Texas deber¨¢ esperar para convertirse en un estado ¡®azul¡¯

Perdi¨® y a lo grande. Wendy Davis la senadora estatal de Texas y candidata a gobernadora, qued¨® 19 puntos por debajo del procurador general Greg Abbott, quien obtuvo un 58% de los votos. La derrota es una prueba contundente de que Texas a¨²n no tiene el perfil de votantes que necesitan los Dem¨®cratas para ser competitivos en las elecciones.

¡°Est¨¢ bien sentirse decepcionados, pero no lo es estar desalentado, porque tenemos una oportunidad de rehacer la imagen de nuestro estado. Ganamos d¨ªa a d¨ªa porque nunca debemos retroceder. Su trabajo no es en vano¡±, declar¨® una apesadumbrada Wendy Davis a sus seguidores.

Cuando Davis decidi¨® competir para reemplazar al actual gobernador Rick Perry, la noticia provoc¨® una gran atenci¨®n de los medios estadounidenses, sobre todo porque la senadora logr¨® figurar a nivel nacional tras un discurso de m¨¢s de 13 horas para obstaculizar una ley que impon¨ªa nuevas restricciones al aborto en Texas.

Su historia personal tambi¨¦n parec¨ªa un arma ganadora. Davis, una mujer que logr¨® salir de la pobreza siendo madre soltera y lleg¨® a licenciarse como abogada en Harvard, era una figura atractiva para los votantes.

Perder por un margen grande en esta elecci¨®n habla mucho sobre el futuro pol¨ªtico del estado"

Desde julio hasta octubre hab¨ªa logrado reunir cerca de 6,8 millones de d¨®lares, de acuerdo con los informes de su campa?a, superando los 30 millones en total. Pero ni esto, ni su peso pol¨ªtico, ni el apoyo de personalidades como Hillary Clinton, pudieron contra la tradici¨®n republicana de Texas.

Veinte a?os ha durado la hegemon¨ªa de los republicanos en el liderazgo estatal, una tradici¨®n que ahora parece tener mucha m¨¢s fuerza que antes, luego de la derrota de Davis. Las encuestas siempre la posicionaron atr¨¢s, pero por un margen de un d¨ªgito, lo que dio pie a la especulaci¨®n sobre el futuro pol¨ªtico de Texas. El Estado sigue sin estar considerado como un basti¨®n competitivo para los dem¨®crata. Tanto en las presidenciales como en las legislativas los estrategas pol¨ªticos consideran que siempre ser¨¢ rojo, es decir republicano.

Eso limita el capital humano y monetario que las campa?as y organizaciones nacionales ponen en Texas, lo que para los dem¨®cratas es un c¨ªrculo vicioso, ya que poca inversi¨®n se traduce en poca difusi¨®n y menos votos.

Davis parec¨ªa una excepci¨®n a esta regla. Con una red de 31,000 voluntarios y un trabajo sobre el terreno, puerta a puerta, los dem¨®cratas apostaron fuerte por Davis.

¡°Perder por un margen grande en esta elecci¨®n habla mucho sobre el futuro pol¨ªtico del estado y la direcci¨®n que tomar¨¢ en las pr¨®ximas elecciones¡±, asegur¨® el analista pol¨ªtico y profesor de la Universidad de Rice, Mark Jones. La misma Davis, en una entrevista con EL PA?S, critic¨® el poco alcance que el partido dem¨®crata tiene con los votantes en el estado.

Abbott, por su parte se ve¨ªa radiante. Junto a su esposa e hija vestidas de un fuerte rojo, agradeci¨® a sus seguidores y prometi¨® liderar el estado con dedicaci¨®n y mano firme. ¡°La gente ha hablado. Si vot¨® por m¨ª o en mi contra o no vot¨®, les prometo que trabajar¨¦ para que Texas se convierta en el mejor estado de Estados Unidos¡±, dijo en medio de los v¨ªtores.

La seguridad fronteriza fue uno de los temas m¨¢s fuertes en la campa?a de Abbott. Lo fue tambi¨¦n para el siguiente vicegobernador de Texas, Dan Patrick, quien incluso fue m¨¢s lejos y dijo que trabajar¨ªa para eliminar Dream Act Texas, que permite a los estudiantes indocumentados pagar el precio de las matriculas universitarias que les corresponder¨ªa si fueran residentes legales, no como extranjeros.

¡°El senador Patrick ha tomado una posici¨®n dura en contra de Dream Act Texas y otros temas relacionados con inmigraci¨®n. El procurador general Abbott ha sido m¨¢s moderado. Ambos se enfrentar¨¢n a una din¨¢mica desafiante, una base republicana en un estado que demanda posturas fuertes en seguridad fronteriza con una enorme poblaci¨®n hispana que est¨¢ cambiando la naturaleza pol¨ªtica de Texas¡±, asegur¨® Christopher Wilson, analista del Instituto M¨¦xico de Woodrow Wilson Center.

Tanto Abbott como Patrick asumir¨¢n sus cargos en enero pr¨®ximo, cuando la campa?a por la nominaci¨®n de un candidato presidencial del Partido Republicano cobre su m¨¢xima fuerza y donde figuras locales en Texas como Rick Perry y Ted Cruz dar¨¢n una fuerte batalla interna.