Peligrosas calenturas

No s¨¦ por qu¨¦ a¨²n se sigue hablando de la ¡°amenaza¡± de calentamiento global cuando es una realidad que golpea por igual a zonas muy dispares. Para s¨®lo mencionar a Latinoam¨¦rica y El Caribe, ya all¨ª ocurre la ¡°democratizaci¨®n¡± del desastre: simultaneidad de la desaparici¨®n de los nevados andinos en Bolivia o Per¨² y aumento del nivel de los oc¨¦anos en el Mar Caribe tropical, todo por la misma causa. En el fondo hablamos de lo mismo; crecientemente las sequ¨ªas ¡ªo inundaciones¡ª son causadas por el calentamiento global.

El proyecto de una ¡°econom¨ªa verde¡± no tiene por qu¨¦ sonar a utop¨ªa

El reciente informe del Comit¨¦ Intergubernamental sobre el Cambio Clim¨¢tico de la ONU advierte de los problemas actuales y de la dram¨¢tica perspectiva de no reducirse radicalmente las emisiones de carbono, causadas principalmente por el uso de energ¨ªas no renovables como el petr¨®leo. Desastres naturales, escasez de alimentos, masas de refugiados y tantas otras desgracias que ya est¨¢n llegando. Para lograr la meta de no aumentar el calentamiento del planeta en m¨¢s de dos grados cent¨ªgrados, se deber¨ªa reducir las emisiones de di¨®xido de carbono para el 2030 en un 40%.

?Es ut¨®pico enfrentar eso? ?Con tanta demanda creciente de energ¨ªa en pa¨ªses como China y el hist¨®rico uso dispendioso de recursos por los pa¨ªses desarrollados? A primera vista es complejo, pues choca con esa demanda insaciable y con las actividades y proyectos expansivos de las empresas extractivas. Las sumas para exploraci¨®n en combustibles f¨®siles superan los 600.000 millones de d¨®lares anuales, mientras que para reducir emisiones de carbono las sumas disponibles a duras penas equivalen a los ingresos anuales de Exxon Mobil.

Desastres naturales, escasez de alimentos y masas de refugiados ya est¨¢n llegando

Pero si se analizan mejor las cosas no podr¨ªa decirse que todo va en direcci¨®n del desastre. Hay varios procesos simult¨¢neos, de distinta envergadura, que apuntan en una perspectiva m¨¢s alentadora. Menciono cuatro.

Primero, el reto del acuerdo global sobre la materia que se viene negociando y que tendr¨ªa que entrar en efecto desde el 2020. Para ese objetivo un hito importante es la conferencia COP-20 que se lleva a cabo en Lima dentro de un mes. En ello es clave que los pa¨ªses desarrollados precisen sus metas para reducir sus emisiones de carbono.

Segundo, que paralelamente al curso incierto de las negociaciones globales, se vienen dando otros pasos que abren rutas de optimismo sobre econom¨ªas l¨ªderes: las desarrolladas y emergentes pujantes, como China, con un acento interesante hacia la inversi¨®n en energ¨ªas renovables. Angela Merkel anunci¨® que para 2022 las centrales nucleares ya no ser¨ªan fuente energ¨¦tica en Alemania. Se estima que para ese entonces las energ¨ªas renovables cubrir¨ªan el 47% de la demanda energ¨¦tica del pa¨ªs. China, por su parte, ya ha reducido en 28,5% sus emisiones de carbono sobre el a?o-base 2005.

Merkel anunci¨® que para 2022 las centrales nucleares ya no ser¨ªan fuente energ¨¦tica en Alemania

Tercero, que adem¨¢s de los acuerdos multilaterales que se arman con enormes dificultades, las reglas internacionales emergentes le asignan una creciente y directa responsabilidad a las empresas. Estas tienen que responder no s¨®lo frente al derecho internacional y a las leyes nacionales, sino crecientemente a la sociedad y a sus propios accionistas. En una suerte de soft law, no expresada en sofisticados tratados o convenciones internacionales, se van generando est¨¢ndares m¨ªnimos que en muchos casos pueden ser m¨¢s precisos, exigentes y de impacto que los del derecho internacional p¨²blico.

Cuarto, porque en distintas regiones del mundo se van dando pasos concretos para ir variando las fuentes de energ¨ªa con crecientes inversiones en la producci¨®n de energ¨ªa sin emisiones de carbono. Latinoam¨¦rica ocupa en ello un lugar no desde?able. Como se destaca en reciente informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), s¨®lo en 2013 se ha invertido en la regi¨®n m¨¢s de 16.000 millones de d¨®lares en energ¨ªa renovable, equivalente al 7% de las inversiones globales en energ¨ªa limpia.

En distintas regiones del mundo se van dando pasos para variar las fuentes de energ¨ªa?

Los procesos de inversi¨®n en energ¨ªa e¨®lica no son nada desde?ables en pa¨ªses como Colombia, Chile y Per¨². Para 2030 en Chile se generar¨¢ 20 veces m¨¢s energ¨ªa proveniente del viento; en Per¨², de acuerdo al informe del WWF, se genera un monto superior a los 5 millones de d¨®lares en energ¨ªa solar y hay proyectos en marcha para dotar a 500,000 viviendas de energ¨ªa solar.

El proyecto de una ¡°econom¨ªa verde¡± no tiene por qu¨¦ sonar a utop¨ªa. Ante todo, porque es absolutamente indispensable marchar hacia ello. Avanzar en acuerdos concretos y no ret¨®ricos es, por eso, esencial en la hora presente para ir controlando el efecto invernadero en el corto plazo. En ello los Estados no son ni ser¨¢n los ¨²nicos actores.