clase media, un segmento de la poblaci¨®n que en Uruguay es clave para cualquier cambio. Un informe de la ONU acaba de se?alar que el peque?o pa¨ªs rioplatense tiene el mayor porcentaje de clase media de Am¨¦rica Latina, el 60,2%

Los militantes del Frente Amplio reconocen que la preferencia por Lacalle Pou esconde en ciertos sectores un ¡°ajuste de cuentas¡± con la gesti¨®n del exguerrillero tupamaro y con la forma de hacer pol¨ªtica del FA, coalici¨®n de partidos en el que cada sector tiene su cuota pol¨ªtica y su reparto de cargos.?

Tabar¨¦ V¨¢zquez, el m¨¦dico especialista en c¨¢ncer, sigue siendo la principal baza de la coalici¨®n gobernante y se mantiene como la personalidad m¨¢s valorada en los sondeos. El programa electoral del FA es un documento largamente preparado, que apunta a una nueva ronda de transformaciones. Sin embargo, la propuesta no acaba de seducir. Para el vicepresidente Danilo Astori, la explicaci¨®n es la siguiente: ¡°El pueblo uruguayo ha llegado a una calidad de vida mejor de la que ten¨ªa antes y se empieza a fijar en lo que todav¨ªa falta, que es mucho¡±.

Conscientes de que muchos uruguayos no quieren renunciar a los avances de nueve a?os de gesti¨®n de la izquierda, los dirigentes del Partido Nacional se cuidan de proponer una revoluci¨®n conservadora. Al contrario. Ofrecen garant¨ªas de que mantendr¨¢n la mayor¨ªa de los avances sociales implementados por el FA. ¡°No tenemos esp¨ªritus refundacionales¡±, asegura ?lvaro Delgado, diputado y uno de los colaboradores cercanos de Lacalle Pou. ¡°Vamos a hacer hincapi¨¦ en la gesti¨®n, que la gente sienta que lo que aporta en impuestos tenga su correlato en servicios¡±, subraya.

Por ahora, los dirigentes del Partido Nacional se mueven en funci¨®n de su campa?a y no de programa. De llegar al poder todo parece indicar que bajar¨¢n los impuestos que agobian a la clase media, pero ?qu¨¦ pasar¨¢ con leyes como la despenalizaci¨®n del aborto o la legalizaci¨®n de la marihuana? ?lvaro Delgado responde que no es un tema definido. Sin embargo, existe el riesgo de que si una coalici¨®n de centro-derecha llega al poder, esas reformas podr¨ªan ser derogadas.