Una recuperaci¨®n desigual sin r¨¦ditos para los dem¨®cratas de EEUU
Buena parte de la poblaci¨®n no percibe a¨²n los efectos de la mejor¨ªa econ¨®mica
La econom¨ªa de EE UU est¨¢ cerca de lo que se considera una situaci¨®n normal. Lo dicen las estad¨ªsticas y los resultados econ¨®micos de las empresas. Los ejecutivos de las grandes corporaciones consideran al pa¨ªs una isla en plena marejada de incertidumbre global. Pero lo que siente el ciudadano medio dista de la solidez que muestran los n¨²meros. Seis a?os despu¨¦s de la Gran Recesi¨®n, en v¨ªsperas de las elecciones legislativas de noviembre, al presidente Barack Obama y al Partido Dem¨®crata les cuesta convencer a la mayor¨ªa de electores de que su estrategia fue la adecuada.
La recuperaci¨®n en marcha, como indican en Credit Suisse, no se percibe como la que se experiment¨® tras otras recesiones. Por decirlo de otra manera, no es el peor de los momentos pero tampoco el mejor. Por eso el reto para los dem¨®cratas que luchan por los esca?os m¨¢s disputados en el Capitolio es grande. Juegan a la ofensiva, tratando de llevar la atenci¨®n hacia los indicadores m¨¢s positivos. Y a la defensiva, conscientes de los problemas.
Obama est¨¢ recurriendo en la campa?a a escenarios que le sirven para ilustrar ese avance, como una planta sider¨²rgica en Indiana. Habl¨® de la ca¨ªda del paro, de los 10,3 millones de empleos creados en el sector privado, del incremento de la producci¨®n de energ¨ªa y del abaratamiento de los seguros de salud. Explic¨® que el progreso es "real" y puso en valor las decisiones tomadas al comenzar su mandato, como el rescate del sector del autom¨®vil.
La econom¨ªa est¨¢ ya al nivel previo a la crisis. El desempleo se redujo en septiembre al 5,9%, el nivel m¨¢s bajo en seis a?os, y se ocuparon 248.000 empleos vacantes. El indicador de octubre se conocer¨¢ tres d¨ªas despu¨¦s de las votaciones del 4 de noviembre. Obama se aferra en la recta final de la campa?a a estas dos cifras para conseguir votos para los dem¨®cratas. Lo compara con el 10% de paro en el peor momento de la crisis, en verano de 2009.
La mejora deber¨ªa servirle, en principio, para compensar otros frentes como la crisis en Oriente Pr¨®ximo, el conflicto de Ucrania con Rusia, las protestas por la discriminaci¨®n racial en Ferguson (Misuri) o, ahora, la gesti¨®n del ¨¦bola. Pero la situaci¨®n en la econom¨ªa real no est¨¢ tan clara y eso le impide recibir el cr¨¦dito que necesita para sumar votos, como indican desde IHS Global. John Raines, especialista en riesgo pol¨ªtico, recuerda que se vota con el bolsillo.
Como admite el propio presidente, el camino de la recuperaci¨®n fue complicado y llev¨® m¨¢s tiempo de lo esperado. La evoluci¨®n del crecimiento lo refleja. Su curva sigue un trazo de dientes de sierra. En el primer trimestre de este a?o, se contrajo el 2,1% por el efecto de un duro invierno. Repunt¨® al 4,6% en el segundo. Lo previsto es que en el tercero se coloque en el 3%.
La mejora de las cuentas p¨²blicas es otro de los logros que presenta la Administraci¨®n de Obama. El d¨¦ficit fiscal se redujo a 483.400 millones de d¨®lares (382.000 millones de euros) en 2014, el 2,8% del PIB y el m¨¢s bajo desde 2007, frente a los 680.200 millones del precedente. Es tres veces menos que en 2009 y la rebaja del d¨¦ficit m¨¢s r¨¢pida desde la Segunda Guerra Mundial.
John Raines, especialista en riesgo pol¨ªtico, recuerda que en las elecciones se vota con el bolsillo
Wall Street triplic¨® su valor desde el m¨ªnimo en la primavera de 2009. Y eso pese a que este a?o la Bolsa est¨¢ estancada. El mercado inmobiliario tambi¨¦n revivi¨® en 2011 y el precio de la vivienda recuper¨® gran parte del valor perdido. "Es muy dif¨ªcil argumentar que las cosas no mejoraron", comenta Raines.
Pero enseguida a?ade que la gente "se siente insegura". Una encuesta de la Universidad George Washington indica que dos tercios de los consultados dijeron que su situaci¨®n se estanc¨® o empeor¨® en los ¨²ltimos a?os. Otro sondeo encargado por la cadena NBC y el diario The Wall Street Journal desglosa este sentimiento por g¨¦nero. Cuando se pregunta a los hombres si EE UU sigue en recesi¨®n, el 43% responde s¨ª. En las mujeres se eleva al 54%. Les preocupa especialmente que la desigualdad mine la idea de que cualquiera puede triunfar, hasta el punto de que solo el 37% cree que es posible prosperar. Es el principal factor que explica esta desafecci¨®n y que ha llevado a bautizar las elecciones como "la guerra por las mujeres". De hecho, las campa?as se centran en las ciudadanas blancas.
Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, puso voz a esa "gran" preocupaci¨®n. "Es pertinente preguntarse si esta tendencia es compatible con los valores que est¨¢n en las ra¨ªces de nuestra naci¨®n, como la igualdad de oportunidades", dijo en un discurso en Boston. De hecho, el remonte en Wall Street y la vivienda benefici¨® a los m¨¢s ricos.
Es pertinente preguntarse si esta tendencia es compatible con los valores que est¨¢n en las ra¨ªces de nuestra naci¨®n" Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal
En la percepci¨®n que tiene el ciudadano influyen, por tanto, factores m¨¢s profundos. La econom¨ªa de EE UU habr¨¢ vuelto al nivel previo a la crisis pero la riqueza de los ciudadanos no: cuando su patrimonio se ajusta a la inflaci¨®n resulta que este es menor que en 1989. El censo acaba de poner cifras a esa brecha en la distribuci¨®n de la riqueza. Entre 2000 y 2011, la renta media para el 20% de la poblaci¨®n m¨¢s desfavorecida cay¨® 5.124 d¨®lares, mientras para el 20% m¨¢s pudiente se increment¨® en 61.379. Dicho de otra forma: en 2000 los m¨¢s ricos ten¨ªan una renta 40 veces superior a los m¨¢s pobres. Ahora es 80 veces m¨¢s alta. Y la desigualdad se incrementa para las minor¨ªas.
La ca¨ªda en la renta media de las familias es uno de los factores que cuestionan la solidez de la salida de la crisis y que explican, seg¨²n el Center for American Progress, por qu¨¦ le cuesta tanto recuperarse a la clase media. Los sueldos est¨¢n estancados y el paro de larga duraci¨®n sigue siendo muy alto. De hecho, la mejora del indicador de paro se atribuye, sobre todo, a una contracci¨®n de la poblaci¨®n activa. En septiembre baj¨® al 62,7% y est¨¢ al nivel de mediados de los a?os setenta. Si a la gente que no busca empleo de forma activa se le suman los siete millones que est¨¢n forzados a trabajar a tiempo parcial, el subempleo es casi el doble.
Esto explica por qu¨¦ los dem¨®cratas ponen el ¨¦nfasis en propuestas como elevar el salario m¨ªnimo, muy apoyadas por las mujeres. David Cooper, del Economic Policy Institute, explica que si se elevara de los 7,25 d¨®lares por hora actuales a 10,10, no necesitar¨ªan ayudas p¨²blicas 1,7 millones de estadounidenses y se ahorrar¨ªan 7.600 millones al a?o.
Los republicanos admiten que Obama hered¨® una situaci¨®n muy complicada, pero le recuerdan que dispuso de cinco a?os para ejecutar su estrategia. Los dem¨®cratas tienen, por tanto, motivos para estar preocupados. El presidente, se?ala Raine, es "t¨®xico" para los candidatos a los esca?os m¨¢s disputados. "No quieren separarse de ¨¦l, pero tampoco se suman a su agenda, porque no funciona como esperaban", explica. Por eso opina que los dos partidos se concentran en movilizar el voto entre la gente de bajos ingresos, los m¨¢s indecisos.
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