Cada vez nacen menos ticos

Llovizna, pero a¨²n as¨ª todos los alumnos llegan a tiempo a la guarder¨ªa p¨²blica del centro de un pueblo al norte de San Jos¨¦. Es el ¨²ltimo escal¨®n educativo antes de entrar a la escuela primaria y la mayor¨ªa aqu¨ª tienen seis a?os de edad. Nacieron en la ¨¦poca de los ¡°soles y las lunes¡±, como la directora del centro, Giselle Vargas, dice que se llama en su gremio a los hijos e hijas ¨²nicas.

Son 26 en este grupo, pero podr¨ªan ser menos si no fuera porque la educaci¨®n es gratuita e incluye dos tiempos de comidas, adem¨¢s de clases de ingl¨¦s, en uno de los esfuerzos gubernamentales por dar m¨¢s valor y cobertura a la ense?anza preescolar.

La maestra ha pasado lista: Sebasti¨¢n, Sof¨ªa, Tiffany, Jimena, Aston, Christel, Gabriel, Malany, Jeudy, ?ngel, M¨ªa¡­ y as¨ª hasta contarlos a todos y hacer el comentario que hace la mayor¨ªa de maestras de estos niveles: ¡°esto es agotador, pero antes era m¨¢s, porque los grupos eran de 35 en promedio¡±. El jard¨ªn de infancia Jos¨¦ Ana Mar¨ªn, en el centro del pueblo de Coronado, a 25 minutos de la capital San Jos¨¦, es el reflejo de lo que se registra en la mayor¨ªa de centros educativos. Se resume en que hay menos ni?os porque la fecundidad en Costa Rica ha tomado ya el camino europeo.

La tasa de fecundidad es de 1,7, seg¨²n el Observatorio Demogr¨¢fico de Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina (Cepal), adscrita a Naciones Unidas. Ese es el indicador del promedio de hijos de una mujer en edad f¨¦rtil en Costa Rica, un valor que en el subcontinente solo supera al de Cuba, con 1,5. El peque?o pa¨ªs centroamericano (4,5 millones de habitantes), catalogado como el segundo mejor para nacer en Am¨¦rica Latina, seg¨²n un estudio de The Economist en 2013?, es tambi¨¦n la naci¨®n donde los nacimientos se reducen a un mayor ritmo, a pesar del el aporte de beb¨¦s de una importante comunidad inmigrante de Nicaragua (en el 2010 el 17% de los nacimientos fueron de madre nicarag¨¹ense).

La mujer costarricense, m¨¢s incorporada ahora al mercado laboral y con mayor acceso a la educaci¨®n superior, posterga m¨¢s sus embarazos. Algunas deciden abstenerse del todo de criar ni?os, como Laura, una trabajadora social que ha optado por vivir sin m¨¢s compa?¨ªa que tres perros y ocasionalmente su novio, resignado a no ser padre con su pareja. ¡°Es una decisi¨®n m¨ªa y nadie tiene por qu¨¦ presionarme para ser mam¨¢¡±, explica esta joven de 27 a?os, que tiene tres hermanos mayores y 11 t¨ªos entre las familias materna y paterna.

Ella vive mejor que sus padres y ya los supera en grado educativo, pero aspira a m¨¢s y la posibilidad de tener hijos no le es siquiera llamativa. Es parte del patr¨®n, como apunt¨® el economista Pablo Sauma, director del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (UCR). ¡°A mayor ingreso, menor es el tama?o de los hogares¡±, dijo el experto basado en datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos (INEC).

El jard¨ªn de infancia p¨²blico de Coronado tiene muchos ¡°soles y lunas¡±, pero son muchos m¨¢s los hijos ¨²nicos en un centro privado a 500 metros de distancia, donde la mensualidad ronda los 400 d¨®loares. En el p¨²blico a¨²n hay casos excepcionales de ni?os con varios hermanos, pero poco a poco se reduce. ¡°Tengo una hermana¡±, contesta Ismael. ¡°Solo yo¡±, cuenta Dylan. ¡°Tengo tres hermanos mayores¡±, dice Dominique ante la mirada sorprendida dela directora. Y tambi¨¦n est¨¢ Jorge Arturo: ¡°no tengo hermanos, solo un perrito¡±. ?l entra en la categor¨ªa de ¡°sol¡±.

Los ni?os de este sal¨®n deben entrar en el 2015 a la educaci¨®n primaria, a un nivel al que en este 2014 entraron 80.000 ni?os en Costa Rica, 21.000 menos que en el a?o 2000, al comenzar este siglo, seg¨²n cifras del Ministerio de Educaci¨®n P¨²blica (MEP), citadas por el diario La Naci¨®n. La reducci¨®n es de un 26% y es de esperar que aumente porque cada vez son menos los nacimientos en todos los estratos y zonas geogr¨¢ficas, aunque con distintos ritmos.

¡°La verdad es que cuesta llenar la matr¨ªcula, a pesar de ser una escuela central (del cant¨®n Coronado) y de los beneficios que ahora tiene la educaci¨®n p¨²blica preescolar¡±, cuenta la directora sobre una tendencia que se mantendr¨¢ por varias d¨¦cadas seg¨²n han proyectado las autoridades del Instituto de Censos.

La ca¨ªda en la natalidad podr¨ªa ser una an¨¦cdota o un cambio de paradigma de c¨®mo criar a hijos ¨²nicos; incluso, una buena noticia para algunas escuelas que estuvieron saturadas hace una d¨¦cada. El problema, advierten los dem¨®grafos y economistas, es que esto empuja el envejecimiento de una sociedad que, de por s¨ª, tiene ya una alta expectativa de vida al nacer: 79,1 a?os, seg¨²n el informe anual de CEPAL.

¡°Costa Rica debe pensar a futuro sobre mano de obra. La poblaci¨®n va a empezar a decrecer tal vez por el 2050 y requerimos m¨¢s poblaci¨®n si queremos hacer crecer la econom¨ªa y dar sostenibilidad al sistema p¨²blico y al de pensiones¡±, comenta el economista y consultor Pablo Sauma.

Ya se est¨¢ viendo en los reg¨ªmenes de pensiones, pues el n¨²mero de jubilados crece tres veces m¨¢s r¨¢pido que la cantidad de cotizantes y se teme que en 25 a?os sean insuficiente el fondo p¨²blico dela Caja Costarricense del Seguro Social. Su programa de Invalidez Vejez y Muerte (IVM) ya ha presentado d¨¦ficit y las noticias no son buenas para los cotizantes actuales. Los ni?os que nacen ahora ser¨¢n una masa laboral muy peque?a para sostener la pensi¨®n de sus padres y de quienes, como Laura, decidieron no tener m¨¢s ¡°hijos¡± que sus mascotas.