Obama buscar¨¢ espacios para gobernar
Con un Congreso adverso, el presidente de EE UU intentar¨¢ cerrar un pacto nuclear con Ir¨¢n, avanzar en los acuerdos comerciales y reformar la inmigraci¨®n
Barack Obama buscar¨¢ a partir de hoy espacios para gobernar con un Congreso adverso, m¨¢s dedicado a preparar las presidenciales de 2016 que a ayudar a un presidente en retirada.
La campa?a para las elecciones legislativas de este martes paraliz¨® la vida pol¨ªtica de Estados Unidos durante meses. Algunos temas urgentes quedaron en suspenso, a la espera del resultado. Los legisladores se lanzaron a hacer campa?a en sus distritos y evitaron votos que les comprometieran a la hora de salir reelegidos.
El presidente, persona non grata para muchos de los candidatos de su partido, el dem¨®crata, qued¨® en una especie de cuarentena, recluido en la Casa Blanca junto a un equipo reducido de colaboradores cada vez m¨¢s cuestionados.
Una de las primeras medidas de Obama tras las midterms ¡ªlas elecciones de mitad de mandato presidencial¡ª podr¨ªa ser anunciar una remodelaci¨®n de su equipo para afrontar sus ¨²ltimos dos a?os en la Casa Blanca, en los que intentar¨¢ alejarse de la maldici¨®n del pato cojo, el presidente sin capacidad de influencia ni persuasi¨®n. Tras perder el Congreso en las legislativas de 2006, el republicano George W. Bush despidi¨® a su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld ¡ªemblema de todos los errores de los primeros a?os de aquella ad mi nistraci¨®n¡ª, margin¨® al vicepresidente Dick Cheney en la toma de decisiones y ensay¨® un nuevo estilo, m¨¢s moderado y proclive al consenso.
Ahora el curso se reinicia con una agenda nutrida para Obama y el nuevo Congreso: desde las negociaciones para frenar el programa nuclear con Ir¨¢n hasta una reforma del sistema migratorio con la que a Obama le gustar¨ªa rubricar su legado.
El margen de maniobra es estrecho. Desde enero de 2011, cuando el Partido Republicano se convirti¨® en el grupo mayoritario de la C¨¢mara de Representantes, ninguna ley de calado se ha aprobado en EE?UU. Los dem¨®cratas dominaban el Senado, pero el veto republicano a cualquier iniciativa del presidente aboc¨® el pa¨ªs a la par¨¢lisis legislativa. Nada hace presagiar un desbloqueo tras las midterms. Pero existen resquicios para que el presidente gobierne.
¡°Puede hacer dos cosas por su cuenta. La primera es usar los poderes ejecutivos, el poder de la presidencia¡±, dice Julian Zelizer, historiador en la Universidad de Princeton, investigador en el laboratorio de ideas New America y autor de varios libros sobre la presidencia. Zelizer se refiere al recurso a decretos presidenciales, que no requieren la aprobaci¨®n del Congreso. ?El problema? Abren el flanco a las cr¨ªticas por abuso de poder. ¡°Es controvertido y no se prolongar¨¢n necesariamente m¨¢s all¨¢ de su presidencial¡±, explica el historiador. Su sucesor puede revocarlos. ¡°La segunda cosa que puede hacer por su cuenta es usar el poder del p¨²lpito¡±, contin¨²a Zelizer. Es decir, su talento oratorio y persuasivo. ¡°Puede exponer cu¨¢l es problema con el Partido Republicano y por qu¨¦ el Partido Dem¨®crata es bueno. Y puede crear condiciones favorables para las pr¨®ximas elecciones presidenciales¡±.
Un ¨¢mbito en el que hist¨®ricamente los presidentes han ejercido su influencia al final de su mandato es la pol¨ªtica internacional. Mediante el sistema de divisi¨®n de poderes, la Constituci¨®n de EE UU deja maniatado al jefe de Estado en cuestiones internas, pero su influencia es mayor en el exterior: ¨¦l es el comandante en jefe. Y el comandante en jefe deber¨¢ responder, en las pr¨®ximas semanas, a los interrogantes sobre su estrategia contra el Estado Isl¨¢mico en Irak y Siria. Si la campa?a a¨¦rea, que empez¨® en agosto, sigue sin arrojar victorias claras para EE UU, la impaciencia de los sectores m¨¢s belicistas del Congreso crecer¨¢. Ir¨¢n es la otra preocupaci¨®n internacional de Obama tras las elecciones. EE UU negocia junto a otras potencias un acuerdo para impedir que este pa¨ªs fabrique el arma nuclear. El plazo es el 24 de noviembre. Un acuerdo definir¨ªa el legado del presidente en pol¨ªtica exterior.
La Casa Blanca ha dado a entender que, si hay acuerdo, quiere aplicarlo soslayando al Congreso. Obama cree que puede levantar sanciones unilateralmente y que el acuerdo no tiene por qu¨¦ adoptar la forma de un tratado internacional, que requerir¨ªa la aprobaci¨®n de dos tercios del Senado, mayoritariamente opuesto a cualquier concesi¨®n a un r¨¦gimen con el que EE UU rompi¨® las relaciones hace m¨¢s de tres d¨¦cadas.
La aritm¨¦tica en el Senado ser¨¢ decisiva para ratificar dos tratados de libre comercio en curso de negociaci¨®n ¡ªuno con la UE y otro con 10 pa¨ªses del Pac¨ªfico¡ª que, seg¨²n Obama, disparar¨¢n las exportaciones y crear¨¢n millones de empleos. En este caso los dem¨®cratas de Obama ¡ªpr¨®ximos a los sindicatos, reacios a estos acuerdos¡ª han puesto m¨¢s obst¨¢culos que los republicanos. Durante la campa?a se especul¨® con que un Senado de mayor¨ªa republicana ser¨ªa una bendici¨®n para la agenda comercial del presidente.
Es improbable, en cambio, que Obama encuentre ayuda en el nuevo Congreso para adoptar una ley que permita regularizar los millones de inmigrantes indocumentados que residen en EE UU. No lo ha conseguido en los casi seis a?os que lleva en la Casa Blanca. Que lo lograse en el futuro ser¨ªa milagroso.
Pero el presidente puede actuar con decretos legislativos que permitan regularizar como m¨ªnimo a unos centenares de miles de sinpapeles. Prometi¨® hacerlo al final del verano pero lo aplaz¨® hasta despu¨¦s de las midterms y prometi¨® aprobarlo antes de final de a?o. Ahora es el momento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.