Cara y cruz del desastre a un a?o del hurac¨¢n ¡®Manuel¡¯

M¨¦xico despert¨® este 15 de septiembre pendiente del cielo, con el hurac¨¢n Odile y la Onda Tropical 30 amenazando a buena parte del pa¨ªs. En el sure?o Estado de Guerrero las cadenas de radio emit¨ªan desde temprano un mensaje institucional con recomendaciones en caso de fuertes lluvias. En esta entidad, la segunda m¨¢s pobre de M¨¦xico por detr¨¢s de Chiapas, el hurac¨¢n Manuel [que afect¨® a la pen¨ªnsula al mismo tiempo que la tormenta tropical ?ngrid] se llev¨® por delante la vida de 101 personas hace ahora un a?o. 72 de ellas murieron en La Pintada, un poblado de 600 habitantes enclavado en la sierra del municipio de Atoyac de ?lvarez, donde tras cinco d¨ªas de lluvia continua, un alud de tierra sepult¨® la comunidad. A un a?o del desastre, el lugar se ha convertido en un ¨¢rea residencial con piscina, canchas deportivas y casas prefabricadas pintadas en vivos colores, como si fueran de juguete. El Gobierno federal anunci¨® el pasado noviembre una inversi¨®n en Guerrero de 30.000 millones de pesos. Sin embargo, la reconstrucci¨®n no ha seguido el mismo ritmo en todo el Estado. Desde la regi¨®n de La Monta?a, con 350.000 habitantes, denuncian que las ayudas a¨²n no llegan; los censos oficiales invisibilizan a buena parte de la poblaci¨®n afectada, que es ind¨ªgena; y no existe un plan de acci¨®n integral.

Son las dos de la tarde en La Pintada. Una mujer reparte agua de sand¨ªa a las puertas de la nueva capilla del pueblo y cuando los lugare?os salen del templo, beben y charlan animados. Un ni?o de dos a?os empuja una motocicleta de pl¨¢stico y dos peque?as juegan al escondite entre los coches aparcados. Adentro algunas mujeres todav¨ªa rezan. Bajo el altar han colocado las fotos de los familiares muertos hace un a?o, por quienes acaba de celebrarse una eucarist¨ªa. Para recordarlos, las autoridades levantaron tambi¨¦n un monumento y dise?aron un parque en el que cada ¨¢rbol representa un desaparecido.

¡°Ya se va a venir la lluvia¡±, comentan los vecinos. En septiembre de 2013 La Pintada qued¨® desierta. Tras el derrumbe del monte, los supervivientes tuvieron que esperar tres d¨ªas para ser rescatados en helic¨®ptero. La comunidad, situada a sesenta kil¨®metros de la cabecera municipal por una carretera llena de curvas, qued¨® incomunicada cuando los deslaves destruyeron el camino. Durante varios meses, los animales fueron los ¨²nicos habitantes del pueblo y la putrefacci¨®n de los cuerpos perdidos en el fango hizo de la zona un foco de enfermedades. Los pobladores ahora se sienten seguros. El Gobierno, que destin¨® 360 millones de pesos al pueblo, ha arreglado el monte (sujeto con una malla y recubierto de cemento, para evitar nuevos desprendimientos).

En general, los vecinos agradecen la labor institucional, que les ha proporcionado nueva vivienda. ¡°De eso no nos podemos quejar¡±, comenta un hombre mientras rega?a a su nieto.

¡°Ya no soy la misma¡±, balbucea ?ngela, de cabello oscuro, 34 a?os, sentada en el ¨²ltimo banco de la capilla. Casada y con seis hijos, perdi¨® a sus t¨ªos y primos en la tormenta. Al desplomarse el cerro, lo hizo con tanta fuerza, que arrastr¨® la casa y sus cuerpos hasta el r¨ªo. Nunca los encontraron.

Aunque La Pintada se convirti¨® hace un a?o en el epicentro de la cat¨¢strofe, hasta 309 municipios fueron declarados desastre y 212 en emergencia. En la regi¨®n de La Monta?a, al oeste del Estado, hubo 40 muertos, varias comunidades quedaron devastadas, y sus habitantes, a¨²n hoy, se encuentran desplazados.

Abel Barrera, director del Centro de Derechos Humanos de la Monta?a Tlachinollan, explica que hay 15.000 familias afectadas en la zona. ¡°4.304 viviendas est¨¢n da?adas y de esas el Gobierno solamente tiene registradas 1.200, porque las autoridades federales no hicieron los recorridos en todas las comunidades¡±. El Consejo de Comunidades Damnificadas de La Monta?a, constituido tras los huracanes, denuncia adem¨¢s que ninguna de las 35 escuelas derribadas o cubiertas por el r¨ªo ha sido reubicada. ¡°Eso hace que los ni?os tenga clases sobre cobertizos improvisados por la propia comunidad¡±. Lo mismo sucede con las casas de salud.

¡°Hace falta un plan integral, que haya una visi¨®n desde los derechos humanos para subsanar las deficiencias¡±, reclama Barrera. ¡°Pero a las comunidades de la monta?a no se las tiene en cuenta, deben movilizarse para aparecer en los presupuestos. Por ejemplo, las viviendas que la empresa constructora ha dise?ado no son funcionales para las familias ind¨ªgenas, con nueve miembros de media¡±. Al director del centro le preocupa la lentitud de la reconstrucci¨®n: ¡°Tenemos la amarga experiencia de ver que no se avanza¡±, dice.

Por su parte, la Secretar¨ªa de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu)? anunci¨® hace meses que reconstruir¨ªa 8.300 viviendas afectadas por las lluvias. Hasta el 16 de septiembre la dependencia preve¨ªa tener concluidas 2.500.