Los claroscuros del caso ¡®Iguala¡¯

Ayotzinapa nunca olvidara sus nombres: C¨¦sar, Felipe, Jacinto, Rodrigo¡­ eran 43, todos alumnos de la Escuela Normal Ra¨²l Isidro Burgos. Sus familias ya no los ver¨¢n de vuelta en casa. Los esperaban desde hace m¨¢s de un mes. La historia de Guerrero, la entidad mexicana con el ¨ªndice de violencia m¨¢s alto del pa¨ªs, quedar¨¢ marcada por esta matanza y por un conflicto entre el Gobierno estatal y los estudiantes lleno de claroscuros, que tuvo uno de sus primeros encontronazos el 12 de diciembre de 2011, cuando dos j¨®venes fueron asesinados en la autopista del Sol, Chilpancingo, la capital del Estado.

Las muertes de aquel d¨ªa ocurrieron durante una protesta estudiantil contra el nombramiento del nuevo director de la Escuela Normal de Ayotzinapa, Eugenio Hern¨¢ndez Garc¨ªa, acusado por los alumnos de no cumplir con el perfil acad¨¦mico. El caso, que nunca se aclar¨®, puso sobre las cuerdas a las autoridades locales. El 9 de enero de 2012, la Comisi¨®n Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo p¨²blico un informe en el que afirm¨® que la Polic¨ªa Federal provoc¨® el enfrentamiento y que los agentes locales dispararon a los alumnos.

En mayo de 2013, 40 meses despu¨¦s de que ?ngel Aguirre tomara las riendas del Estado, 13 activistas hab¨ªan desaparecido

?ngel Aguirre Rivero, ¡ªdel PRD (izquierda mexicana)¡ª, quien hab¨ªa negado inicialmente que su Gobierno estuviera involucrado en la matanza, acat¨® la resoluci¨®n de la CNDH y asegur¨® que todos los funcionarios involucrados en el crimen ser¨ªan separados de sus cargos. Las pesquisas de la Fiscal¨ªa local desvelaron, d¨ªas despu¨¦s, que los asesinatos fueron consecuencia de los disparos de dos agentes ministeriales: Ismael Matadama y Rey David Cortes, que despu¨¦s de ser aprendidos fueron puestos en libertad el 23 de abril de 2013, tras 16 meses en prisi¨®n.

En mayo de 2013, 40 meses despu¨¦s de que ?ngel Aguirre tomara las riendas del Estado, 13 militantes de organizaciones sociales hab¨ªan desaparecido. Iguala, una ciudad de Guerrero con 130.000 habitantes, se hab¨ªa convertido en uno de los puntos m¨¢s rojos de la regi¨®n. Su alcalde, Jos¨¦ Luis Abarca, ha sido acusado de asesinar al l¨ªder de la organizaci¨®n Unidad Popular ¡ªmovimiento de defensa de los derechos de los campesinos y cercano al PRD¡ª, Arturo Hern¨¢ndez Cardona, quien fue secuestrado el 30 de mayo de 2013 junto a ocho de sus compa?eros. La versi¨®n de uno de los sobrevivientes indica que el regidor dispar¨® a la cara y despu¨¦s al pecho de su adversario pol¨ªtico, con el que hab¨ªa tenido severas disputas.

De este caso no se supo nada durante m¨¢s de un a?o. Jos¨¦ Luis Abarca continu¨® al frente del Gobierno de Iguala, siempre acompa?ado de su esposa Mar¨ªa de los ?ngeles Villa, hermana de dos exoperadores del capo Arturo Beltr¨¢n Leyva, abatido por la Marina en 2009, y que hab¨ªan fundado el grupo criminal Guerreros Unidos en este Estado.

La violenta mano de Abarca y de su mujer se evidenci¨® al extremo la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando los normalistas de Ayotzinapa recolectaban fondos, en la ciudad de Iguala, para acudir a la manifestaci¨®n del 2 de octubre en la Ciudad de M¨¦xico en memoria de las v¨ªctimas de Tlatelolco.

El primer ataque se desat¨® sobre las 21.30 horas, cuando los alumnos de la Escuela Normal acudieron a la central de autobuses y tomaron un par de autobuses. Al salir de la central, fueron alcanzados por la polic¨ªa municipal, que dispar¨® contra los estudiantes. Pese al tiroteo, un veh¨ªculo logr¨® arribar hasta el Palacio de Justicia de Iguala.

El saldo del 26 de septiembre fue de seis muertos, tres de ellos normalistas, 17 heridos y 58 desaparecidos

La masacre se produjo en la avenida Perif¨¦rico Norte. Tres autobuses fueron baleados. Dos ocupantes murieron; otros cinco resultaron heridos. Los estudiantes identificaron a los fallecidos como compa?eros suyos. Los agresores no se bastaron con eso y secuestraron a 43 j¨®venes, seg¨²n las primeras versiones. Al filo de la media noche, un autob¨²s que llevaba al equipo de f¨²tbol los Avispones de Chilpancingo recibi¨® una lluvia de unos 400 tiros en la que fallece uno de los jugadores. El saldo total: seis muertos, tres de ellos normalistas, 17 heridos y?43 desaparecidos.

El 27 de octubre, la Fiscal¨ªa de Guerrero reconoci¨® que fueron polic¨ªas municipales los que dispararon contra los estudiantes. En una de las carreteras de la ciudad fue encontrado el cuerpo de uno de los normalistas reportados como desaparecidos, al que le hab¨ªan sacado los ojos y arrancado la piel de la cara. Fue un d¨ªa despu¨¦s cuando la Fiscal¨ªa federal detuvo a 22 agentes de Iguala.?

Aquel d¨ªa surgi¨® otro enigma. El alcalde, Jos¨¦ Luis Abarca, solicit¨® separarse de su cargo para no entorpecer las investigaciones, despu¨¦s que la Fiscal¨ªa de Guerrero lo se?alara a ¨¦l y al titular de Seguridad P¨²blica municipal, Felipe Flores, como posibles responsables de las muertes. Desde entonces ninguno ha sido localizado. De la esposa de Abarca, posible futura candidata a las elecciones municipales, tampoco hay rastro.

Enrique Pe?a Nieto, el presidente de M¨¦xico que arrastra m¨¢s de 13.000 desapariciones, emiti¨® un primer mensaje el 1 de octubre. El mandatario exigi¨® al gobernador de Guerrero, ?ngel Aguirre Rivero, asumir el saldo por lo ocurrido. ¡°El Gobierno federal no puede sustituir las responsabilidades que tienen los propios Gobiernos Estatales¡±, asever¨® el mandatario.

?D¨®nde queda Iguala? ?A menos de 200 kil¨®metros del Distrito Federal, a tres horas por carro! ?No hay excusa!"

Reclamo de Human Rights Watch a Enrique Pe?a Nieto

La incertidumbre inundaba Iguala. Ante la incapacidad de investigaci¨®n, la Fiscal¨ªa de Guerrero ofreci¨® una recompensa de un mill¨®n de pesos (73.800 d¨®lares) a quien diera informaci¨®n ¨²til que para encontrar a los estudiantes, y frente al reclamo social emite una orden de aprensi¨®n contra Jos¨¦ Luis Abarca. Pero el olor a muerte estaba cerca. El 4 de octubre, la Fiscal¨ªa de Guerrero encuentra seis fosas, con 28 cad¨¢veres calcinados, en un cerro a las afueras de Iguala. Despu¨¦s de 24 horas, la misma Fiscal¨ªa informa que fueron los polic¨ªas municipales quienes detuvieron a los estudiantes y los entregaron a miembros del narco local, quienes ejecutaron al menos a 17 de los 43 desparecidos, seg¨²n la confesi¨®n proporcionada por dos presuntos sicarios. El procurador del Estado de Guerrero, I?aki Blanco, afirm¨® que la orden de asesinar a los j¨®venes la dio El Chucky, integrante y uno de ?os lideres del cartel de los Guerreros Unidos.

A casi dos semanas de la matanza, los organismos internacionales levantaban la voz. ¡°?D¨®nde queda Iguala? ?A menos de 200 kil¨®metros del Distrito Federal, a tres horas por carro! ?No hay excusa! ?ste no es un sitio remoto que queda en la selva distante, y sin embargo le tom¨® cuatro d¨ªas al presidente de M¨¦xico intentar incluso delegar responsabilidades en las autoridades de Iguala¡±, reclam¨® Human Rights Watch. Su denuncia se sum¨® a la de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos y de la ONU. EE UU y la OEA tambi¨¦n hab¨ªan pedido que M¨¦xico esclareciera la desaparici¨®n de los estudiantes.

El 9 de octubre, la Fiscal¨ªa federal detuvo a cuatro personas que revelaron la ubicaci¨®n de cuatro fosas m¨¢s. ¡°No podemos confirmar si es cierto que se trate de los restos de los estudiantes¡±, afirm¨® el fiscal general, Jes¨²s Murillo Karam. A pesar de ello, el Gobernador de Guerrero se neg¨® renunciar a su cargo, pero ofreci¨® realizar una consulta para revocar su mandato. Al mismo tiempo, Amnist¨ªa Internacional denunciaba que la investigaci¨®n para localizar a los estudiantes es deficiente, ca¨®tica y hostil.

La rabia de los j¨®venes, as¨ª como de cientos de activistas por la lenta respuesta del Gobierno, se dej¨® ver el 13 de octubre. Los normalistas de Ayotzinapa incendiaron las oficinas del Gobierno de Guerrero. ¡°Esto no va a parar, que sepan lo que se viene encima¡±, amenazaban. Mientras, el hallazgo de los j¨®venes se aplazaba. El 14 de octubre, la Fiscal¨ªa federal confirm¨® que los arrestados hallados en las primeras fosas no eran de los 43 j¨®venes desaparecidos. Ese mismo d¨ªa, uno de los l¨ªderes del grupo Guerreros Unidos, identificado como Benjam¨ªn Mondrag¨®n Pereda, al¨ªas El Benjam¨®n, muri¨® en un enfrentamiento con la Polic¨ªa Federal, en el Estado de Morelos.

Tras tres semanas sin respuesta, los universitarios del pa¨ªs y de las familias de los normalistas salieron a las calles en son de protesta. El 15 de octubre, los estudiantes de 32 escuelas de todo el pa¨ªs declaran la suspensi¨®n de clases por 48 horas. El 17 de octubre, Acapulco, la ciudad m¨¢s tur¨ªstica de Guerrero, se echa a la calle. La Fiscal¨ªa, en tono de respuesta, detuvo a 14 polic¨ªas de la Iguala que supuestamente entregaron a los normalistas a los miembros del narcotr¨¢fico, as¨ª como al ¡®l¨ªder m¨¢ximo¡¯ del c¨¢rtel Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado. Para ese entonces, Guerrero era un polvor¨ªn. El domingo 19 de octubre, el Gobierno federal asumi¨® la seguridad de 13 municipios del Estado, por posibles nexos del narcotr¨¢fico con miembros de la seguridad p¨²blica.

Los detenidos, que sumaban ya 44, se incrementaban al igual que las dudas sobre sobre un tr¨¢gico final de los estudiantes. El Gobierno, que despu¨¦s de 25 d¨ªas de lo ocurrido se reuni¨® con los familiares de los estudiantes desaparecidos, aument¨® la recompensa por informaci¨®n que ayudara a localizar a los estudiantes. Su oferta ascendi¨® a 1,5 millones pesos (110.000 d¨®lares) por cada uno de los normalistas.?

El 5 de noviembre, despu¨¦s de 40 d¨ªas de la desaparici¨®n de los estudiantes, el alcalde de Iguala, Jos¨¦ Luis Abarca, y su esposa, Mar¨ªa de los ?ngeles Pineda, considerados los autores intelectuales de la desaparici¨®n de los 43 estudiantes de magisterio, son capturados en el Distrito Federal. Ese mismo d¨ªa, la sociedad civil sale a las calles de la Ciudad de M¨¦xico, por tercera ocasi¨®n desde que inici¨® la tragedia.?

Este viernes 7 de octubre, la Fiscal¨ªa anuncia que los normalistas secuestrados fueron transportados hasta un basurero de la Ciudad de Cocula y ah¨ª fueron ejecutados. El reclamo se ha quedado en el aire: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos". Ahora, las familias de Marcial, Luis, Everardo y de 40 m¨¢s est¨¢n a la espera de que alg¨²n d¨ªa se haga justicia.