Nicolas Sarkozy se hace con el liderazgo de la derecha francesa
Logra un apoyo insuficiente para acallar la tensi¨®n entre las familias de la UMP
Nicolas Sarkozy dio este s¨¢bado un paso clave en su pretendida reconquista del El¨ªseo, pero su ¨¦xito fue inferior al esperado. Los 268.000 militantes con derecho a voto de su partido, la dividida y arruinada derecha de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), eligieron por v¨ªa electr¨®nica entre tres aspirantes al nuevo presidente de la formaci¨®n. El exjefe del Estado (2007-2012) gan¨® con el 64,5% de los votos emitidos. Arranca as¨ª otra doble batalla de largo recorrido. Una contra los rivales que le disputan la candidatura de la UMP a la presidencia de Francia en 2017, con el exprimer ministro y actual alcalde de Burdeos, Alain Jupp¨¦, a la cabeza. Y la segunda, frente a la decena de casos de corrupci¨®n en los que est¨¢ involucrado directa o indirectamente.
La participaci¨®n, que super¨® el 57%, m¨¢s elevada que en ocasiones anteriores, muestra el grado de movilizaci¨®n de afiliados a un partido hoy destrozado por sus pugnas internas. La jornada se tens¨® por la ma?ana por unos ataques inform¨¢ticos que entorpecieron la emisi¨®n de votos. La UMP present¨® una denuncia.
A sus 59 a?os, Sarkozy, convertido ya en jefe de la oposici¨®n, ha presentado esta campa?a para dirigir su partido como un plebiscito. Esperaba como m¨ªnimo un apoyo del 70%. Al no lograrlo, deber¨¢ negociar alianzas y respetar las opiniones de sus rivales. Tras conocer los resultados, abog¨® por ¡°crear las condiciones de una mayor uni¨®n¡± en la UMP.
En la recepci¨®n de la moderna sede del partido, en la calle Vaugirard, en Par¨ªs, no tienen dudas de que el expresidente, sin embargo, ha jugado con todo a favor en este proceso. El ¨²nico cartel que colgaba el mi¨¦rcoles en la entrada era el de un primer plano de Sarkozy con las palabras ¡°La France forte¡±. Y no solo porque sus rivales, los diputados Bruno Le Maire, de 45 a?os, y Herv¨¦ Mariton, de 56, tienen mucho menos peso en la UMP, sino porque ¨¦l se considera la ¨²nica figura adecuada para ¡°unir a la derecha y al centro¡±, ¡°a la familia¡±, como prefiere decir.
Piratas inform¨¢ticos entorpecieron durante varias horas el desarrollo de la jornada electoral
Le Maire, avalado por 59 diputados (de los 199 de la UMP), so?¨® con vencer a Sarkozy, pero este exministro de Agricultura confesaba que obtener alrededor del 30% de votos (obtuvo el 29,18%) le daba ya fuerza para seguir en la primera l¨ªnea del partido. Mariton se conformaba con superar el 10% de apoyos y solo lleg¨® al 6,3%.
Sarkozy tiene metas mayores. La principal consiste en constituir con fuerzas centristas una alternativa a la izquierda ahora en el poder, capaz tambi¨¦n frenar el inquietante ascenso del ultraderechista Frente Nacional. Para esa ¡°nueva alternativa¡± se dispone incluso a cambiar el nombre de la formaci¨®n.
Para lograrlo, su campa?a de dos meses se ha centrado en dos aspectos: la uni¨®n de todos en torno a su figura y la difusi¨®n de mensajes de una derecha dura para ¡°reconquistar¡± apoyos enrtre votantes del FN. El primer objetivo no lo ha logrado y, a lo largo de la veintena de m¨ªtines en estos dos meses, ha sembrado m¨¢s divisi¨®n. Hace una semana, en Burdeos, escuch¨® impert¨¦rrito los silbidos que sus seguidores dedicaron a Jupp¨¦.
Unos d¨ªas antes, prometi¨® que, si un d¨ªa llegara de nuevo al poder, derogar¨ªa la ley que permite el matrimonio homosexual. Fue un comentario que levant¨® ampollas y oblig¨® a varios dirigentes de la UMP a contradecirle. Era un mensaje m¨¢s para apuntalar el discurso de derecha dura que ha potenciado en sus m¨ªtines. La inmigraci¨®n ha sido su tema estrella. ¡°Est¨¢ descontrolada y nos ha llevado a una situaci¨®n de gravedad extrema¡±, ha reiterado entre los aplausos de sus seguidores. ¡°Los franceses no quieren sentirse extranjeros en su propio pa¨ªs¡±, ha dicho al referirse a parte de la comunidad musulmana que, en su opini¨®n, prefiere no integrarse.
Sarkozy quiere ¡°renegociar¡± el Tratado de Schengen para que exista un mayor control de entrada de extranjeros en cada pa¨ªs europeo y, desde luego, una mayor vigilancia en las fronteras exteriores de la UE: incluso la devoluci¨®n a los Estados de la mitad de las competencias de la Comisi¨®n Europea. Y tolerancia cero con la delincuencia.
La estrategia del expresidente es id¨¦ntica a la que puso en marcha para acceder por vez primera a la jefatura del Estado. En 2004, se hizo con las riendas del partido y despu¨¦s se convirti¨® en candidato de consenso de la derecha hasta ganar las elecciones en 2007 frente a S¨¦gol¨¨ne Royal. Pero entonces logr¨® el apoyo del 85% de los militantes, 20 puntos m¨¢s que ahora.
Con el ajustado apoyo de ahora, Sarkozy tendr¨¢ que vencer importantes dificultades para convertirse en candidato de su partido al El¨ªseo, si finalmente, como parece indicar, da el paso de presentarse. Tanto Alain Jupp¨¦ como el tambi¨¦n exprimer ministro Fran?ois Fillon ya lo hicieron hace meses. Con los dos tiene p¨¦simas relaciones. Jupp¨¦ es, a sus 69 a?os, el preferido de los franceses para ser el futuro presidente de la Rep¨²blica. ¡°Habemus papam¡±, coment¨® con sorna Jupp¨¦ al conocer los resultados. ¡°La uni¨®n no es la sumisi¨®n¡±, escribi¨® Fillon en su blog. Todo un doble s¨ªntoma.
Sarkozy, Jupp¨¦ y Fillon tendr¨¢n que pasar en 2016 por unas primarias de las que saldr¨¢ el candidato a la presidencia. Los dos ¨²ltimos, junto con el igualmente exprimer ministro Jean-Pierre Raffarin, han integrado desde julio el triunvirato que ha pilotado provisionalmente la UMP desde que en junio dimitiera como presidente Jean-Fran?ois Cop¨¦, implicado en la emisi¨®n de facturas falsas para la campa?a de Sarkozy en 2012.
¡°En el partido no habr¨¢ corrientes, tendencias ni capillas¡±, hab¨ªa prometido Sarkozy durante la campa?a. Tanto para renovar el partido como para convertirse en l¨ªder indiscutible e indiscutido, Sarkozy necesitaba una victoria aplastante que no ha logrado. Por eso, y pese a lo que ha reclamado insistentemente, la contestaci¨®n interna y la tensi¨®n entre jefes de facciones seguir¨¢ viva. Es la asignatura que Sarkozy tiene por delante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.