El dictamen del caso Brown vuelve a desatar la tensi¨®n racial en EE UU
La decisi¨®n del jurado desencadena una oleada de disturbios en el Estado de Misuri
Ferguson amaneci¨® este martes como una ciudad m¨¢s herida y fracturada. La decisi¨®n de un gran jurado de no imputar al agente de polic¨ªa blanco que mat¨® en agosto a Michael Brown, un afroamericano de 18 a?os desarmado, reabri¨® la tensi¨®n racial en este municipio cercano a San Luis (Misuri). El anuncio el lunes del dictamen del jurado ¡ªque llevaba tres meses deliberando¡ª desat¨® una nueva ola de disturbios en esta tranquila localidad de casas bajas. Fueron mucho m¨¢s graves que los vividos en las dos semanas siguientes a la muerte de Brown.
El paisaje la ma?ana del martes en Ferguson era un espejo del estado de ¨¢nimo de la ciudad. La avenida comercial West Florissant, epicentro de las protestas, era una visi¨®n desoladora. Un kil¨®metro estaba cerrado al tr¨¢fico. El despliegue policial intimidaba, con agentes con rifles y veh¨ªculos militares de la Guardia Nacional, la milicia del Estado que ya fue desplegada en agosto. Brown muri¨® en una de las humildes calles residenciales perpendiculares a la avenida. Sus vecinos, todos afroamericanos, lamentaban este martes el veredicto. Douglas, de 33 a?os y acompa?ado de sus dos hijos, subraya que la tensi¨®n no es entre negros y blancos, sino con los ¡°polic¨ªas racistas¡±. A un par de metros, siete j¨®venes justifican los altercados, pero evitan revelar si participaron. ¡°Es un modo de sentirse mejor, de decir que queremos que nos dejen de matar¡±, dice uno. Mientras, Ronni, una mujer de 30 a?os, coloca en un memorial a Brown un cartel que reza ¡°La violencia no es la respuesta¡±.
A tres kil¨®metros est¨¢ la calle South Florissant en el cuidado centro hist¨®rico de Ferguson, mayoritariamente blanco. La comisar¨ªa de polic¨ªa y algunos comercios tambi¨¦n fueron atacados. Pero la vida fluye con una tensa normalidad: no hay bloqueo policial, algunos comercios protegen sus ventanas con maderas y varios vecinos recogen destrozos. ¡°No creo que haya un problema racial. Hay divisiones, como en todos sitios¡±, dice un hombre mayor blanco, que pide respetar el fallo pero admite que hay que unir a la comunidad.
La brutalidad con la que muri¨® Brown ¡ªrecibi¨® al menos seis de los 12 disparos del agente Darren Wilson¡ª y el hecho de que su cad¨¢ver estuviera tendido cuatro horas en la calzada fue para muchos afroamericanos la gota que colm¨® el vaso sobre la supuesta discriminaci¨®n habitual que padecen de la polic¨ªa. En esta localidad de 21.000 habitantes, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es negra, pero el Ayuntamiento, la polic¨ªa y el organismo que rige las escuelas est¨¢n dominados por blancos. El caso Brown se convirti¨® entre los negros en el ep¨ªtome de esa supuesta disparidad, presente en otros lugares de Estados Unidos. Y el reclamo de justicia en la prueba que deb¨ªa determinar si algo cambiar¨ªa.
Pero en las ¨²ltimas semanas, muchos en Ferguson daban por hecho que Wilson, de 28 a?os, seguir¨ªa sin cargos. As¨ª lo suger¨ªan las filtraciones de la investigaci¨®n y las intensas preparaciones oficiales ante la previsible ola de indignaci¨®n que desencadenar¨ªa ese veredicto. El diagn¨®stico fue acertado y las peores im¨¢genes de agosto se agudizaron. La familia Brown manifest¨® su ¡°profunda decepci¨®n¡±, pero pidi¨® una respuesta pac¨ªfica.
El jurado ¡ªcompuesto por nueve blancos y tres negros¡ª no encontr¨® ninguna ¡°causa probable¡± para presentar cargos contra Wilson tras analizar ¡°evidencias f¨ªsicas¡±, como la presencia de ADN del joven en el veh¨ªculo del agente y su pistola, y hallar testimonios contradictorios, seg¨²n dijo en rueda de prensa el fiscal del condado de San Luis, Robert McCulloch. La polic¨ªa sostiene que hubo un forcejeo por el arma de Wilson; por el contrario, el amigo que acompa?aba a Brown declar¨® que ¨¦ste alz¨® los brazos en rendici¨®n. Ese gesto es ahora ic¨®nico.
La decisi¨®n desencanden¨® disturbios inmediatos en Clayton, sede de la Fiscal¨ªa, que se extendieron a Ferguson. La noche del lunes hubo una docena de incendios, lanzamientos de piedras y destrozos en ventanas y coches. Al menos 61 personas fueron detenidas. En varias ciudades hubo protestas pac¨ªficas, una de ellas frente a la Casa Blanca en Washington, desde donde el presidente Barack Obama hizo una comparecencia en la que urgi¨® a la calma y pidi¨® respeto a la justicia.
Mientras ¨¦sta se cierra, otra investigaci¨®n del Gobierno federal sigue en curso para dilucidar si se vulneraron los derechos civiles de Brown.
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