La Comisi¨®n Europea indulta los presupuestos de Francia e Italia
Par¨ªs y Roma hab¨ªan anunciado el lunes nuevos recortes en sus cuentas p¨²blicas
Bandera blanca entre Bruselas, Par¨ªs y Roma tras unas semanas de batalla pol¨ªtica repleta de aparentes desaf¨ªos y bravatas por apenas unas pocas d¨¦cimas de PIB. La Comisi¨®n Europea ha anunciado este martes que finalmente no devolver¨¢ los proyectos presupuestarios a Italia y Francia. Previamente, los Gobiernos franc¨¦s e italiano dieron su brazo a torcer y anunciaron esfuerzos adicionales ¡ªm¨ªnimos¡ª en sus cuentas p¨²blicas. Tras un mes de duelos y quebrantos, la Comisi¨®n ha dictaminado que no rechazar¨¢ ning¨²n presupuesto y ha sorteado as¨ª el riesgo de un choque de trenes con dos de las grandes econom¨ªas de la eurozona. Y ha empezado a cocinar uno de esos t¨ªpicos acuerdos de Bruselas en los que nadie queda del todo insatisfecho: Berl¨ªn tiene algo m¨¢s de rigor, Par¨ªs y Roma no tienen que recortar tanto como la Comisi¨®n quer¨ªa inicialmente y el pr¨®ximo paso, dar m¨¢s tiempo a varios pa¨ªses ante la constataci¨®n de que la econom¨ªa europea vuelve a renquear, est¨¢ un poco m¨¢s cerca.
Francia anunci¨® el lunes un recorte adicional de 3.600 millones de euros, el 0,002% del PIB galo y apenas tres d¨¦cimas de esfuerzo estructural para atajar su d¨¦ficit. Italia corrigi¨® tambi¨¦n su presupuesto, elevando los recortes del 0,1% al 0,3% de su d¨¦ficit estructural (un invento contable que condiciona el agujero fiscal al momento del ciclo econ¨®mico). Ambos tijeretazos est¨¢n por debajo de los requerimientos iniciales de Bruselas. Y aun as¨ª, eso ha bastado para que el vicepresidente de la Comisi¨®n, el finland¨¦s Jyrki Katainen, asegurara este martes que esos dos pa¨ªses ¡ªjunto con Eslovenia, Austria y Malta¡ª ¡°han respondido constructivamente a las preocupaciones¡± del Ejecutivo comunitario.
La batalla viene de lejos y ha provocado cierto alboroto: al cabo, se trata de la segunda y la tercera econom¨ªas de la eurozona y de unas reglas fiscales que crean permanentes tensiones entre Norte y Sur; entre los acreedores, encabezados por Alemania, y los deudores, en los que van metiendo la cabeza Francia e Italia. Tanto el Ejecutivo de Manuel Valls como el de Matteo Renzi se negaron repetidamente a hacer el m¨¢s m¨ªnimo retoque a sus presupuestos antes de acabar cediendo. Pero las diferencias eran m¨ªnimas. Y, sobre todo, la verdadera guerra es otra. Par¨ªs no va a cumplir los objetivos de recorte de d¨¦ficit de la Comisi¨®n; Roma, probablemente, tampoco. Ambos pa¨ªses (y puede que tambi¨¦n otros) necesitan m¨¢s tiempo por el par¨®n de la econom¨ªa europea, que encara una fase de largo estancamiento o incluso una nueva reca¨ªda en lo que ser¨ªa una tercera recesi¨®n. El final feliz de esa supuesta batalla deja a todos contentos: Bruselas y Berl¨ªn ¡ªque quer¨ªa mano dura¡ª pueden argumentar que las reglas funcionan, y Par¨ªs y Roma no ceden demasiado y sobre todo se garantizan manga ancha en el pr¨®ximo cap¨ªtulo, el fundamental. Las fuentes consultadas en Bruselas dan por hecho que Francia recibir¨¢ tiempo extra para su d¨¦ficit, aunque vinculado de alguna manera a la puesta en marcha de las reformas estructurales mil veces prometidas y que nunca se acaban de sustanciar. Par¨ªs ya obtuvo una pr¨®rroga en mayo de 2013, pero no ha hecho pr¨¢cticamente nada desde entonces.
Desde hace un a?o, Bruselas tiene poderes para rechazar los presupuestos de los socios de la eurozona si ve riesgo de incumplimiento de los objetivos de d¨¦ficit. Todos los Estados miembros est¨¢n obligados a enviar a Bruselas sus planes presupuestarios antes del 15 de octubre ¡ªincluso antes de que se discutan en los parlamentos¡ª y el Ejecutivo comunitario est¨¢ obligado a actuar en un plazo de dos semanas si quiere tumbar alguno. Ese plazo venc¨ªa este mi¨¦rcoles. Previamente, el pasado 22 de octubre, Katainen envi¨® sendas cartas a Italia y Francia (y a Austria, Eslovenia y Malta) para saber las razones por las que esos pa¨ªses ¡°preve¨ªan desviarse de los objetivos fiscales¡±.
Aunque han acabado cediendo m¨ªnimamente, la respuesta de Roma y Par¨ªs fue rotunda: el crecimiento no aparece y m¨¢s austeridad ser¨ªa contraproducente. Italia est¨¢ en su tercer a?o de recesi¨®n ininterrumpida; su PIB est¨¢ un 9% por debajo del nivel de 2008. Francia despierta grandes dudas en los mercados, grandes recelos entre los socios y grandes miedos desde el punto de vista pol¨ªtico, ante el irresistible ascenso de la extrema derecha de Marine Le Pen. Toda esa incertidumbre se traduce en un pulso entre Berl¨ªn, que defiende a muerte sus reglas fiscales, y Par¨ªs y Roma, que piden clemencia con el argumento irrefutable de que pintan bastos, con Bruselas como ¨¢rbitro tratando de evitar un accidente. ¡°Ha habido mucho teatro por ambas partes en todo el proceso, y al final las concesiones son simb¨®licas¡±, apuntaba a ¨²ltima hora de la noche Daniel Gros, del laboratorio de ideas CEPS, informa Ignacio Fariza.
El debate, en fin, se mueve en la direcci¨®n que desean Francia e Italia, pero est¨¢ lejos de resolverse. El final de todo el proceso llegar¨¢ en noviembre, cuando se sepa si Par¨ªs y otras capitales reciben tiempo adicional para ajustarse. Jyrki Katainen, un conservador finland¨¦s, ha tomado este martes la decisi¨®n de no pedir m¨¢s recortes presupuestarios. Pierre Moscovici, ministro socialista franc¨¦s hasta hace muy poco¡ª ser¨¢ el encargado de decidir si hay pr¨®rroga para Francia. Europa tiene estas cosas.
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