Caza a los ¡®lobos solitarios¡¯
Israel refuerza Jerusal¨¦n ante la nueva amenaza Los palestinos apuntan a los continuos agravios como detonante
Un millar m¨¢s de polic¨ªas en Jerusal¨¦n, controles en puntos conflictivos de la ciudad que reclaman como capital israel¨ªes y palestinos, globos aerost¨¢ticos con c¨¢maras supersensibles que rastrean las calles y patrullas de vigilancia frente a algunas sinagogas son algunas de las medidas que han adoptado las fuerzas de seguridad de Israel para resolver el problema que ahora les obsesiona: ¡°Encontrar, capturar y neutralizar lobos solitarios¡±.
La polic¨ªa y los servicios secretos afirman que detr¨¢s de los ¨²ltimos ataques mortales de palestinos en Jerusal¨¦n no existe una organizaci¨®n estructurada que reclute terroristas y les d¨¦ ¨®rdenes para ejecutar los atentados que planea. ¡°Han sido lobos solitarios¡±, explican fuentes policiales. Pero esa certeza contrasta con las inc¨®gnitas de c¨®mo combatir una amenaza que, seg¨²n admiten, no hab¨ªan enfrentado antes.
La polic¨ªa israel¨ª exhorta a evitar provocaciones en lugares sagrados
¡°En un primer nivel, hemos puesto en marcha una operaci¨®n policial con el objetivo de localizar y detener a esos terroristas. Hemos reforzado ciertas ¨¢reas de la ciudad, en especial, los lugares sagrados [denominado el Noble Santuario por los musulmanes, o Monte del Templo por los jud¨ªos]¡±, explica el portavoz de la polic¨ªa, Micky Rosenfeld. En un segundo nivel, el Shin Bet, los servicios secretos israel¨ªes, ¡°prepara una operaci¨®n de inteligencia para identificar potenciales lobos solitarios¡±, a?ade.
Aunque la radicalizaci¨®n religiosa es uno de los aspectos que la agencia de seguridad analiza para detectar posibles terroristas, su principal preocupaci¨®n es que no es capaz de determinar cu¨¢ndo van a actuar. ¡°Es imposible de predecir¡±, lamenta Jonathan Fine, experto israel¨ª en contraterrorismo, que reconoce que ahora no sale de casa ¡°sin pistola¡±.
Tampoco es posible saber por qu¨¦ act¨²a un lobo solitario. ¡°Nadie sabe lo que pasa por su mente¡±, consideran fuentes policiales, que insisten en evitar provocaciones como las visitas de pol¨ªticos israel¨ªes a la Explanada de las Mezquitas. El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, encontr¨® un culpable en el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, a quien acus¨® de incitar al terrorismo. Pero el propio jefe del espionaje, Yoram Cohen, descart¨® tales afirmaciones.
El aumento de seguridad en Jerusal¨¦n es patente. Basta con pararse m¨¢s de un minuto frente a la puerta de la sinagoga Kehillat Bnei Torah, en Har Nof, donde la semana pasada dos palestinos asesinaron a cinco personas, para que el agente que circula una y otra vez enfrente de la puerta pregunte el porqu¨¦ de la espera. ¡°Es por seguridad¡±, se excusa. ¡°Patrullan para que estemos m¨¢s tranquilos aunque es dif¨ªcil que haya otro atentado aqu¨ª¡±, reflexiona Mosh¨¦, antes de entrar en la sinagoga. Seg¨²n relata, algunos de los fieles que frecuentan el templo se plantean poner ¡°un c¨®digo en la puerta que s¨®lo los jud¨ªos puedan entender¡±. ¡°Pero eso no es pr¨¢ctico, porque cuando la puerta se abra puede pasar m¨¢s de una persona¡±, considera.
Tambi¨¦n en Silwan, un barrio palestino en Jerusal¨¦n Este, en el que viv¨ªa uno de los terroristas que estamp¨® su coche contra personas que esperaban el tranv¨ªa, est¨¢ tomado por la polic¨ªa. ¡°Hay ahora muchos polic¨ªas israel¨ªes, pero no est¨¢n aqu¨ª para protegernos sino para vigilarnos¡±, protesta Daud, un taxista palestino que vive en este vecindario y que est¨¢ especialmente molesto por los globos aerost¨¢ticos que sobrevuelan la barriada. ¡°Nos pueden ver por la ventana, atenta contra nuestra intimidad¡±, se?ala. Daud est¨¢ convencido de que ¡°nadie pensar¨ªa en atacar si la justicia fuera igual para todos, y se demolieran las casas de los jud¨ªos que atacan a palestinos, y de que si en lugar de gastar tanto dinero en polic¨ªa mejoraran la vida de quienes viven en Jerusal¨¦n Este¡±. ¡°Pagamos impuestos pero no nos dan servicios y cuando la gente no tiene nada tampoco tiene nada que perder¡±.
Es precisamente el problema de fondo que plantea Yoram Schweitzer, del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv: ¡°El aumento de la seguridad no es suficiente si no se resuelven los problemas de los palestinos y se buscan soluciones que mejoren la vida tanto de palestinos como de israel¨ªes¡±.
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