Lo que vendr¨¢
Neves debe llegar a los electores de Silva, que ven en ¨¦l a un pol¨ªtico anticuado y elitista
Dilma Rousseff y A¨¦cio Neves ofrecer¨¢n a los brasile?os 19 d¨ªas conmovedores. El 60% del electorado vot¨® el domingo por un cambio en la administraci¨®n del pa¨ªs. Pero los encargados de canalizar esa aspiraci¨®n son el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), que dominan la vida p¨²blica desde hace 20 a?os. Marina Silva, cuya irrupci¨®n como sustituta del fallecido Eduardo Campos hab¨ªa alterado la escena electoral, perdi¨® 18 puntos en un mes. Ahora ser¨¢ decisivo a qui¨¦n apoye. El publicista de Rousseff, Jo?o Santana, intent¨® convertir a la presidenta en la abanderada del cambio. Como si se tratara de un l¨ªder opositor, sus lemas fueron Muda mais (M¨¢s cambio) y Governo novo, ideias novas (Gobierno nuevo, ideas nuevas). La publicidad mostr¨® a la candidata entrevist¨¢ndose con quienes, el a?o pasado, lideraron las protestas en su contra. No alcanz¨®. Con el 42% de los votos, el PT realiz¨® su peor elecci¨®n de los ¨²ltimos 12 a?os.
A¨²n as¨ª, Neves debe aumentar 16 puntos. Cada uno de ellos representa un mill¨®n y medio de votos. Tal vez deba aprender de los errores de Silva, quien cay¨® en la trampa que le tendi¨® el PT, acribill¨¢ndola con cr¨ªticas. En vez de mantener el perfil de una ecologista amigable, se fue internando en una controversia cada vez m¨¢s amarga con Rousseff. Silva mordi¨® el anzuelo que, en 2006, Lula da Silva hab¨ªa arrojado a Geraldo Alckmin: enredada en el presente, dej¨® de hablar del futuro.
Neves tal vez deba aprender de los errores de Silva, que cay¨® en la trampa del PT y se fue internando en una controversia cada vez m¨¢s amarga con Rousseff
El desaf¨ªo de Neves es exigente. Debe llegar al coraz¨®n de los electores de Silva que son, en general, desencantados que ven en ¨¦l a un pol¨ªtico anticuado y elitista. Ser¨¢n vitales los debates. El resultado de anteayer se defini¨® el jueves pasado en TV Globo. Las curvas de Neves y de Silva en las encuestas esa noche se cruzaron.
Neves tambi¨¦n debe llegar al otro pa¨ªs: Brasil qued¨® partido en dos. El Nordeste tradicional contra el din¨¢mico Sureste, regido por S?o Paulo. ?Deber¨ªa haber buscado Neves un vice nordestino? Lula da Silva lo piensa de otro modo: supone una rebeli¨®n de las "¨¦lites blancas", movilizada por la prensa.
La econom¨ªa es un campo de batalla decisivo. Para much¨ªsimos brasile?os cambiar es salir del estancamiento. Este a?o el crecimiento no ser¨¢ superior al 0,29%. Y la inflaci¨®n ser¨¢ del 6%. Rousseff no consigue inspirar confianza para resolver estos problemas. A medida que sub¨ªa en las encuestas, se derrumbaba la bolsa de S?o Paulo, que perdi¨® un 13,5% de su valor en un mes.
El publicista de Neves, Paulo Vasconcelos, detect¨® en los sondeos de opini¨®n que a Rousseff se la asocia con incompetencia. Tambi¨¦n descubri¨® que el electorado femenino escucha m¨¢s al que habla de inflaci¨®n. El PSDB cuenta con la ventaja de tener como economista a Armino Fraga, uno de los m¨¢s prestigiosos de Brasil. Neves prometer¨¢ ampliar los programas sociales. Pero propondr¨¢ reducir los subsidios energ¨¦ticos y la magnitud del sector p¨²blico, frente a un PT que en 12 a?os cre¨® 62 empresas estatales.
Rousseff advierte la limitaci¨®n. Anunci¨® que, si retiene la presidencia, Guido Mantega no continuar¨¢ como ministro de Hacienda. Desde el PT se especula con los nombres de sus eventuales sucesores. Son todos empresarios: Abdilio Diniz, Josu¨¦ Gomes da Silva y Fabio Barbosa, el m¨¢s inesperado: ex presidente de la filial del Banco de Santander, conduce Abril, editora de la revista Veja, implacable con el Gobierno. Tambi¨¦n Silva hab¨ªa pensado en ¨¦l.
El publicista de Neves, Paulo Vasconcelos, detect¨® en los sondeos de opini¨®n que a Rousseff se la asocia con incompetencia
Otra clave de la disputa ser¨¢ la corrupci¨®n. El s¨¢bado, Neves se caracteriz¨® como ¡°decencia con eficiencia¡±. John Del Cecato, uno de los socios de David Axelrod, el gur¨² de Barack Obama, le aconsej¨® hace algunos meses no entretenerse con denuncias, porque los ciudadanos s¨®lo est¨¢n interesados en obtener buenos servicios.
Sin embargo, las escandalosas revelaciones de Paulo Costa sobre los sobornos en Petrobras fijaron un eje moral en la campa?a. En el PT, temen nuevas delaciones que comprometan a figuras m¨¢s relevantes. Neves fue quien mejor aprovech¨® esa fragilidad. Y, ensa?ada con Silva, Rousseff se olvid¨®, hasta ahora, de rozarlo. Anteanoche, trascendi¨® que su equipo est¨¢ por contratar a un experto en publicidad negativa que trabaj¨® para Rafael Correa, en Ecuador. El duelo brasile?o se proyecta sobre la toda la regi¨®n. Neves recriminar¨¢ a Rousseff su pol¨ªtica exterior. Criticar¨¢ que haya cerrado la econom¨ªa en homenaje a un idilio cada vez m¨¢s costoso con Argentina y Venezuela. Y prometer¨¢ una diplomacia m¨¢s pragm¨¢tica con Estados Unidos y en las relaciones comerciales con Europa y los pa¨ªses del Pac¨ªfico.
Las elecciones de Brasil desnudan un drama de Am¨¦rica Latina. Se trata de saber si la mayor democracia de la regi¨®n mantiene la posibilidad de la alternancia. O si est¨¢ condenada a una hegemon¨ªa en la que el cambio lo encarna, si quiere y puede, quien gobierna. Neves encarna ese enigma. Por esa raz¨®n, apenas termin¨® el escrutinio, Telesur, la se?al de TV bolivariana, comenz¨® a castigarlo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.