El voto emigrante da un vuelco a las urnas en Rumania
El deseo de cambio moviliza a un electorado hastiado por la corrupci¨®n
Con un cepillo de dientes. As¨ª se presentaron el domingo para votar en las elecciones presidenciales muchos emigrantes rumanos en los consulados y embajadas que su pa¨ªs tiene en Par¨ªs, Londres, M¨²nich, Tur¨ªn o Madrid. Era su manera simb¨®lica de denunciar la larga jornada que preve¨ªan afrontar. Porque, como ocurri¨® en la primera vuelta, la escasa log¨ªstica provoc¨® colas kilom¨¦tricas. Tan largas que s¨®lo 378.800 de los tres millones de emigrantes rumanos con derecho a voto lograron pasar por las urnas; muchos miles no llegaron a depositar la papeleta. El voto de estos ciudadanos descontentos fue clave para la inesperada victoria de Klaus Iohannis, conservador y miembro de la minor¨ªa germana del pa¨ªs, que obtuvo el 54% de los votos.
Los rumanos en el extranjero ¡ªuna comunidad importante en un pa¨ªs de 20 millones de personas¡ª se revelaban contra el actual primer ministro del Partido Socialdem¨®crata (PSD, excomunista), Victor Ponta, al que las encuestas daban como vencedor en su intento por conquistar la presidencia y que en la primera ronda hab¨ªa ganado con un margen de 10 puntos. As¨ª, la movilizaci¨®n del cepillo de dientes ¡ªampliamente difundida en las redes sociales¡ª, y las denuncias de los emigrantes para votar, apunta el analista pol¨ªtico Claudiu Munteanu, despert¨® la solidaridad de muchos compatriotas en casa. Y ha contribuido a movilizar a parte de un electorado hastiado por la clase pol¨ªtica y los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que asolan el pa¨ªs, el segundo m¨¢s pobre de la UE, tras Bulgaria. Tanto es as¨ª que la participaci¨®n en esta segunda vuelta de las presidenciales super¨® en ocho puntos a la primera y alcanz¨® el 64%, un porcentaje r¨¦cord.
El voto de la di¨¢spora, el urbano y el de los j¨®venes, han sido, seg¨²n los analistas, las principales causas del vuelco electoral que ha beneficiado a Iohannis, antiguo catedr¨¢tico de F¨ªsica y alcalde de la transilvana Sibiu, que se ha presentado durante la campa?a como un buen gestor, con perfil conciliador y alejado de pol¨¦micas como las que Ponta ha mantenido durante estos a?os con el presidente que ahora deja su cargo tras una d¨¦cada, Traian Basescu.
A Ponta no le ha bastado contar con el aparato gubernamental, ni sus ¨²ltimos anuncios como primer ministro (por ejemplo, la subida de 25 euros del salario m¨ªnimo, que aun as¨ª no llega a los 300), o que la econom¨ªa haya crecido un 3% de enero a septiembre. ¡°Se ha producido un voto de castigo para la Administraci¨®n Ponta, salpicada por casos de corrupci¨®n durante la campa?a, y que es promotora de duras medidas de austeridad que han afectado a mucha gente¡±, incide Alina Nita, del laboratorio de ideas Romania Forum.
Ponta deber¨¢ afrontar ahora no solo su derrota. Tambi¨¦n la gesti¨®n como jefe de Gobierno del caos del domingo en decenas de colegios electorales en el extranjero. Y eso que su Ejecutivo, tras un descontrol similar en la primera ronda, que cost¨® su puesto al ministro de Exteriores, hab¨ªa prometido mejorar la log¨ªstica.
Pero el esc¨¢ndalo volvi¨® a ser may¨²sculo. Los partidos de la oposici¨®n y las asociaciones de rumanos en el extranjero denuncian que el Gobierno quiso ¡°bloquear¡± su voto, que se preve¨ªa mayoritario en favor de Iohannis. Y as¨ª fue, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Comisi¨®n Central Electoral, porque le apoy¨® un 86,9% de los votantes en el extranjero.
Se registraron incidentes en Par¨ªs y Tur¨ªn, donde la polic¨ªa intervino con gases lacrim¨®genos para disolver a votantes que trataban de entrar en el consulado a depositar su papeleta. Y ayer, la Comisi¨®n Europea inst¨® al Ejecutivo de Ponta a investigar lo ocurrido. ¡°Asegurar la celebraci¨®n de unas elecciones libres y justas es indisociable de los valores democr¨¢ticos¡±, declar¨® en Bruselas el portavoz comunitario, Margaritis Schinas. Un toque de atenci¨®n a un pa¨ªs bajo la supervisi¨®n de la UE en su lucha contra la corrupci¨®n y la reforma de la justicia.
Pero el supuesto bloqueo solo sirvi¨®, no obstante, como revulsivo para los afines al candidato conservador. ¡°Visto que los de fuera apoyamos a Iohannis en la primera vuelta, Ponta intent¨® que esta vez no pudi¨¦ramos votar; pero al final le ha salido mal la jugada¡±, dice George Iacob, de la asociaci¨®n RoMadrid. Iacob, de 44 a?os y conserje en un portal, acudi¨® con su mujer, Luminita, a votar en Getafe (Madrid), en uno de los alrededor de 30 centros habilitados en Espa?a. Lleg¨® muy temprano y aguard¨® m¨¢s de una hora. Sin embargo, cuenta que su primo Vasile tuvo que irse sin haber depositado su voto, despu¨¦s de haber estado varias horas en la cola.
Iohannis, que en el cargo de presidente tendr¨¢ competencias en seguridad, pol¨ªtica exterior y justicia, deber¨¢ cohabitar con Ponta, que le ha atacado ferozmente durante la campa?a acus¨¢ndole ¨Cpor su pertenencia a la minor¨ªa alemana-- de no ser ¡°un verdadero rumano¡±. Y es que el socialdem¨®crata ya ha declarado que no dimitir¨¢ como primer ministro, y las pr¨®ximas elecciones al Parlamento rumano (donde los socialdem¨®cratas tienen mayor¨ªa) son dentro de dos a?os.
El conservador est¨¢ adem¨¢s en una posici¨®n inc¨®moda. Con un discurso centrado en erradicar la corrupci¨®n, fue acusado durante la campa?a de malas pr¨¢cticas e incompatibilidades ¡ªfue presidente de la empresa municipal de aguas a la vez que regidor¡ª y est¨¢ pendiente de un proceso judicial que podr¨ªa incluso inhabilitarle para ocupar cargos p¨²blicos, lo que le despojar¨ªa de la presidencia.
Este lunes, en su primera intervenci¨®n tras el vuelco electoral, Iohannis asegur¨® que dar¨ªa la batalla contra las redes clientelares y corruptas, e inst¨® al Parlamento a desechar una ley que permite la amnist¨ªa para algunos casos de corrupci¨®n.
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