Los republicanos de California ans¨ªan renovarse entre divisiones y extremismos
El partido de Reagan trata de reinventarse tras agonizar durante a?os sepultado por su imagen de antiinmigrantes
Las elecciones en California son el pr¨®ximo 4 de noviembre y, para el Partido Republicano, situaci¨®n es la siguiente. Uno de cada cuatro ciudadanos de California no sabe qui¨¦n es Neel Kashkari, el candidato a gobernador. Dos de sus propios compa?eros se han negado a apoyar su candidatura en p¨²blico y no descartan votar a su rival dem¨®crata. De los ciudadanos registrados para votar, solo un 28% lo ha hecho como republicano y el 43% como dem¨®crata. Los dem¨®cratas tienen mayor¨ªa en las dos c¨¢maras del Capitolio desde hace una d¨¦cada y ocupan casi todos los puestos electos del Estado (solo hay dos republicanos: dos de los cinco miembros del gobierno colegiado de la hacienda estatal). Y nada indica que eso pueda cambiar.
California es un estado monocolor. Es el Estado m¨¢s rico y m¨¢s poblado de EE UU, la referencia de la que se suele decir que marca el futuro del pa¨ªs en pol¨ªtica, cultura y temas sociales. Una referencia que los republicanos han dejado de poner como ejemplo, porque si este es el futuro de EE UU, su partido no sale en la foto. El partido que alumbr¨® las revoluciones conservadoras de Richard Nixon y Ronald Reagan no levanta cabeza.
En esta situaci¨®n celebr¨® el Partido Republicano de California su convenci¨®n el fin de semana del 20 y 21 de septiembre en un hotel de Los ?ngeles. La t¨®nica general fueron las llamadas a la moderaci¨®n, a acercarse a las minor¨ªas, a ser el partido de los trabajadores. El partido est¨¢ cambiando, afirman. Pero ese mensaje queda ahogado por las divisiones internas, por el extremismo que sigue habiendo en las filas republicanas y la actitud del partido en Washington, que hunde la imagen en California.
Es una foto en negativo de Texas, donde hace 20 a?os que no hay un gobernador dem¨®crata y los republicanos ocupan todos los puestos electos del Estado. El dominio republicano ha producido la saga pol¨ªtica de los Bush y ha mantenido al mismo gobernador 14 a?os en el puesto. Texas es el lugar donde las ideas conservadoras m¨¢s radicales se convierten en propuestas en negro sobre blanco y con sello oficial. Nada hace presagiar un cambio en estas pr¨®ximas elecciones.
¡°Hay mucho mejor ambiente y actitud en esta convenci¨®n que hace siete a?os¡±, dec¨ªa en los pasillos la experta en administraci¨®n de empresas Arlyne Diamond. ¡°Hemos aprendido la lecci¨®n de que no hay que odiar, que se puede estar en desacuerdo sin odiar al otro¡±. Diamond asegura que en el partido son ¡°muchos¡± los moderados, pero no se ve. ¡°La mayor¨ªa del Medio Oeste es muy blanca y cristiana y han alzado m¨¢s la voz, de forma que nos han hecho parecer a todos igual, pero aqu¨ª somos moderados¡±.
Diamond considera que el gran acierto de los dem¨®cratas fue acercarse a los inmigrantes. ¡°Han conseguido que los aclamen¡±. Gracias a esa pol¨ªtica han ¡°creado una lealtad¡± en ese electorado, afirma. Sin embargo, cree que el partido ya est¨¢ en esa din¨¢mica al tener, por primera vez, dos candidatos hijos de inmigrantes. ¡°Eso ayuda a recuperar la imagen¡±. Neel Kashkari, candidato a gobernador, es hijo de inmigrantes indios. Ron Nehring, candidato a vicegobernador, es hijo de alemanes.
Ninguno es hijo de latinos, que son el 38% de la poblaci¨®n de California y una de las principales razones del hundimiento del partido, junto con la visi¨®n liberal mayoritaria en temas sociales como el aborto, la homosexualidad o las drogas, temas en los que los republicanos han perdido sinton¨ªa con la sociedad, seg¨²n ellos mismos reconocen. Los latinos eran el 9% del voto de California hace 20 a?os. Ahora son el 26% de los votantes.
Ron Gold, el candidato a fiscal general en las elecciones de noviembre, explicaba que desde que hace 20 a?os un gobernador republicano promovi¨® una ley xen¨®foba antiinmigrantes (la infame Proposici¨®n 187) ¡°el partido es visto como antilatino¡±. ¡°La demograf¨ªa creciente de los latinos lo hace muy dif¨ªcil¡±, afirma Gold. ¡°Estamos peleando por recuperarlos. Hay que hacer un esfuerzo especial por que los hispanos se sientan queridos por el Partido Republicano¡±.
El candidato a gobernador, Neel Kashkari, destac¨® precisamente su cualidad de inmigrante como un ejemplo para el partido. En declaraciones a los periodistas en el congreso dijo: ¡°Soy social libertario y me centro en los temas econ¨®micos. Miren el contraste con hace cuatro a?os¡±, cuando los candidatos estaban ¡°encerrados en un concurso a ver qui¨¦n odiaba m¨¢s a los inmigrantes¡±. Kashkari present¨® su candidatura, la de un hijo de inmigrantes, como un punto y aparte en la historia del partido y afirm¨® que se propone volver a presentar a los republicanos como el partido de ¡°los trabajadores y los derechos civiles¡±.
El partido est¨¢ cambiando en sus caras y en sus formas. Pero a la entrada de la convenci¨®n del fin de semana lo primero que recib¨ªa el visitante era una papeleta para la rifa de una escopeta y un curso en un campo de tiro de Las Vegas. Era la promoci¨®n de la mesa del Tea Party de California. El mismo Tea Party organiz¨® las dos conferencias con m¨¢s asistentes de todo el congreso, salas llenas de blancos que vitoreaban a oradores que dec¨ªan cosas como que hay que tirar una bomba at¨®mica sobre los terroristas del Estado Isl¨¢mico o que los terroristas del 11-S ten¨ªan licencias de conducir, por tanto, dar licencias de conducir a los inmigrantes ilegales es una mala idea.
Andrea Duarte, secretaria de la Asamblea Nacional Hispana Republicana, que agrupa a latinos del partido, explicaba que quieren ¡°poner una nueva cara¡±, pero una de las dificultades que encuentran es el lenguaje agresivo de algunos republicanos. ¡°S¨ª, nos afecta. Tenemos que decir las cosas de otra forma. Cuando alguien en Washington usa cierto lenguaje nos hace da?o, entorpece lo que estamos haciendo aqu¨ª¡±.
La voz de Washington en esta convenci¨®n fue la del senador Rand Paul. Fue muy claro: ¡°Cuando nos parezcamos a Am¨¦rica, blanca, negra o marr¨®n, volveremos a ganar¡±, dijo en su discurso. ¡°Pero no vamos a ganar con lo que estamos haciendo. Tenemos que salir, y tenemos que ensanchar el partido. Cuando lo hagamos, volveremos a ser el partido nacional¡±.
En sus propias palabras, algo parecido ven¨ªa a decir Ron Gold, el candidato a fiscal. ¡°El partido republicano no pueden ser cuatro viejos blancos que se votan unos a otros¡±, dec¨ªa. ¡°Porque, en alg¨²n momento, morir¨¢n¡±. Por su parte, ha planteado una campa?a bastante rompedora con la imagen de los republicanos: va a promover abiertamente la legalizaci¨®n de la marihuana en California. ¡°Tengo mucha confianza en que los republicanos se est¨¢n abriendo. Yo pido varias cosas a los republicanos. Uno, que sean m¨¢s inclusivos, que tengamos hispanos, que estemos abiertos a los negros, no solo abiertos, sino representarlos y buscarlos. Y con el asunto de la marihuana, apoyar la libertad individual, mostrar que no es todo ley y orden y meter a la gente en la c¨¢rcel. Creo que el partido va a recorrer un largo camino en los pr¨®ximos siete a?os¡±.
¡°El Partido Republicano no puede ser el partido del no¡±, resum¨ªa Ron Gold. ¡°Si para regenerarse hay que librarse de algunas de estas personas, adelante, pero no se puede ser el partido del no¡±.
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