Los temas sociales avanzan en las urnas tanto como los republicanos

La nueva configuraci¨®n del Legislativo en Washington surgida de las elecciones del martes promete bloquear cualquier avance desde la capital en la agenda pol¨ªtica de los dem¨®cratas en los pr¨®ximos dos a?os. Pero al mismo tiempo, confirma que esa agenda avanza por su cuenta. Cuatro Estados de mayor¨ªa republicana -Arkansas, Alaska, Nebraska, y Dakota de Sur- aprobaron en refer¨¦ndum el martes subidas del salario m¨ªnimo. El dem¨®crata Illinois tambi¨¦n vot¨® a favor del aumento en una medida no vinculante.

Este es uno de los principales temas de los dem¨®cratas en este final de mandato de Barack Obama, que se propone elevarlo a nivel federal hasta 10 d¨®lares la hora como medida para reducir la creciente desigualdad en EE UU frente a una firme oposici¨®n republicana, ahora reforzada. San Francisco, una de las ciudades m¨¢s progresistas del pa¨ªs, igual¨® el martes a Seattle al votar a favor del salario m¨ªnimo m¨¢s alto de EE UU, 15 d¨®lares la hora.

Los temas de contenido m¨¢s social avanzaron en las urnas el martes con el mismo ¨¦xito que los republicanos. Los residentes de la capital de Estados Unidos y de los Estados de Oreg¨®n y Alaska aprobaron en las elecciones del martes la legalizaci¨®n de la marihuana. Las victorias suponen un espaldarazo al creciente debate en EE UU sobre la despenalizaci¨®n de esta droga y llegan dos a?os despu¨¦s de que Colorado y Washington se convirtieron en los primeros Estados en dar ese paso. Sin embargo, los partidarios de la legalizaci¨®n sufrieron una derrota en Florida, donde los ciudadanos rechazaron su consumo para uso m¨¦dico. Un total de 23 Estados permiten la marihuana medicinal.

Las iniciativas aprobadas en Alaska y Oreg¨®n legalizan el consumo, la posesi¨®n y la venta de marihuana para mayores de 21 a?os en unas cantidades determinadas. Mientras, la ciudad de Washington despenaliza ¨²nicamente la posesi¨®n: ser¨¢ legal para los mayores de 21 a?os poseer hasta 56 gramos de marihuana para consumo personal y cultivar hasta seis plantas en una casa.

Ahora, tras los referendos, los legisladores deben decidir cuando entran en vigor los cambios. La legalizaci¨®n es uno de los principales argumentos que minan la posici¨®n internacional de EE UU respecto a la persecuci¨®n de esta droga. La marihuana sigue siendo ilegal a nivel federal pero partir de ahora ser¨¢ legal en la capital, donde se hacen las leyes para combatirla. En California, donde es legal para uso m¨¦dico pero se practica una amplia tolerancia, ya se da por hecho que se votar¨¢ en 2016.

La victoria fue amplia en la capital de EE UU. Un 69% de los residentes votaron a favor de la llamada Iniciativa 71 -promovida por un grupo de ciudadanos-, frente a un 31% que la rechazaron. Los partidarios de la despenalizaci¨®n celebraron su victoria de madrugada en bares de Washington. Al mediod¨ªa del martes, varias personas admit¨ªan, en un colegio electoral en el centro de la ciudad, que la iniciativa de la marihuana les hab¨ªa alentado a ir a votaren unos comicios en que tambi¨¦n se eleg¨ªa al alcalde de Washington.

Las autoridades de la capital dijeron recientemente que, si la votaci¨®n era favorable, ten¨ªan previsto firmar con rapidez la nueva ley. En marzo, el Consejo del Distrito de Columbia ya dio un paso en esa direcci¨®n al rebajar dr¨¢sticamente las sanciones por posesi¨®n de 28 gramos de marihuana: pasaron de una multa de hasta 1.000 d¨®lares y la posibilidad de una pena de c¨¢rcel de seis meses, a una multa de 25 d¨®lares, equivalente a una sanci¨®n por aparcamiento indebido.

Otros Estados votaron el martes sobre el sueldo m¨ªnimo, el control de armas, el aborto o la poblaci¨®n carcelaria

Los partidarios de la despenalizaci¨®n alegan que ayuda a reducir la disparidad racial en los arrestos por posesi¨®n de marihuana en Washington. Seg¨²n un estudio de la American Civil Liberties Union, una organizaci¨®n civil, un 90% de las personas detenidas con cargos de posesi¨®n son de raza negra, por encima del 50% que suponen los afroamericanos en la poblaci¨®n de la ciudad.

Sin embargo, pese a la aprobaci¨®n de la iniciativa, no est¨¢ garantizada su entrada en vigor. Dado que el Distrito de Columbia no es un Estado, el Congreso tiene jurisdicci¨®n sobre este y puede bloquear sus leyes. Varios congresistas han amenazado con bloquear los posibles cambios regulatorios de la marihuana alegando que la posesi¨®n de marihuana es ilegal bajo la ley federal. Adem¨¢s, aunque no interviniera, la despenalizaci¨®n podr¨ªa ser inefectiva en la cuarta parte de Washington que yace en terreno federal.

Por otra parte, el Estado de Washington tambi¨¦n opt¨® en las urnas por incrementar los controles de antecedentes para los compradores de armas. Una medida que ped¨ªa exactamente lo contrario fue derrotada, evitando as¨ª el problema jur¨ªdico que habr¨ªa supuesto la aprobaci¨®n de las dos.

En Colorado, los mismos votantes que han dado a los republicanos uno de los esca?os clave para controlar el Senado rechazaron contundentemente y por tercera vez en pocos a?os una iniciativa que habr¨ªa prohibido el aborto en el Estado. En Dakota del Norte tambi¨¦n fue derrotada una medida similar. Al mismo tiempo, en Tennessee los votantes aprobaban una medida que da m¨¢s poder a los legisladores para restringir el aborto.

El muy dem¨®crata Estado de California, donde apenas peligraban los puestos constitucionales, estaba pendiente de dos medidas importantes para el futuro. Los votantes aprobaron una emisi¨®n de deuda de 7.500 millones de d¨®lares para infraestructuras h¨ªdricas, como presas y trasvases que aseguren en las pr¨®ximas d¨¦cadas la preparaci¨®n del estado contra una sequ¨ªa como la actual.

Tambi¨¦n aprobaron una medida para incrementar el fondo de reserva presupuestario en un Estado con una volatilidad angustiosa en las finanzas p¨²blicas. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n fue aprobada una medida trascendental para reducir la poblaci¨®n carcelaria (la segunda m¨¢s alta de EE UU despu¨¦s de Texas), al reclasificar como faltas algunos delitos menores que hasta ahora llevaban asociada pena de c¨¢rcel.