Corea del Norte, el para¨ªso del adoctrinamiento
El r¨¦gimen intenta evitar que la poblaci¨®n sepa lo riqu¨ªsima que es Corea del Sur
Yun Nam Il, un diminuto chaval de 15 a?os con pa?uelo rojo al cuello y los pantalones sujetos con un cintur¨®n a doble vuelta, acababa de llegar tras un d¨ªa en tren a Mangyongdae para visitar la choza en la que naci¨® Kim Il-sung, fundador de la dinast¨ªa norcoreana. Cuando los periodistas extranjeros lo abordaron, una mujer se coloc¨® a su espalda y sin recato le susurraba al o¨ªdo antes de cada respuesta. ?l declar¨® que de mayor quiere ¡°ser un soldado que defiende al mariscal Kim Jong-un¡±. Es el eslab¨®n m¨¢s burdo del sofisticad¨ªsimo sistema de control social y de la informaci¨®n impuesto para que nadie descubriera que la vecina Corea del Sur es riqu¨ªsima. Su PIB per c¨¢pita es 20 veces el norcoreano (800-900 d¨®lares, seg¨²n el experto Andrei Lankov, autor The Real North Korea: Life and politics in the Failed Stalinist Utopia). En las Alemanias la diferencia era de uno a tres.
Los norcoreanos tienen prohibido viajar al extranjero, casarse con for¨¢neos, requieren autorizaci¨®n para viajar en el pa¨ªs. La televisi¨®n solo emite propaganda, noticias ¡ªsaben de las guerras de Ucrania y Gaza, tambi¨¦n del ¨¦bola¡ª y pel¨ªculas, pero solo aut¨®ctonas o de las extintas Uni¨®n Sovi¨¦tica y de la Alemania comunista. Hasta los noventa el aislamiento era tal que cre¨ªan vivir en un para¨ªso.
Pero hay fisuras crecientes. Preguntar al for¨¢neo sobre Corea del Sur ya no es tab¨². Proliferan los DVD piratas de telenovelas surcoreanas, en la frontera con China se puede alquilar un m¨®vil para hablar con el extranjero, si te descubren con una radio manipulada (todas tienen el dial sellado) cabe evitar el castigo con un soborno. Existe una intranet aut¨®ctona como suced¨¢neo del inaccesible Internet.
Pero el terror a la delaci¨®n es constante. Uno de cada 40-50 adultos es un informante a sueldo, estima Lankov. Existe vigilancia vecinal (los inminban son grupos de 20-40 familias que se vigilan unos a otros) y social: todos pertenecen al partido ¨²nico, al sindicato, la liga juvenil o la de mujeres. La disidencia es inexistente porque el castigo es cruel hasta el infinito. El acusado, y toda su familia, son internados en campos de prisioneros. Con unos 100.000 es el pa¨ªs que tiene proporcionalmente m¨¢s prisioneros pol¨ªticos.
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