El principal grupo yihadista egipcio jura lealtad al Estado Isl¨¢mico

El grupo yihadista Ansar Bait al Maqdis (Partisanos de Jerusal¨¦n, en ¨¢rabe), responsable de alguno de los ataques m¨¢s mort¨ªferos contra las fuerzas de seguridad egipcias de los ¨²ltimos meses, anunci¨® la madrugada del lunes haber jurado lealtad a Abubaker al Bagdadi, el l¨ªder del autonodeminado Estado Isl¨¢mico (EI), la milicia islamista que controla una parte de Siria e Irak. Si bien este no es el primer grupo extremista isl¨¢mico que se alista a la yihad liderada por el EI, el respaldo de Ansar Bait al Maqdis representa un salto cualitativo en la estrategia de Al Bagdadi de expandir su organizaci¨®n m¨¢s all¨¢ de las fronteras del Levante mediterr¨¢neo.

El anuncio se ha hecho p¨²blico a trav¨¦s de una grabaci¨®n de nueve minutos colgada en la cuenta oficial de Twitter de Ansar Bait al Maqdis en la que se puede o¨ªr la voz de uno de sus portavoces. ¡°De acuerdo con las ense?anzas del profeta, anunciamos nuestra lealtad hacia el califato, y anunciamos a todos los musulmanes que hagan lo mismo¡±. En su mensaje, la milicia, que lanz¨® una campa?a insurgente contra el Estado egipcio despu¨¦s de la deposici¨®n del ra¨ªs islamista Mohamed Morsi en verano del 2013, apela a los egipcios a rebelarse contra su ¡°gobierno injusto¡±.

En los ¨²ltimos dos meses, hab¨ªan aparecido informaciones en varios medios locales que aseguraban que el EI proporcionaba adiestramiento y asistencia a los miembros de Ansar Bait al Maqdis. Sin embargo, no se habr¨ªa producido una declaraci¨®n oficial de la alianza por miedo a que fuera vista en Egipto como una subordinaci¨®n a un grupo extranjero. Seg¨²n Mohamed Faiz Farhat, un experto en movimientos isl¨¢micos, la milicia se form¨® en 2011, tras la revoluci¨®n egipcia, con Israel en su punto de mira. Sin embargo, despu¨¦s del golpe de Estado contra Morsi, redirigi¨® sus ataques contra las fuerzas de seguridad egipcias.

Seg¨²n el Ministerio del Interior, entre soldados y agentes de polic¨ªa, m¨¢s de 500 personas han fallecido a causa de los atentados terroristas en los ¨²ltimos 15 meses. No existe una estimaci¨®n oficial de sus efectivos, pero se calcula que pueden ascender a varios centenares.

Entre los ataques m¨¢s sonados protagonizados por Ansar Bait al Maqdis, figura el que destruy¨® parcialmente la comisar¨ªa de Mansura, provocando la muerte de al menos 16 personas, y el intento frustrado de asesinato del ministro del Interior en El Cairo. No obstante, el escenario habitual de sus operaciones es la pen¨ªnsula del Sina¨ª, un territorio remoto y tradicionalmente marginado por parte del Estado egipcio. Precisamente, su atentado m¨¢s sangriento y sofisticado, en el que perdieron la vida m¨¢s de 30 soldados, tuvo lugar a finales del mes pasado en el norte del Sina¨ª.

Ante este duro golpe, el Gobierno ha reaccionado dando un paso m¨¢s en la militarizaci¨®n de la pen¨ªnsula, cuya franja m¨¢s septentrional se encuentra bajo el toque de queda. Adem¨¢s, el Ej¨¦rcito est¨¢ creando una zona tamp¨®n de unos 500 metros de ancho a lo largo de los 14 kil¨®metros de frontera entre Egipto y la franja palestina de Gaza, pues consideran que de ah¨ª llegaron las armas y los militantes empleadas en el ataque. Para conseguirlo, est¨¢ desalojando de sus casas por la fuerza a m¨¢s de 1.100 familias, provocando un enorme malestar entre los habitantes de la zona, en su mayor¨ªa beduinos. Aunque el Gobierno les ha prometido una compensaci¨®n econ¨®mica, esta a¨²n no se ha hecho efectiva. En un intento de capitalizar el descontento de los beduinos, en su mensaje del lunes, Ansar Bait al-Maqdis promete ¡°venganza¡± por las evacuaciones forzosos.

Desde la irrupci¨®n de Ansar Bait al-Maqdis, el Ejecutivo egipcio ha intentado vincularlo a los Hermanos Musulmanes, el partido de Morsi. ¡°De momento, no han presentado a la opini¨®n p¨²blica ninguna prueba s¨®lida sobre esa conexi¨®n¡±, opina el analista H. E. Heller, afiliado al think tank Brookings Institution. En su ¨²ltima grabaci¨®n, la milicia islamista se dirigi¨® a los miembros de la Hermandad hastiados por la brutal represi¨®n que padecen: ¡°No conseguir¨¦is nada con la democracia de los infieles. Es mejor morir con honor que vivir bajo la humillaci¨®n¡±.