¡°Tienen que darles algo a los ilegales. Son millones y est¨¢n sufriendo¡±
Inmigrantes que han llegado al final del camino y se han hecho ciudadanos de EE UU explican c¨®mo ha cambiado el pa¨ªs
¡°?Hay alguien aqu¨ª que hable farsi?¡±. El funcionario hac¨ªa esta pregunta entre el p¨²blico que abarrotaba el viernes por la ma?ana el Centro de Convenciones de Ontario, al Este de Los ?ngeles, para ver si alguien pod¨ªa echarle una mano. Uno de los 2.077 inmigrantes que se iban a convertir minutos despu¨¦s en ciudadanos de pleno derecho de Estados Unidos parec¨ªa tener dificultades pare entenderse en otro idioma que no fuera farsi. Tal es la diversidad de EE UU y tan variados son los perfiles de aquellos que aspiran a ser ciudadanos como las historias que les trajeron hasta aqu¨ª.
Estas ceremonias masivas de nacionalizaci¨®n se celebran un par de veces al mes en California. En la del viernes hubo que hacer dos turnos, de m¨¢s de mil personas cada uno. Estaban representadas 86 nacionalidades, a las que renunciaron a trav¨¦s del juramento de lealtad a la Constituci¨®n de EE UU. Casi la mitad, 932 nuevos ciudadanos, eran de M¨¦xico. Los siguientes cinco pa¨ªses con m¨¢s emigrantes presentes eran El Salvador, Guatemala, Filipinas, China e Ir¨¢n.
En Estados Unidos hay unos 11 millones de inmigrantes indocumentados que sue?an con estar alg¨²n d¨ªa en una ceremonia como esta. Ante la inacci¨®n del Legislativo por el bloqueo del Partido Republicano, el presidente Barack Obama se ha comprometido a tomar medidas ejecutivas para aliviar la situaci¨®n de al menos 5 millones de inmigrantes y abrirles, dentro de lo posible, un camino hacia la ciudadan¨ªa.
Estos son los inmigrantes que ya han llegado al final del camino. Unos, siempre estuvieron aqu¨ª legales, otros llegaron atravesando desiertos, otros por reunificaci¨®n familiar y otros se casaron con estadunidenses. EL PA?S los acompa?¨® en el emocionante d¨ªa en que se hicieron ciudadanos de EE UU para saber c¨®mo llegaron hasta aqu¨ª y qu¨¦ creen que debe hacer el presidente para aliviar la situaci¨®n de los que vinieron tras ellos.
Guillermo Rom¨¢n Ch¨¢vez (M¨¦xico)
¡°Tienen que darles algo a los indocumentados para que se puedan defender¡±
Guillermo Rom¨¢n Ch¨¢vez ha estado ah¨ª. Ha pasado por todo eso. Su rostro de 77 a?os refleja a?os de duro trabajo y una larga lucha hasta lograr el certificado de ciudadan¨ªa al que se abrazaba el viernes por la ma?ana. Hace 25 a?os envi¨® a su esposa y sus ocho hijos a Estados Unidos desde Guadalajara, Jalisco. Cruzaron ¡°por el cerro¡± de Tijuana. Despu¨¦s viaj¨® ¨¦l, con un visado de turista. Y aqu¨ª hicieron su vida, en situaci¨®n irregular, evitando a las autoridades como hoy siguen haciendo millones de personas.
Rom¨¢n dice que han llegado hasta aqu¨ª ¡°con mucho sacrificio, manteni¨¦ndonos sin ning¨²n problema, trabajando y port¨¢ndonos bien¡±. Lograron un permiso de residencia tras seis a?os en Estados Unidos. Rom¨¢n no estudi¨® nunca. Sus hijos estudiaron, aprendieron ingl¨¦s y se hicieron ciudadanos. ?l nunca aprendi¨® ingl¨¦s y ha tenido que esperar 15 a?os para calificar como excepci¨®n y poder hacerse norteamericano.
Sobre las medidas ejecutivas que planea tomar Obama, responde que ¡°debe hacerlo, porque mucha gente sufre mucho en el trabajo¡±. Entonces el se?or Rom¨¢n se queda mirando al vac¨ªo, como recordando algo, se le quiebra la voz y ya solo puede continuar entre l¨¢grimas. ¡°Es necesario hacerlo, para que estemos agradecidos a este pa¨ªs. Tienen que darles algo para que se puedan defender, para trabajar, para pasear con sus familias, para poder viajar. Son millones y est¨¢n sufriendo. El d¨ªa que los inmigrantes tengan confianza, los empresarios los mirar¨¢n de otra manera¡±.
Daniel ?vila F¨¦lix (M¨¦xico)
¡°La gente viene aqu¨ª con un sue?o, venimos a trabajar¡±
Daniel ?vila fue un dreamer, uno de esos j¨®venes que crecieron siendo norteamericanos normales sin saber que no lo eran. Ten¨ªa cuatro a?os cuando sus padres lo trajeron de M¨¦xico ilegalmente en 1987. El viernes se hac¨ªa fotos rodeado de su familia con el certificado de su ciudadan¨ªa. Su madre, Cecilia, contaba que tuvieron una vida ¡°muy dif¨ªcil¡±, de ¡°mucho trabajo para salir adelante¡±.
Cuando termin¨® el instituto y se dio cuenta de que no pod¨ªa ir a la universidad porque era indocumentado, ?vila decidi¨® jug¨¢rsela. La familia habl¨® con un abogado y present¨® su caso ante un juez para que le diera la residencia, porque ¨¦l no ten¨ªa la culpa de estar aqu¨ª irregular. ¡°Uno nunca tiene la seguridad. Crees que lo has hecho todo bien, pero est¨¢s en manos del juez¡±. El tribunal regulariz¨® su situaci¨®n. Lo siguiente que hizo fue matricularse en arquitectura, pero hace poco ha cambiado de opini¨®n. ¡°Mi pasi¨®n es ayudar a la gente, as¨ª que voy a volver a la universidad para ser enfermero¡±.
?vila anima al presidente a que d¨¦ a otros la oportunidad que ¨¦l tuvo. ¡°La gente viene aqu¨ª con un sue?o, venimos a trabajar¡±. Debe tener un camino a la ciudadan¨ªa ¡°toda la gente de bien que lleve a?os trabajando y colaborando con la comunidad¡±.
Sammi Echols (Tailandia)
¡°Deber¨ªan dar permisos de trabajo temporales¡±
Sammi y David Echols se conocieron en unas vacaciones en Tailandia y all¨ª mismo se casaron. Cuando David se volvi¨® a Long Beach, California, tuvo que dejar all¨ª a su esposa seis meses y hacer hasta tres viajes hasta que consigui¨® que le dieran un permiso de residencia temporal. Ha conseguido la nacionalidad despu¨¦s de siete a?os en EE UU. Facilitar la regularizaci¨®n de familiares directos de ciudadanos es una de las medidas m¨¢s demandadas a la Casa Blanca y est¨¢ sobre la mesa.
¡°Creo que deber¨ªan pon¨¦rselo m¨¢s f¨¢cil a la gente que ya lleva aqu¨ª a?os¡±, opina David. ¡°Pol¨ªticas como el Dream Act (el programa de regularizaci¨®n de inmigrantes que llegaron siendo menores) tienen todo el sentido. Deber¨ªan hacer permisos de trabajo temporales, por ejemplo¡±.
Mar¨ªa Daboub (M¨¦xico)
¡°Hay que dar papeles a los que de verdad los merecen¡±
¡°Mi pap¨¢ me pidi¨®¡±. As¨ª de sencillo explica Mar¨ªa Daboub, de 29 a?os, c¨®mo lleg¨® a California desde Pijiap¨¢n, en la frontera de Chiapas con Guatemala. Pero no fue f¨¢cil. Su padre se regulariz¨® tras casarse con una ciudadana norteamericana y pidi¨® la reunificaci¨®n familiar con sus cinco hijos. Tardaron dos a?os en conced¨¦rsela. A los pocos minutos de hacerse ciudadana, Daboub (apellido de origen liban¨¦s), dec¨ªa que ahora ella va a pedir que venga su madre.
Mar¨ªa Daboub apoya una reforma migratoria, pero opina que hay que ¡°dar papeles a los que de verdad los merecen. Los que han aportado a la naci¨®n deber¨ªan tener papeles¡±.
Masima Afsar Shikder (Bangladesh)
¡°Mientras no seas un ladr¨®n, deber¨ªas poder ser ciudadano¡±
¡°A m¨ª me invit¨® a venir George Bush¡±, bromea Muhammad Hossein, de 48 a?os. Su camino a la ciudadan¨ªa no tiene nada que ver con ninguno de los anteriores. Se refiere a la loter¨ªa de 20.000 permisos de residencia permanente que se realiz¨® en 1989. Envi¨® su solicitud y le seleccionaron. Desde entonces, ha tra¨ªdo a California a su esposa, y esta a sus suegros. El viernes se hac¨ªa ciudadana su suegra, Masima Afsar Shikder.
Sobre las posibles medidas ejecutivas de Obama no tiene ninguna duda: ¡°Adelante¡±. ¡°Este es el pa¨ªs donde ocurren esas cosas, deber¨ªa hacerlo¡±. Y pone un matiz bastante com¨²n: ¡°Mientras no seas un ladr¨®n o una persona problem¨¢tica, claro. Quita a esos, y los dem¨¢s deber¨ªan poder¡± ser ciudadanos.
Aura Matilde Rivas y Eric Rivas (Guatemala)
¡°Tiene que haber una amnist¨ªa¡±
Cuando Aura Matilde y Eric Rivas explican c¨®mo lograron la residencia en Estados Unidos parece que hablan de otro pa¨ªs. Llegaron a California con un visado de turista hace 27 a?os y, como tantos, tras caducar el visado se quedaron ilegales. En 1990, ya pudieron pedir la regularizaci¨®n por residencia, una v¨ªa que hoy est¨¢ taponada para millones de personas. Viven desde entonces en Los ?ngeles, donde ¨¦l ha trabajado en la construcci¨®n y en un taller mec¨¢nico y han tenido dos hijos estadounidenses.
Eric Rivas pone el foco en facilitar las garant¨ªas para una inmigraci¨®n legal, a trav¨¦s de un mejor control de los antecedentes. ¡°Tienen que buscar en el record de las personas para que puedan entrar legalmente y trabajar aqu¨ª¡±, dice. Y para los que ya est¨¢n, ¡°tiene que haber una amnist¨ªa¡±. ¡°Los que est¨¢n pagando impuestos deber¨ªan tener ciudadan¨ªa¡±.
Abel Ramos (M¨¦xico)
¡°Ahora hay m¨¢s oposici¨®n a los inmigrantes que antes¡±
Rodeado de sus siete hijos, todos estadounidenses, Abel Ramos celebraba el viernes a los 58 a?os su nueva nacionalidad. Vino de Guadalajara, M¨¦xico, en 1975, ¡°brincando, corriendo y agach¨¢ndome¡±, dice entre risas. Recuerda Tijuana lleno de sembrados, no con una valla como la de ahora. Entonces, la t¨¦cnica para cruzar era, tal cual, ¡°brincar y a correr¡±. La frontera estaba vigilada por helic¨®pteros. En 1987 logr¨® la residencia gracias a la amnist¨ªa del presidente Ronald Reagan.
¡°Obama deber¨ªa dar una oportunidad a los indocumentados que han venido detr¨¢s de nosotros. Pero ahora hay m¨¢s contra los inmigrantes que antes. Los republicanos dicen que van a revocar todo lo que haga. Eso en los a?os 70 y 80 no pasaba¡±. Ahora, la gente no sabe a qu¨¦ atenerse, dice Ramos, ¡°la gente est¨¢ en s¨ª o no¡±.
Reyna Liseth Erazo (Honduras)
"Separar a las familias es horrible"
Reyna Liseth Erazo fue una ni?a de la frontera mucho antes de que este t¨¦rmino fuera habitual en el lenguaje de los pol¨ªticos. En 1980 ten¨ªa 12 a?os. Tras un viaje ¡°en todos los medios de transporte¡±, con su madre y cinco primos, la detuvieron y se separaron. Su madre lleg¨® a Los ?ngeles mientras ella tuvo que volver a empezar el viaje. Finalmente, en su segundo intento, consigui¨® pasar la frontera de Tijuana en el coche de una se?ora que le dijo que se hiciera la dormida. Tan pronto como en 1982 una amnist¨ªa le permiti¨® regularizar su situaci¨®n y lograr una residencia temporal. ¡°He tenido una vida mejor que la que habr¨ªa tenido en Honduras¡±, dec¨ªa el viernes mientras mostraba su certificado de ciudadan¨ªa de EE UU.
¡°Obama deber¨ªa abrir una reforma migratoria y dar una oportunidad para que mucha gente que lleva aqu¨ª a?os tenga permiso de residencia¡±, afirma Erazo. Y sobre todo, acabar con las deportaciones, ¡°no separar a las familias, eso es horrible¡±.
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