Un atentado golpea a los chi¨ªes saud¨ªes en su mayor fiesta

Siete chi¨ªes resultaron muertos anoche y otros 12 heridos cuando tres encapuchados abrieron fuego indiscriminado contra los fieles que sal¨ªan de un oratorio en la Provincia Oriental de Arabia Saud¨ª, seg¨²n el Ministerio del Interior. El inusitado ataque en medio de la festividad religiosa de Ashura, la m¨¢s importante del chi¨ªsmo, ha dejado perpleja a esa minor¨ªa y constituye una prueba para las autoridades saud¨ªes, acusadas de discriminar a los seguidores de esa rama del islam y que se han comprometido a combatir el extremismo.

¡°Es la primera vez en mi vida que sucede algo as¨ª, adem¨¢s durante la Ashura¡±, declara por tel¨¦fono Yaafar al Shayeb, un prominente activista chi¨ª. Como el resto de su comunidad, est¨¢ conmocionado por lo ocurrido.

El atentado se produjo en Al Dalwah, una de las aldeas que rodean el oasis de Al Ahsa, en la Provincia Oriental, donde se concentra la mayor¨ªa de los chi¨ªes saud¨ªes. De acuerdo con Al Shayeb, hacia las once y cuarto de anoche los fieles sal¨ªan de una huseiniya, cuando tres encapuchados se bajaron de un coche y empezaron a disparar sin ton ni son.

Al balance de v¨ªctimas ¡ªel inicial hablaba de cinco muertos¡ª hay que sumar un octavo cad¨¢ver con impactos de bala que ha sido hallado en el interior de un coche en una localidad vecina, seg¨²n el ministerio.

Las huseiniyas no son exactamente mezquitas sino oratorios donde los chi¨ªes se re¨²nen para recordar y rezar al im¨¢n Husein, nieto de Mahoma, cuya muerte en la batalla de Kerbala (Irak) conmemora la Ashura, diez d¨ªas de duelo y luto que han culminado hoy. Significativamente, el comunicado oficial no menciona ese nombre, sino que dice que ¡°un grupo de ciudadanos sal¨ªa de uno de los sitios de la aldea de Al Dalwah¡±.

Es un reflejo de la hist¨®rica negaci¨®n de los chi¨ªes en el Reino del Desierto. Esta minor¨ªa, en torno al 10% de los 20 millones de ciudadanos saud¨ªes, tiene vetado el acceso a la Administraci¨®n, la judicatura, las fuerzas de seguridad y cualquier cargo de responsabilidad. El Di¨¢logo Nacional que lanz¨® el rey Abdal¨¢ tras su llegada al trono en 2005 no se ha traducido en avances significativos. Aunque lograron elegir algunos representantes en el amago de elecciones municipales celebradas ese a?o y en 2011, los consejos locales carecen de verdadero poder.

La comunidad chi¨ª, que lleva d¨¦cadas denunciando su discriminaci¨®n por parte de la mayor¨ªa sun¨ª, intent¨® capitalizar la primavera ¨¢rabe hace tres a?os para avanzar sus derechos. Sus manifestaciones fueron reprimidas con firmeza y hubo varios muertos en enfrentamientos con la polic¨ªa. En las ¨²ltimas semanas se han producido algunas protestas relacionadas con la condena a muerte de un cl¨¦rigo que apoy¨® aquellas movilizaciones. Pero no hay memoria de un ataque indiscriminado como el de ayer. Los observadores lo atribuyen a extremistas sun¨ªes, para quienes los chi¨ªes son herejes que merecen la muerte.

¡°No est¨¢ claro qui¨¦nes son los responsables, aunque sin duda se trata de una secuela de la tensi¨®n sectaria en la regi¨®n¡±, interpreta por su parte Al Shayeb.

El surgimiento del grupo Estado Isl¨¢mico (EI) este a?o ha avivado las brasas del enfrentamiento entre chi¨ªes y sun¨ªes alentado por la invasi¨®n estadounidense de Irak en 2003. La violencia en ese pa¨ªs y en la vecina Siria se ha sumado a la inestabilidad desatada por la primavera ¨¢rabe. Mientras, las dos potencias regionales, Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, autoerigidas en faro de dichas comunidades, explotan esas diferencias para avanzar sus intereses. Aunque ahora la amenaza del EI ha llevado a Riad a replantearse su tolerancia hacia los radicales.

¡°La situaci¨®n [en la Provincia Oriental] es muy tensa, pero la gente ha proseguido con las ceremonias y los l¨ªderes religiosos y comunitarios est¨¢n haciendo llamamientos a la calma¡±, explica Al Sayeb. No obstante, la polic¨ªa reforz¨® la seguridad alrededor de las ¨²ltimas procesiones de Ashura. Por otra parte, el activista celebra la reacci¨®n oficial. ¡°Las autoridades han anunciado la detenci¨®n de seis sospechosos y el Consejo Superior de Ulemas ha condenado el ataque¡±, apunta.

En efecto, el secretario general de esa asociaci¨®n de religiosos sun¨ªes, el jeque Fahd Bin Saad al Majed, ha asegurado que ¡°este incidente criminal es una agresi¨®n brutal y un crimen odioso, cuyos autores merecen el mayor castigo, porque ha violado los principios de la religi¨®n que protege la vida, la seguridad y la estabilidad¡±. Sin duda un cambio de lenguaje respecto a la ¨¦poca, a¨²n reciente, en que los documentos oficiales y los libros de texto se refer¨ªan a los chi¨ªes como rawuafidh, renegados.

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