Cr¨ªticas de falta de transparencia en el tratado de la UE con EE UU

Falta de transparencia es la principal cr¨ªtica que organizaciones sociales aducen a la hora de referirse a la Asociaci¨®n Transatl¨¢ntica para el Comercio y la Inversi¨®n, conocida como TTIP (sus siglas en ingl¨¦s), que la Uni¨®n Europea y Estados Unidos negocian desde junio del a?o pasado. Esta ma?ana lo han dejado patente los asistentes a un debate organizado en Madrid por la oficina del Parlamento Europeo en Espa?a en el que han participado representantes de la Euroc¨¢mara y la Comisi¨®n. Antonio Fern¨¢ndez-Martos, director general de Comercio Internacional e Inversiones del Ministerio de Econom¨ªa, ha se?alado que se trata de la "prioridad n¨²mero uno de la pol¨ªtica comercial espa?ola". Frente a los argumentos de las instituciones comunitarias, que lo ven como una oportunidad y aseguran que podr¨ªa suponer un aumento del 0,5% del PIB europeo y la creaci¨®n de 400.000 puestos de trabajo ¡ª140.000 de ellos, en Espa?a¡ª, las organizaciones han puesto el foco en la opacidad de las negociaciones y han alertado acerca de la p¨¦rdida de derechos de los europeos que podr¨ªa acarrear.

"El acuerdo pretende eliminar aranceles sobre bienes y restricciones sobre servicios, abrir mercados p¨²blicos y facilitar las inversiones en ambos sentidos. Debe fomentar el comercio transatl¨¢ntico, reducir costes y precios y crear crecimiento y empleo en ambos lados del Atl¨¢ntico". Esta es la explicaci¨®n oficial de los objetivos que persigue el TTIP. "Se trata de un pacto que podr¨ªa aportar beneficios por valor de 119.000 millones de euros a la UE y de 95.000 millones de d¨®lares a EE UU", ha resaltado Santiago Fisas, eurodiputado del Partido Popular. "La UE y EE UU ya suman el 60% del PIB mundial. Este tratado es fundamental desde el punto de vista geopol¨ªtico, para que Europa recupere un papel de liderazgo", ha indicado Inmaculada Rodr¨ªguez-Pi?ero (del PSOE).

Ambos han sido los dos ¨²nicos parlamentarios invitados como ponentes a la mesa redonda, pues son los dos ¨²nicos espa?oles miembros titulares de la comisi¨®n de comercio internacional, la encargada de tratar el asunto en la Euroc¨¢mara, seg¨²n ha explicado el director de la oficina del Parlamento Europeo en Espa?a, Ignacio Samper. La ausencia de pluralidad pol¨ªtica ha sido afeada por varios de los presentes como p¨²blico en el debate, entre ellos, por una representante de Lola Gal¨¢n, eurodiputada de Podemos que es suplente en dicha comisi¨®n.

"Estamos haciendo esfuerzos para informar del TTIP", ha afirmado en varias ocasiones Jochen M¨¹ller, analista pol¨ªtico de la Comisi¨®n Europea en Espa?a, que ha remitido a la p¨¢gina web disponible en la que leer el mandato negociador que el Consejo entreg¨® a la Comisi¨®n, que se public¨® casi un a?o despu¨¦s de haber empezado las negociaciones. Florent Marcellesi, portavoz de Equo en la Euroc¨¢mara, ha criticado que ¨²nicamente siete eurodiputados, uno por cada grupo parlamentario, puedan acceder a los documentos de la negociaci¨®n en una sala a la que solo pueden entrar con papel y bol¨ªgrafo. "Son las normas. Hemos de preservar nuestras cartas frente a EE UU", ha justificado M¨¹ller.

El mecanismo de resoluci¨®n de conflictos entre inversores y Estados ha sido otro de los puntos objeto de cr¨ªticas. "Este mecanismo no es necesario. En EE UU y en la UE ya existe un sistema jur¨ªdico s¨®lido y eficiente", ha defendido Rodr¨ªguez-Pi?ero. Fisas ha indicado que el Partido Popular Europeo a¨²n no ha definido su postura al respecto, aunque ha manifestado que su formaci¨®n es m¨¢s bien proclive a la creaci¨®n de este mecanismo al cual las empresas puedan recurrir para reclamar a los Estados, "sobre todo en casos de expropiaciones y en alg¨²n que otro supuesto". Luis Rico, de Ecologistas en Acci¨®n, se ha opuesto frontalmente: "En el mejor de los casos, los Estados pueden no perder frente a las compa?¨ªas. Pero habr¨¢n gastado dinero e invertido muchos esfuerzos en estos procesos. Si pierden, pueden estar obligados a afrontar multas millonarias".

Representantes de sindicatos, de asociaciones sanitarias, ecologistas y profesores universitarios han alertado sobre las posibles p¨¦rdidas en cuanto a derechos laborales y de protecci¨®n social y medioambiental. Han criticado, entre otros asuntos, las presiones de EE UU para introducir en Europa alimentos transg¨¦nicos, han asegurado que se ha roto el di¨¢logo social ¡ªsostienen que la mayor¨ªa de los interlocutores en las conversaciones que los negociadores est¨¢n manteniendo con organizaciones de la sociedad civil son lobbies y grandes corporaciones¡ª y que puede aumentar el precio de los medicamentos. Los representantes de las instituciones comunitarias han insistido en que el TTIP en ning¨²n caso supondr¨¢ una reducci¨®n de los est¨¢ndares que han sido alcanzados en Europa.