La llegada de nuevos jefes de las FARC a Cuba desata la tormenta
El guerrillero Roma?a, envuelto en secuestros y extorsiones, se incorpora a las negociaciones de paz en La Habana Los emisarios discutir¨¢n el cese al fuego bilateral, la dejaci¨®n de las armas por parte de la guerrilla y su reintegraci¨®n a la vida civil Uribe fue quien alert¨® de la llegada de los guerrilleros,. El presidente Santos califica su presencia de ¡°una buena se?al¡±
El primero en alertar sobre el viaje de varios jefes guerrilleros a La Habana, Cuba, donde se llevan a cabo las negociaciones de paz para acabar con el conflicto armado en Colombia, fue el senador ?lvaro Uribe, el mayor cr¨ªtico de este proceso que est¨¢ pr¨®ximo a cumplir dos a?os. Despu¨¦s fue la propia guerrilla la que present¨® en la isla a los nuevos integrantes de la delegaci¨®n de paz que se suman, espec¨ªficamente, para estar en una subcomisi¨®n conformada tambi¨¦n por militares colombianos, en la que se discutir¨¢n temas tan espinosos como el cese al fuego bilateral, la dejaci¨®n de las armas por parte de la guerrilla y su reintegraci¨®n a la vida civil.
Ese nuevo grupo lo integran 18 guerrilleros entre los que se destacan tres hombres de la llamada l¨ªnea guerrerista de las FARC. Dos de ellos hacen parte de la c¨²pula. Uno es conocido con el alias de Pastor Alape, jefe del bloque Magdalena Medio, quien ser¨¢ el l¨ªder de los guerrilleros en la subcomisi¨®n y ya advirti¨® que su grupo entiende por dejaci¨®n de armas su no utilizaci¨®n en la pol¨ªtica, ¡°compromiso que toca por igual al Estado colombiano y a las fuerzas insurgentes¡±. Su llegada a la isla est¨¢ envuelta en pol¨¦mica.
El otro es Luis Antonio Losada Gallo, alias Carlos Antonio Lozada, segundo al mando del bloque Oriental, uno de los m¨¢s numerosos del grupo ilegal. Y el tercero es Henry Castellanos, conocido como Roma?a, el n¨²mero uno de este bloque. Tambi¨¦n hay cuatro integrantes del Estado Mayor Central del grupo subversivo y otros comandantes importantes. A todos estos guerrilleros, la Fiscal¨ªa les suspendi¨® las ¨®rdenes de capturas vigentes que tienen en su contra, un requisito para que su salida de Colombia sea legal.
Pero el guerrillero que m¨¢s ha causado pol¨¦mica en Colombia por su llegada a las negociaciones de paz ha sido Roma?a, un hombre que los colombianos rechazan por ser el cerebro de cientos de secuestros masivos, tomas a poblaciones y por extorsionar a empresarios, comerciantes y ganaderos. Roma?a, que en varias ocasiones se le dio por muerto, es el sucesor de alias el Mono Jojoy, jefe militar de las FARC y considerado uno de sus integrantes m¨¢s sanguinarios, abatido en combate en 2010.
¡°?Qui¨¦nes pueden sentarse a discutir la dejaci¨®n de las armas, la reinserci¨®n? Pues mandos militares y guerrilleros que han hecho la guerra en el pa¨ªs", dice el ministro de Interior
Para el senador Uribe, este guerrillero y los otros jefes, est¨¢n en La Habana para realizar una conferencia donde aprovechar¨¢n para reorganizarse y rearmarse. As¨ª lo dijo desde Buenos Aires cuando se conoci¨® su traslado y agreg¨® que ¡°licencia de Santos para la impunidad de Roma?a en Cuba es una humillaci¨®n a las FFAA y a la ciudadan¨ªa secuestrada¡±. Por su parte, Oscar Iv¨¢n Zuluaga, quien fue el gran rival de Juan Manuel Santos en las presidenciales y el actual director del Centro Democr¨¢tico, el partido pol¨ªtico de Uribe, se pregunt¨® si ¡°el gran capo de las FARC¡± le dir¨¢ ahora a las v¨ªctimas que no tiene con qu¨¦ responderles.
El presidente Santos ha salido entonces a defender que estos jefes guerrilleros est¨¦n en Cuba, calificando su presencia de ¡°una buena se?al¡± para el avance del proceso de paz, cuya agenda de negociaci¨®n, que incluye seis puntos, ya ha sido evacuada parcialmente en tres ¨Cdesarrollo agrario, participaci¨®n pol¨ªtica y narcotr¨¢fico¨C. ¡°Quer¨ªa dar ese parte de tranquilidad, porque eso lo que nos est¨¢ diciendo a todos los colombianos es que vamos por buen camino¡±, dijo el viernes en la noche. Seg¨²n Santos, sus asesores de paz le hab¨ªan advertido que cuando se acercara el ¡°momento de la verdad¡±, cada vez m¨¢s jefes guerrilleros viajar¨ªan a participar de las negociaciones. ¡°?Y con quien consultan? Con los m¨¢s duros, con los que han estado combatiendo¡±, agreg¨®.
Varios funcionarios del Gobierno apoyaron a Santos. Uno fue el ministro del lnterior, Juan Fernando Cristo, para quien esto demuestra el compromiso que tienen las FARC con el proceso y la madurez del mismo, porque justo est¨¢n por tomarse las decisiones m¨¢s dif¨ªciles. ¡°?Qui¨¦nes pueden sentarse a discutir la dejaci¨®n de las armas, la reinserci¨®n? Pues mandos militares y guerrilleros que han hecho la guerra en el pa¨ªs¡±, dijo a medios locales. Tambi¨¦n lo hizo el jefe negociador, Humberto de la Calle, quien le pidi¨® a los colombianos valorar lo que representa la llegada de estos jefes guerrilleros a Cuba en aras de agilizar el ritmo de las negociaciones.
A finales de agosto, el Gobierno anunci¨® los nombres de los militares que har¨¢n parte de la subcomisi¨®n que trabajar¨¢ sobre los temas cruciales que tienen que ver directamente con el fin del conflicto y que se sentar¨¢n cara a cara con estos jefes guerrilleros. En ese momento se explic¨® que esta subcomisi¨®n, encabezada por el general Javier Fl¨®rez, un hombre que ha estado al frente de varios operativos militares contra los grandes jefes de la guerrilla, se limitar¨¢ a preparar posibles mecanismos que s¨®lo entrar¨ªan en vigor cuando se llegue a un acuerdo final. El anuncio tambi¨¦n fue criticado duramente por el uribismo, que calific¨® como un ¡°abuso de poder¡± de Santos, ordenar a militares sentarse con los que ellos consideran terroristas.
Ahora el Gobierno tambi¨¦n ha vuelto sobre este punto para defender la creaci¨®n de esta subcomisi¨®n que tanta pol¨¦mica ha desatado, integrada por 10 miembros de cada delegaci¨®n. Seg¨²n Humberto de la Calle esto no es otra cosa que un homenaje y una manifestaci¨®n de respeto hacia las fuerzas militares. ¡°Ah¨ª no hay una especie de traici¨®n, como lo han cre¨ªdo algunos. Es al rev¨¦s: tomar decisiones sin o¨ªr la voz de los militares, ser¨ªa un error¡±.
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