Obama fuerza el relevo del secretario de Defensa para hacer frente al EI
Es la primera baja en la Administraci¨®n Obama tras la derrota dem¨®crata en las legislativas
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunci¨® este lunes la dimisi¨®n de su secretario de Defensa, Chuck Hagel. Hagel, en el cargo desde febrero de 2013, es la primera baja en la Administraci¨®n de Obama tras la derrota del Partido Dem¨®crata en las elecciones legislativas del 4 de noviembre.
El presidente forz¨® la dimisi¨®n de Hagel, un exsoldado y exsenador de 68 a?os, en una reuni¨®n el viernes, seg¨²n The New York Times, el diario que adelant¨® la noticia.
En una comparecencia en la Casa Blanca, Obama explic¨® que acord¨® el relevo de acuerdo con Hagel, a quien defini¨® como un secretario de Defensa "ejemplar". No aclar¨® los motivos de la dimisi¨®n, pero dio a entender que el jefe del Pent¨¢gono hab¨ªa cumplido con su trabajo en un periodo de transici¨®n y que ahora se abr¨ªa una nueva etapa, la de los dos ¨²ltimos a?os de esta presidencia.
"Despu¨¦s de muchas conversaciones, el presidente y yo hemos acordado que ahora era el momento adecuado para un nuevo liderazgo aqu¨ª en el Pent¨¢gono", dijo Hagel en un mensaje a los funcionarios del Departamento de Defensa.
Hagel continuar¨¢ en el cargo hasta que el dem¨®crata Obama nombre a un sucesor y el Senado lo confirme. Era el ¨²nico miembro del Partido Republicano en el gabinete. Otro de los cargos de peso en la Administraci¨®n de Obama, el de fiscal de general, est¨¢ pendiente de confirmaci¨®n en el Senado, tras la sustituci¨®n de Eric Holder por Loretta Lynch.
La sustituci¨®n de Hagel supone un reconocimiento de que la pol¨ªtica exterior y de defensa de EE UU necesita ajustes. El ascenso del yihadismo del Estado Isl¨¢mico en Irak y Siria y las tensiones con Rusia por Ucrania han obligado a reformular la estrategia de la primera potencia mundial. La Casa Blanca parece haber concluido que el actual jefe del Pent¨¢gono no era la persona m¨¢s adecuada para la tarea.
Entre los sustitutos posibles que menciona el Times, se encuentran Mich¨¨le Flournoy, ex subsecretaria de Defensa, el senador dem¨®crata Jack Reed y el ex secretario de Defensa adjunto Ashton Carter.
Flournoy, fundadora del laboratorio de ideas Center for a New American Security, ser¨ªa la primera mujer secretaria de Defensa en la historia de EE UU. En los ¨²ltimos meses ha defendido la necesidad de que tropas terrestres acompa?en a los bombardeos contra el Estado Isl¨¢mico en Siria. Tambi¨¦n abog¨® por entregar armas a las fuerzas armadas de Ucrania para defender su territorio ante los insurgentes prorrusos. Ambas posturas van m¨¢s all¨¢ de la cautela de la Administraci¨®n de Obama ante ambas crisis.
Obama nombr¨® a Hagel para unas tares distintas a las que afronta ahora. El secretario de Defensa ¡ªveterano de Vietnam, senador republicano entre 1997 y 2009 y cr¨ªtico con la invasi¨®n de Irak de 2003 ordenada por el republicano George W. Bush¡ª lleg¨® al Pent¨¢gono con la misi¨®n de organizar el repliegue de EE UU. Sus prioridades eran retirar las tropas de Afganist¨¢n ¡ªuna guerra que dura 13 a?os¡ª y recortar los presupuestos militares.
El movimiento es similar al que el antecesor de Obama, Bush, hizo tras la derrota del Partido Republicano en las elecciones legislativas de 2006. Entonces Bush destituy¨® a su secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, aunque el peso de Rumsfeld en aquella Administraci¨®n era mayor que el de Hagel, un pol¨ªtico que siempre ha mantenido un perfil discreto.
Hagel, como record¨® Obama el acto en la Casa Blanca, manten¨ªa una conexi¨®n particular con los soldados, por haber estado en Vietnam. No era un bur¨®crata ni un pol¨ªtico al uso.
Pero su papel p¨²blico siempre fue difuso. En las ruedas de prensa y comparecencias ante el Congreso, sol¨ªa mantenerse en un segundo plano ante el general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto.
Hagel, que comparti¨® con Obama la discrepancia con la pol¨ªtica de Bush en Irak cuando ambos eran senadores, nunca form¨® parte del c¨ªrculo ¨ªntimo de decisiones del presidente. No es algo nuevo.
Desde que Obama lleg¨® a la Casa Blanca en 2009, las relaciones de la Casa Blanca con el Pent¨¢gono han sido complejas. Tras abandonar el cargo, los dos antecesores de Hagel ¡ªRobert Gates y Leon Panetta¡ª publicaron sendas memorias donde deslizaban cr¨ªticas a la pol¨ªtica del presidente.
Perfiles variopintos en la quiniela de sustitutos
Con el anuncio de la salida de Chuck Hagel del Pent¨¢gono, se inician las especulaciones sobre a qui¨¦n escoger¨¢ el presidente Barack Obama como sustituto. Hagel seguir¨¢ como secretario de Defensa hasta que su reemplazo sea confirmado por el Senado. Los nombres que m¨¢s suenan en la prensa estadounidense son Mich¨¨le Flournoy, exsubsecretaria de Defensa; y Ashton Carter, exsecretario de Defensa adjunto. Y en menor medida, Robert Work, el actual secretario de Defensa adjunto; y el senador dem¨®crata Jack Reed.
Sus perfiles son distintos, lo que puede sugerir qu¨¦ tipo de sustituto busca Obama. Flournoy y Carter ya sonaron con fuerza en 2012, pero el presidente se decant¨® por Hagel. Los dos conocen perfectamente los entresijos del Pent¨¢gono, tienen un perfil muy t¨¦cnico y no han servido en el Ej¨¦rcito. En cambio, Work y Reed s¨ª tienen experiencia militar, pero un bagaje distinto: el primero lleva cinco a?os en el Pent¨¢gono; mientras el segundo es un veterano de legislaci¨®n militar en el Capitolio.
De entre estos nombres, Flournoy, de 53 a?os, es la que ha manifestado p¨²blicamente en los ¨²ltimos meses una mayor divergencia respecto a la estrategia militar de Obama, lo que beneficiar o perjudicar sus opciones dependiendo de si el presidente busca o no cambiar de estrategia. Fundadora del laboratorio de ideas Center for a New American Security, ser¨ªa la primera mujer secretaria de Defensa en la historia de EE UU. En agosto, escribi¨® en Twitter que EE UU y la Uni¨®n Europea deber¨ªan proveer ¡°asistencia letal¡± a las fuerzas ucranias para ¡°defender su territorio y soberan¨ªa¡±. Washington se opone a entregar armas a Kiev.
Y a finales de septiembre, tras el inicio de los bombardeos estadounidenses en Siria, dio por hecho que EE UU tendr¨¢ que desplegar tropas de combate en Irak y Siria en su ofensiva contra el Estado Isl¨¢mico. Obama ha insistido en que eso no suceder¨¢, pero el jefe del Estado Mayor Conjunto en que puede ser posible. ¡°Las campa?as a¨¦reas pueden destruir objetivos, pueden desplazar a gente durante un tiempo. Pero inevitablemente volver¨¢n y reclamar¨¢n ese territorio, por lo que necesitas esas fuerzas sobre el terreno para capturar y retener territorio¡±, dijo Flournoy en una entrevista a la radio NPR.
Carter -de 60 a?os, y con experiencia, igual que Flournoy, en el Pent¨¢gono en los 90 y en los ¨²ltimos a?os- tambi¨¦n ha manifestado p¨²blicamente algunas de sus opiniones, pero las ha centrado sobre todo en la necesidad de reducir burocracia administrativa. En enero, escribi¨® un art¨ªculo en que ped¨ªa aprender de las ¡°lecciones¡± de lucha contra una insurgencia en Afganist¨¢n e Irak.
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