El presidente Obama, tras la derrota: ¡°Os he escuchado¡±
El presidente ofrece cooperaci¨®n tras conquistar la derecha el Congreso
El Partido Republicano asumi¨® este mi¨¦rcoles el bast¨®n de mando en Washington. El control del Congreso, tras su victoria arrolladora en las elecciones del martes, concede a la oposici¨®n m¨¢s poder del que ha dispuesto desde los primeros a?os de la presidencia de George W. Bush. El presidente Barack Obama, debilitado y en retirada, buscar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas c¨®mo evitar caer en la irrelevancia en el tramo final de su presidencia, que termina en enero de 2017.
Los primeros movimientos para tantear el nuevo Partido Republicano, crecido por el triunfo, han empezado. Los republicanos conquistaron Senado, ampliaron la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes y vencieron en las elecciones al cargo de gobernador en Estados clave para las presidenciales de 2016.
¡°A todos los que han votado, quiero que sep¨¢is que os oigo¡±, dijo el dem¨®crata Obama en una rueda de prensa. "A los dos tercios de votantes que eligieron no participar en el proceso ayer, os oigo tambi¨¦n". Pero el mensaje, a?adi¨®, no es s¨®lo para ¨¦l. Tambi¨¦n es para la derecha.¡°El pueblo americano espera que las personas a las que elijan trabajen tan duro como ellos, esperan que nos centremos en sus ambiciones y no en las nuestras¡±.
El presidente, que lleg¨® al poder en 2009 sobre una ola de esperanza, entra tras las elecciones de mitad de mandato en una fase crepuscular, sin aliados en el Capitolio ni margen para impulsar iniciativas duraderas. La iniciativa, dijo, corresponde a los republicanos: ¨¦l escuchar¨¢ las propuestas que le planteen Mitch McConnell, futuro l¨ªder de la mayor¨ªa en el Senado, y John Boehner, speaker o presidente de la C¨¢mara de Representantes. El viernes los recibir¨¢ en la Casa Blanca.
A efectos pr¨¢cticos, la victoria convierte a los republicanos en un partido de gobierno. El Partido Republicano vuelve a ser mayoritario en ambas C¨¢maras por primera vez desde 2006.
Los a?os de Obama fueron los del Tea Party, el movimiento populista y conservador que, con la oposici¨®n a la reforma sanitaria como bandera, marc¨® el paso al Partido Republicano en sus a?os fuera del poder. El Tea Party fue una bendici¨®n para la derecha: le insufl¨® nervio ideol¨®gico y moviliz¨® a las bases. Pero tambi¨¦n una maldici¨®n: el bloqueo da?¨® la marca conservadora.
El Partido Republicano triunfante no ha cambiado del todo en el fondo: muchas ideas del Tea Party siguen constituyendo su espinazo ideol¨®gico. Pero s¨ª en la forma.
Michael Barone, veterano columnista conservador, sit¨²a el cambio en octubre de 2013, cuando una disputa presupuestaria en el Congreso, instigada por los republicanos, provoc¨® el cierre de la Administraci¨®n federal.
El pueblo americano espera que las personas a las que elijan trabajen tan duro como ellos, esperan que nos centremos en sus ambiciones y no en las nuestras¡± Barack Obama, presidente de Estados Unidos
No era la primera vez en los a?os de Obama que EE UU proyectaba la imagen de una democracia disfuncional en la que un grupo reducido ¡ªla facci¨®n Tea Party del Partido Republicano¡ª paralizaba el Gobierno.
¡°Desde entonces¡±, dice Barone, ¡°cada vez menos miembros republicanos de la C¨¢mara de Representantes han insistido en provocar enfrentamientos pol¨ªticamente da?inos con la Administraci¨®n de Obama, y los votantes republicanos en elecciones primarias no han votado a tantos a candidatos proclives al enfrentamiento como en 2010 o en 2012¡±. En las legislativas de estos a?os, el Partido Republicano se qued¨® a las puertas del Senado, entre otros motivos, por la derrota de algunos de sus candidatos m¨¢s exc¨¦ntricos.
La inc¨®gnita es doble. Primero, ?actuar¨¢n los republicanos como partido de gobierno? ?o la facci¨®n populista proseguir¨¢ con la confrontaci¨®n? Hasta ahora, con el Senado en manos del Partido Dem¨®crata, nadie ¡ªo todos¡ª era culpable de la par¨¢lisis. A partir de enero, cuando se constituya el Congreso, los republicanos podr¨¢n aprobar leyes: Obama ser¨¢ el responsable si las veta.
?Habr¨¢ un giro en la Casa Blanca para salvar el legado en cooperaci¨®n de la derecha? Tras la derrota del Partido Republicano en las legislativas de 2006, el presidente Bush despidi¨® al secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y recentr¨® sus pol¨ªticas.
En la rueda de prensa, Obama no ofreci¨® ning¨²n indicio de que vaya a cambiar. El presidente mantiene los planes para aprobar antes de final de a?o un decreto que permita la regularizaci¨®n de indocimentados establecidos en EE UU, la mayor¨ªa de origen lationamericanos. El decreto ser¨ªa ¡°un gran error¡±, replic¨® McConnell.¡°Es como agitar una bandera roja delante un toro¡±.
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