Obreros y capital, mismos derechos
La cruzada antiinmigraci¨®n relanzada por David Cameron es injusta, ineficaz, perjudicial, ilegal y antieuropea
La cruzada antiinmigraci¨®n relanzada por David Cameron es injusta, ineficaz, perjudicial, ilegal (casi seguro) y antieuropea.
Son propuestas injustas, porque cargan sobre la espalda de los m¨¢s d¨¦biles (los no nacionales) la responsabilidad del impacto de la crisis en los servicios sociales (dificult¨¢ndoles el acceso a la vivienda). El se?orito quiere echar al obrero que no encuentre empleo en breve plazo (seis meses), como si esa mala suerte fuera culpa suya.
Combatir la inmigraci¨®n de rumanos, b¨²lgaros y otros europeos es tambi¨¦n ineficaz. Primero porque el principal origen de la inmigraci¨®n no es comunitario, sino de terceros pa¨ªses. El flujo neto de estos, 168.000 personas en los 12 meses que acabaron en junio, fue un 18% superior al de los europeos continentales, como recordaba este viernes Martin Wolf en el FT. Segundo, porque en muchos casos buscan empleos que los brit¨¢nicos rechazan y quedar¨ªan vacantes. Tercero, porque esta cruzada fracasar¨¢: ¡°No impedir¨¢ que muchos vengan, porque en su inmensa mayor¨ªa emigran para trabajar, no para buscar otros beneficios¡±, razona John Springford en un estudio del Centre for European Reform.
Y debe fracasar, sobre todo, porque se trata de una pol¨ªtica perjudicial para el propio Reino Unido, pues atenta contra su econom¨ªa. Es ya muy nutrida la literatura cient¨ªfica demostrativa de que los pa¨ªses de acogida salen ganando con la inmigraci¨®n. La clave es que el saldo presupuestario neto entre los beneficios que aportan los nuevos habitantes (en general j¨®venes, din¨¢micos y sanos) en forma de impuestos y tasas, son superiores a los costes de dispensarles beneficios sociales (educaci¨®n, sanidad y otros): son contribuyentes netos. As¨ª, arrasar con esa mano de obra no har¨ªa sino disminuir ¡ªno olviden: lo contrario de aumentar¡ª el nivel de vida de los locales. (Encontrar¨¢n rese?a cuantificada de los estudios en ¡°Mercanc¨ªas, s¨ª; emigrantes, no¡±, EL PA?S, 10 de abril).
Las propuestas ser¨¢n ilegales en cuanto atenten contra el principio de no discriminaci¨®n por raz¨®n de nacionalidad consagrado en el Tratado de la UE y bien desarrollado en la jurisprudencia del Tribunal de Luxemburgo (su reciente sentencia Dano no autoriza cualquier limitaci¨®n de derechos). Para legalizarlas habr¨ªa que, como ya sugiere Londres, cambiar el Tratado (tarea tit¨¢nica) o ciertas directivas (lo que exige consenso en la Comisi¨®n, el Consejo y el Parlamento), v¨ªas por fortuna cegadas para prop¨®sitos electoralistas tan viles.
Al contrario: la Comisi¨®n debe tomar la iniciativa. Para recordar que la libre circulaci¨®n de personas es, con la de capitales, mercanc¨ªas y servicios, pilar de la Uni¨®n. En plata: los obreros deben tener al menos los mismos derechos que el capital (desde 1988/90). Para convencer a Cameron, sugi¨¦ranle que puede ser excluido del inminente mercado ¨²nico financiero (hay maneras), el gran inter¨¦s brit¨¢nico actual. Contra amenazas, al menos advertencias.
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