La polic¨ªa australiana mata de un tiro a un presunto terrorista yihadista
Abdul Numan Haider, cuyo pasaporte fue suspendido hace una semana, apu?al¨® a dos agentes
La polic¨ªa australiana abati¨® este martes de un solo tiro a un presunto terrorista islamista en las afueras de Melbourne despu¨¦s de que hubiera apu?alado a dos agentes.
El presunto yihadista, de 18 a?os e identificado por la Polic¨ªa Federal como Abdul Numan Maider, hab¨ªa sido citado en la comisar¨ªa de Endeavour Hills, al este de la ciudad, para contestar a algunas preguntas. Seg¨²n la versi¨®n policial, dos agentes recibieron a Maider en la calle y fue en este momento cuando el joven sac¨® un cuchillo y los apu?al¨®. Seg¨²n el diario Sidney Morning Herald, el joven llevaba adem¨¢s una bandera del Estado Isl¨¢mico.
Maider hab¨ªa sido objeto de una investigaci¨®n policial durante tres meses y las autoridades hab¨ªan anulado su pasaporte ante los indicios de que ten¨ªa intenciones de unirse al Estado Isl¨¢mico (EI) en Irak o en Siria. Aunque sus compa?eros de instituto aseguran que no manifestaba un comportamiento violento, la polic¨ªa asegura que formaba parte de un grupo de activistas isl¨¢micos de Melbourne que compart¨ªan mensajes violentos en las redes sociales.
El ministro de Justicia, Michael Keenan, asegur¨® que uno de los agentes abati¨® al joven con un solo tiro ¡°para defenderse¡±. El otro agente se encuentra ahora en el hospital y su estado es ¡°grave pero estable¡±, revel¨® el ministro.
Los hechos han desatado la alarma en Australia, un pa¨ªs que hasta ahora ha vivido de lejos la amenaza de ataques islamistas a Occidente. Sin embargo, el nivel de alerta por ataque terrorista en el pa¨ªs alcanz¨® m¨¢ximas hist¨®ricas hace dos semanas, cuando el Gobierno lo elev¨® a ¡°alto¡±, lo que implica que un ataque es ¡°posible¡±.
Adem¨¢s, el jueves pasado la polic¨ªa australiana llev¨® a cabo una operaci¨®n antiterrorista sin precedentes en el pa¨ªs. Alrededor de 800 agentes se desplegaron en los suburbios del oeste de Sidney y detuvieron a 15 personas presuntamente pr¨®ximas al Estado Isl¨¢mico y acusadas de planear un atentado en suelo australiano.
El primer ministro, Tony Abbott, calific¨® el ataque a los agentes de Polic¨ªa y la muerte del joven islamista de ¡°incidente desagradable¡±. A?adi¨® que ¡°esto indica que hay gente en nuestra comunidad que son capaces de actos muy extremos¡±.
Abbott se encuentra ahora de camino a Estados Unidos, donde asistir¨¢ a una reuni¨®n especial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre la amenaza del Estado Isl¨¢mico. De momento, Abbott ha revelado que Australia est¨¢ considerando desplegar sus fuerzas a¨¦reas como parte de la operaci¨®n que Estados Unidos ha lanzado contra los yihadistas.
Aunque Abbott ha descartado aportar tropas para un hipot¨¦tico despliegue sobre el terreno, el primer ministro s¨ª habl¨® de la posibilidad de que las fuerzas especiales del pa¨ªs colaboraran con las fuerzas armadas iraqu¨ªes.
Nueva ley antiterrorista
La alerta por amenaza terrorista y la oleada de detenciones que han tenido lugar en Australia en las ¨²ltimas dos semanas coinciden con la propuesta del Gobierno conservador de Abbott de aprobar una nueva ley antiterrorista.
Las medidas no est¨¢n exentas de pol¨¦mica y llegan cuando la popularidad del Gabinete de Abbott est¨¢ bajo m¨ªnimos. La reforma otorgar¨ªa poderes extraordinarios a los servicios secretos, que podr¨ªan detener e interrogar a cualquier persona sin justificar sospechas de implicaci¨®n en actividades terroristas. La ley permitir¨ªa mantener a los detenidos en un lugar secreto, incomunicarlos durante 15 d¨ªas y encarcelarlos si rechazaran responder a preguntas.
Adem¨¢s, el Gobierno pretende intensificar la vigilancia sobre los ordenadores y el uso de internet. La reforma de ley tambi¨¦n propone que las empresas de telecomunicaciones guarden datos sobre las llamadas y el uso de internet de sus clientes durante a?os.
Los cambios en la ley, que Abbott hizo p¨²blicos en agosto, despertaron cr¨ªticas desde todos los sectores de la sociedad australiana. Pero la presunta presencia de simpatizantes del Estado Isl¨¢mico podr¨ªa provocar un giro en la opini¨®n p¨²blica de un pa¨ªs que jam¨¢s ha vivido un ataque terrorista masivo en su propio suelo y que sufri¨® el ¨²ltimo atentado en 1986, cuando un coche bomba estall¨® junto a la Embajada turca en el Estado de Victoria.
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