Cuatro masacres recientes grabadas en la memoria
El asesinato de 43 estudiantes trae a la memoria otras matanzas colectivas que causaron gran conmoci¨®n en el pa¨ªs
La versi¨®n oficial sobre la muerte de los 43 estudiantes en Iguala trae a la memoria otros asesinatos colectivos que se han dado en M¨¦xico en los ¨²ltimos a?os. Las matanzas que se citan a continuaci¨®n causaron en su d¨ªa una gran conmoci¨®n, pero el tiempo no ha tra¨ªdo justicia y reparaci¨®n para las v¨ªctimas, sino m¨¢s bien kilom¨¦tricos expedientes judiciales y policiales que no necesariamente conducen a los verdaderos culpables.
Barrio Villas de Salv¨¢rcar, Ciudad Ju¨¢rez: 16 muertos. Enero de 2010. Unos estudiantes est¨¢n de fiesta en una casa cuando unos 20 sicarios irrumpen en el lugar y disparan a discreci¨®n. La principal hip¨®tesis es que los asesinos del cartel de Ju¨¢rez confundieron a los j¨®venes con los integrantes de una banda rival. El crimen indigna a la sociedad. Los habitantes de la ciudad fronteriza con Estados Unidos se echan a la calle para exigir justicia. El entonces presidente Felipe Calder¨®n, el hombre que hab¨ªa declarado la guerra al crimen organizado y sacado al Ej¨¦rcito a la calle, encabez¨® la marcha de los ciudadanos. Cuatro hombres han sido sentenciados como responsables de las muertes. Un quinto, un vendedor de CDs pirata, fue exonerado porque el Ej¨¦rcito obtuvo su confesi¨®n mediante tortura.
San Fernando: 72 muertos. Agosto de 2010. Hondure?os, guatemaltecos, ecuatorianos, brasile?os que, camino de Estados Unidos, fueron interceptados por Los Zetas en el incontrolable estado de Tamaulipas. De las declaraciones de un superviviente se desprende que los asesinados no pagaron el dinero que se les ped¨ªa o se negaron a engrosar las filas del cartel paramilitar. Hay una segunda masacre en San Fernando: el hallazgo en fosas similares a las de Iguala de 192 personas. Hubo voces que aseguraban que hab¨ªa m¨¢s pero que el Estado hab¨ªa rebajado la cifra para evitar que las organizaciones internacionales tomaran el control de la investigaci¨®n. Las autoridades han informado de la detenci¨®n de personas vinculadas a ambos sucesos pero no se ha hecho p¨²blica la participaci¨®n de estos ni la sentencia, si es que la hubo. Un relator de las Naciones Unidas ha exigido m¨¢s transparencia en el proceso.
Casino Royal: 52 muertes. Agosto de 2011. Una de las v¨ªctimas era una mujer embarazada. De nuevo autor¨ªa de Los Zetas. Unos sicarios rociaron de gasolina el interior del casino Royale de Monterrey, en el norte, y prendieron fuego al local. Los atacantes trabaron las puertas con candados para que nadie pudiera huir. Los due?os alegaron que los criminales pretend¨ªan cobrarles una extorsi¨®n semanal por dejarles trabajar y, tras negarse, sufrieron este atentado. Un tal Baltazar Saucedo Estrada, alias el Mataperros, fue detenido como responsable de ordenar este horrendo ataque. Un polic¨ªa corrupto tambi¨¦n estaba implicado. La ciudad industrial de Monterrey vivi¨® entonces una crisis sin precedentes. Una fuente de p¨¦simo gusto con 52 chorros de agua y dos vidrios con frases grabadas fue inaugurado este a?o en memoria de las v¨ªctimas.
Kombo Kolombia: 17 muertos. Enero de 2013. La mayor matanza de m¨²sicos que se recuerda. Los 14 artistas y tres ayudantes de un grupo especializado en vallenatos fueron secuestrados pasada la medianoche de una fiesta privada en Monterrey, capital del Estado de Nuevo Le¨®n. Uno a uno, recibieron un tiro de gracia y fueron arrojados a un pozo. Un superviviente cont¨® la historia. Uno de los detenidos por este caso declar¨® que actu¨® como halc¨®n (informante, esp¨ªa) de Los Zetas, el cartel paramilitar m¨¢s sanguinario del pa¨ªs. El hecho de tocar en la fiesta de un capo o componerle una canci¨®n al rival puede ser motivo de venganza en el mundo de los carteles.
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