El ex primer ministro Kaczynski saca tajada del caos en Polonia
El conservador re¨²ne a decenas de miles de polacos para acusar al Gobierno de fraude
El partido ultraconservador Ley y Justicia, dirigido por Jaroslaw Kaczynski, sac¨® el s¨¢bado a las calles de Varsovia a decenas de miles de personas en protesta contra los resultados de las elecciones regionales del mes pasado, que considera ama?ados.
La formaci¨®n logr¨® un pu?ado de votos m¨¢s que el partido gobernante, la Plataforma C¨ªvica (el 26,8% contra el 26,4%), pero obtuvo menos esca?os en los Parlamentos regionales por la aritm¨¦tica electoral (171 contra 179 diputados). Los m¨¢rgenes son tan estrechos que en otro contexto cabr¨ªa hablar de un empate t¨¦cnico, pero el elemento que los euroesc¨¦pticos de Ley Y Justicia prefieren destacar es que, por primera vez en nueve a?os, vuelven a ganar unas elecciones contra la Plataforma C¨ªvica, capitaneada por la renqueante primera ministra Ewa Kopacz, desde que el carism¨¢tico Donald Tusk dej¨® la pol¨ªtica nacional para presidir el Consejo de Europa.
La noticia, por tanto, es que Jaroslaw Kaczynski est¨¢ de vuelta. Y como le gusta: a base de codos y apuntar a las espinillas. El ex primer ministro y gemelo id¨¦ntico de Lech Kaczynski ¡ªfallecido en un accidente a¨¦reo en 2010 mientras ocupaba la presidencia del pa¨ªs¡ª lleva un mes ejerciendo como gran protagonista de la pol¨ªtica polaca con su insistencia en la teor¨ªa del pucherazo.
¡°Esta campa?a contra nosotros s¨®lo puede calificarse con una palabra: esc¨¢ndalo¡±, areng¨® a sus partidarios el s¨¢bado Kaczynski. Los comicios se celebraron el 16 de noviembre y, que la protesta se haya retrasado un mes, hasta el s¨¢bado 13 de diciembre, no es casual: la fecha coincide con la imposici¨®n de la ley marcial en Polonia en 1981. Ese d¨ªa en que la dictadura comunista intent¨® frenar el progreso democratizador lanzado por el sindicato Solidaridad. A Kaczynski le gusta plantear sutiles paralelismos.
Pero el fajador Kaczynski (Varsovia, 1949) se agarra en su pelea a un importante argumento. La divulgaci¨®n de los resultados tras las elecciones se retras¨® una semana por un escandaloso error inform¨¢tico. Para Ley y Justicia ¨¦sa es la prueba de que los resultados son ¡°falsos¡± y ¡°poco fiables¡± y, desde el momento en que se publicaron, su l¨ªder anunci¨® que recurrir¨ªa a los tribunales.
Los comicios quedaron marcados por el colapso del programa inform¨¢tico que transmit¨ªa a la Comisi¨®n electoral los votos contados a mano en los colegios electorales. Cuando los periodistas investigaron la ra¨ªz del problema, descubrieron que una peque?a compa?¨ªa hab¨ªa dise?ado el programa s¨®lo tres meses antes de los comicios tras ganar un concurso p¨²blico en el que no hubo m¨¢s contendientes porque parec¨ªa imposible crear un software adecuado en ese plazo y a ese precio. Al publicarse esta informaci¨®n, la Comisi¨®n electoral dimiti¨® en pleno entre grandes protestas de descontento ciudadano.
Ya en la semana que tardaron en oficializarse los resultados, Kaczynski fue calentando el ambiente protestando porque su partido fuese el favorito en los sondeos y el retraso, presum¨ªa, enmascaraba una operaci¨®n para evitar su victoria. Cuando el 23 de noviembre se anunciaron las cifras oficiales, el pol¨ªtico pidi¨® que se regresara a las urnas. El presidente del pa¨ªs, Bronislaw Komorowski (que en 2010 le gan¨® el puesto a Jaroslaw en las elecciones que siguieron a la muerte de su gemelo) se neg¨® a repetir la convocatoria, lo que motiv¨® el anuncio de Kaczynski de que ir¨¢ a los tribunales. Komorowski, considerada la figura de referencia en la coalici¨®n gubernamental desde la marcha de Tusk, ha sido duro con Kaczynski por fomentar una crisis institucional que podr¨ªa resquebrajar el pa¨ªs.
Las dudas sobre la estrategia de Kaczynski no se quedan aqu¨ª. Filip Pazderski, analista del Instituto de Asuntos P¨²blicos, un think tank de Varsovia, considera dudoso incluso que el de Ley y Justicia represente un triunfo memorable. ¡°Por un lado es cierto que rompe con una larga din¨¢mica sin ganar elecciones, y que la Plataforma C¨ªvica muestra una tendencia a perder votos. Por otro lado hay demasiadas razones para no considerar esto una gran victoria¡±. Pazderski enumera unas cuantas: la diferencia entre las formaciones ha sido muy estrecha; los dos partidos que forman la coalici¨®n de Gobierno (la Plataforma C¨ªvica y el Partido Agrario ¡ªPSL¡ª) han concurrido por separado, y la suma de sus votos superar¨ªa a los de Ley y Justicia; debido a la aritm¨¦tica del reparto de esca?os, Ley y Justicia pr¨¢cticamente no ha logrado poder (gobernar¨¢ en una regi¨®n de las 16 del pa¨ªs); y en los resultados en los comicios para designar alcaldes (que se celebraron al mismo tiempo que las votaciones para Parlamentos regionales) la Plataforma C¨ªvica se impuso en las principales ciudades.
Otro de los argumentos de Ley y Justicia en su denuncia de un supuesto fraude es que el 18% de los votos de las elecciones regionales fueron invalidados por la Comisi¨®n electoral. Realmente se trat¨® de votos nulos, el 75% porque eran papeletas vac¨ªas. ¡°El votante polaco no est¨¢ familiarizado con el funcionamiento de los Parlamentos regionales¡±, explica Pazderski: ¡°No saben a qui¨¦n votan ni conocen el sistema¡±.
En opini¨®n del analista, el principal problema en esta crisis ha sido de comunicaci¨®n: ¡°La Comisi¨®n electoral no supo explicar que los votos hab¨ªan sido contados limpiamente y que el problema estuvo en un proceso secundario. La oposici¨®n enseguida us¨® esto para acusar al Gobierno de falsificar la votaci¨®n¡±.
En opini¨®n de Pazderski, Kaczynski va a jugar todo el tiempo que le sea posible la carta del descr¨¦dito institucional, y ¡°usar¨¢ la p¨¦rdida de confianza en la Comisi¨®n electoral para protestar en pr¨®ximas convocatorias¡±, en referencia a las dos elecciones previstas para 2015. En Polonia, un pa¨ªs que por su pasado comunista tiende a desconfiar del poder (como muestra, s¨®lo el 28% de su poblaci¨®n dice confiar en el Gobierno, seg¨²n un estudio de la compa?¨ªa de relaciones p¨²blicas Edelman), se encuentra siempre el terreno abonado para las suspicacias. El voto de Ley y Justicia es, adem¨¢s, el del descontento. Aunque las cifras econ¨®micas del pa¨ªs son buenas, grandes bolsas de desempleados, j¨®venes y diplomados no consiguen un empleo a las alturas de sus expectativas y se sienten marginados por un enriquecimiento desigual en un contexto de recorte en el Estado social.
En opini¨®n de los analistas, no parece que la demanda de Ley y Justicia vaya a tener gran recorrido judicial. El gran problema que sobrepasa las luchas partidistas es que, 25 a?os despu¨¦s de las primeras elecciones libres en Polonia, el esc¨¢ndalo de unos comicios secundarios puede dejar cicatrices en la confianza de los ciudadanos hacia las instituciones.
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