¡°Libia tiene poco tiempo para evitar caer en guerra civil o en manos del EI¡±
El pol¨ªtico sale ileso de un atentado cuando se reun¨ªa con el actual jefe de Gobierno libio
Bernardino Le¨®n Gross tiene a sus 50 a?os mucha experiencia pol¨ªtica, internacional y en Espa?a, y apenas se asusta por nada. Ahora es el enviado especial de Naciones Unidas para intentar arreglar el desaguisado de Libia. El domingo sufri¨® un atentado cuando estaba en una cita secreta con el primer ministro reconocido internacionalmente.
Pregunta. ?C¨®mo vivi¨® el atentado?
Respuesta. Est¨¢bamos con el presidente Abdula al Thini, en una charla que hab¨ªa sido larga, de unos 45 minutos, y ya casi al final hubo una explosi¨®n fuerte. La onda expansiva destruy¨® los cristales de la sala grande de reuniones donde est¨¢bamos y de la contigua, que estaba a¨²n m¨¢s cerca de donde explot¨® el coche. Salimos para ver si hab¨ªa m¨¢s da?os, en techos y paredes, y aunque no hubo p¨¢nico s¨ª se produjo un momento de gran confusi¨®n. Hasta dos ministros libios entraron en colapso porque entonces se produjo r¨¢pido la segunda explosi¨®n y los equipos de seguridad no sab¨ªan si hab¨ªa sido un coche bomba o un ataque con morteros, que son m¨¢s frecuentes.
P. ?Contra qui¨¦n iba dirigido el ataque?
R. Ahora nuestro equipo de seguridad de Naciones Unidas revaluar¨¢ la situaci¨®n porque no sabemos exactamente contra qui¨¦n iba el ataque. Hay razones para creer que iba contra Naciones Unidas porque la reuni¨®n se cambi¨® varias veces de lugar y hasta de ciudad y alguien de dentro supo esos cambios y esper¨® hasta que est¨¢bamos reunidos porque quer¨ªan ir contra nosotros y nuestra labor de mediaci¨®n.
P. ?Y ahora, despu¨¦s de que la semana pasada el Tribunal Supremo invalidara al Parlamento salido de las urnas del 25 de junio y el reconocido internacionalmente, cu¨¢l es la situaci¨®n pol¨ªtica?
R. Hay que distinguir el aspecto jur¨ªdico y el pol¨ªtico. La sentencia del Supremo introduce un cuestionamiento claro respecto a que la c¨¢mara de representantes se reuniera en Tobruk (a 1.400 kil¨®metros al este de la capital y lejos de Bengasi que es donde debe citarse seg¨²n la Constituci¨®n provisional) pero no deja clara la situaci¨®n institucional ni cu¨¢l es el parlamento leg¨ªtimo. En lo pol¨ªtico la c¨¢mara de Tobruk ha sido rechazada y el Gobierno y el pa¨ªs est¨¢ m¨¢s dividido que antes. Ya hay voces de diputados del este que hablan de federalismo e independencia y partidarios del general Jalifa Hifter que hablan de lucha. Nosotros seguimos trabajando en la l¨ªnea del di¨¢logo moderado abierto en la ciudad de Ghadames (una cita promovida por Naciones Unidas entre distintas partes del conflicto).
P. ?Pero c¨®mo se va a poder hablar entre partes tan enfrentadas?
R. Vamos a ampliar la base y a incorporar nuevos actores y nuevas ideas, pero en un marco temporal muy estrecho, porque tenemos poco tiempo. Hay muchas fuerzas contrapuestas y terribles operando para que fracase esa operaci¨®n, en Bengasi o en las monta?as de Nafusa.
P. ?Qu¨¦ quiere decir poco tiempo?
R. Ya dije en septiembre que hab¨ªa que buscar un acuerdo antes de final de a?o. Porque ahora no solo hay riesgo de divisi¨®n y guerra civil generalizada sino tambi¨¦n del fortalecimiento de los grupos terroristas del Daech. En Derna, a apenas 80 kil¨®metros de donde se produjo el ataque del domingo (Shahat), est¨¢n asentados grupos terroristas del Estado Isl¨¢mico y hay relaci¨®n entre el atentado y esos grupos, que cada vez son m¨¢s fuertes y m¨¢s capaces de operar.
P. ?C¨®mo est¨¢ la situaci¨®n econ¨®mica y los campos petrol¨ªferos?
R. Desde hace tiempo ya insistimos ante las partes en conflicto que hab¨ªa tres ¨¢mbitos que deber¨ªan ser neutrales: el Banco Central, el petr¨®leo y la Autoridad Libia de Inversiones. Y les advertimos que les pondr¨ªamos sanciones si cruzaban esas l¨ªneas rojas que son sagradas y no se pueden tocar. Ahora notamos, despu¨¦s del fallo del Supremo, que algunos grupos armados est¨¢n en otra onda distinta y ya no ven aliciente en la neutralidad. Estamos evaluando con sumo cuidado esa informaci¨®n porque no vamos a permitir que nadie toque ahora esos objetivos y no descartamos medidas de mayor control y supervisi¨®n ni sanciones. Las milicias que se disparan entre ellas cobran todas del Banco Central Libio y si hace falta esa l¨ªnea se cortar¨ªa.
P. ?Ante este ca¨®tico escenario parece que Estados Unidos se plantea por su cuenta aplicar sanciones antes y al margen de Naciones Unidas?
R. El martes estuve en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y ped¨ª mucho apoyo y se habl¨® mucho del elemento sanciones como nueva vuelta de tuerca para controlar mejor el mercado y contrabando de armas. Y si a esas medidas se suman otros pa¨ªses de la comunidad internacional bienvenidos sean. Se trata de luchar contra quienes cantan canciones de guerra y no da una se?al de descoordinaci¨®n ni de divisi¨®n sino un mensaje a la burocracia interna de Naciones Unidas de que debemos actuar r¨¢pido.
P. ?Usted ha sido declarado persona non grata por el gobierno paralelo de Tripol¨ª y en esas condiciones parece dif¨ªcil jugar el papel de mediador?
R. Me debo y trabajo para mi organizaci¨®n y el Gobierno de Omar al Hassi ha sido votado por un n¨²mero muy reducido de miembros del parlamento y no ha sido reconocido por ning¨²n gobierno del mundo. Pero la sentencia del Supremo, se acepte o no, se interprete como se interprete, cambia algunas reglas y ahora vamos a ampliar el di¨¢logo ya iniciado, escuchar las propuestas de todos, buscar un denominador com¨²n y lanzar en unos d¨ªas una alternativa razonable.
P. Tres a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del dictador Muamar el Gadafi se habla de caos, abismo, precipicio y de un panorama que no ha mejorado la situaci¨®n que se viv¨ªa entonces. ?C¨®mo se explica?
R. No hay nadie en Libia que haya conocido otra cosa en su vida que Gadafi (42 a?os en el poder). Y eso significa una ausencia total de instituciones, de democracia, con una revoluci¨®n surrealista que no permit¨ªa que creciera ninguna alternativa de poder ni personal ni articulada. Eso ha hecho un da?o enorme a su cultura, a su identidad como ciudadanos, que llevar¨¢ mucho tiempo recuperar. Si alg¨²n d¨ªa se puede construir un Estado hab¨ªa primero que parar esa situaci¨®n de caos, pasar esta etapa en la que cada uno quiere y pretende lo que le da la gana. Pero para que ese esfuerzo pol¨ªtico y pedag¨®gico cale en la sociedad har¨¢ falta a?os y m¨¢s de una generaci¨®n. Y debemos aprender de los errores de estos tres a?os. La comunidad internacional pec¨® de dejar a Libia y a los libios solos. No estaban preparados y eso no funcion¨®.
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