Suiza reta a la UE con un refer¨¦ndum para impedir la entrada de inmigrantes
Los promotores piden tambi¨¦n ayudar a frenar la natalidad en pa¨ªses pobres
Suiza se juega en las urnas una de las claves de su prosperidad. La llegada sin apenas restricciones de ciudadanos comunitarios desde 2002 ha impulsado la econom¨ªa y los salarios casi sin alterar la tasa de paro, que ronda un envidiable 3% desde hace a?os. Pero la aceleraci¨®n en la entrada de extranjeros y el miedo a perder lo conquistado multiplican el recelo de la poblaci¨®n. Tras la afrenta a la UE que supuso el reciente respaldo a una iniciativa para limitar la inmigraci¨®n, los suizos deciden este domingo sobre un proyecto mucho m¨¢s radical: reducir a un magro 0,2% del censo las llegadas netas cada a?o.
La propuesta, impulsada por el grupo ecologista Ecopop, va acompa?ada de otra idea mucho m¨¢s controvertida: la obligaci¨®n de que Suiza dedique un 10% de su ayuda al desarrollo al control de la natalidad en pa¨ªses pobres. El lema de la iniciativa invoca un mismo objetivo para justificar las dos metas: ¡°Alto a la sobrepoblaci¨®n. S¨ª a la conservaci¨®n sostenible de los recursos naturales¡±. El a?o pasado hubo 88.000 entradas netas de extranjeros en el pa¨ªs alpino, un 3,2% m¨¢s que en 2013. Con el proyecto de Ecopop, se reducir¨ªan a menos de 17.000.
Sus promotores abogan sin tapujos por rebajar la poblaci¨®n, aunque eso deje a las empresas sin mano de obra suficiente para su actividad. ¡°El objetivo no es multiplicar los puestos de trabajo. No tenemos necesidad de crecimiento de la poblaci¨®n¡±, alega Anita Messere, de Ecopop. Cuando se le pregunta por la l¨®gica de que los trabajadores se desplacen all¨ª donde hay empleo, espeta: ¡°Eso tambi¨¦n perjudica su prosperidad. Nosotros les estamos robando m¨¦dicos a los espa?oles. Suiza no tiene por qu¨¦ arreglar los problemas de otros sitios¡±.
Partidos pol¨ªticos, empresarios, sindicatos y organizaciones sociales se oponen frontalmente a la iniciativa. Los ¨²ltimos sondeos apuntan a un rechazo del 56% de los consultados, aunque un nada despreciable 39% la apoyar¨ªa. ¡°Nos tomamos muy en serio este asunto. Una parte de la poblaci¨®n est¨¢ preocupada por el aumento de la inmigraci¨®n, que ha sido muy r¨¢pido en los ¨²ltimos a?os, no se puede negar¡±, admite una portavoz del Ministerio de Justicia suizo.
Suiza tiene una gran tradici¨®n de acoger a ciudadanos de otros pa¨ªses, que representan un 23,5% de la poblaci¨®n. Pero el perfil del inmigrante difiere mucho del de los Estados comunitarios. La inmensa mayor¨ªa son europeos, especialmente de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados ¡ªcon alemanes a la cabeza¡ª, aunque ahora crecen m¨¢s r¨¢pidamente las llegadas de europeos del este. Se trata, adem¨¢s, de un colectivo que en un 58% de los casos tiene formaci¨®n universitaria. ¡°Limitarlos tendr¨ªa consecuencias directas en la econom¨ªa. Por poner un ejemplo, 20.000 personas se jubilan al a?o en la industria de maquinaria y con la poblaci¨®n aut¨®ctona solo cubrimos 3.000¡±, ilustra Carmelo Lagan¨¤, de la patronal ?conomiesuisse.
M¨¢s all¨¢ de esos n¨²meros, el impacto en la relaci¨®n preferencial que la UE mantiene con Suiza ser¨ªa dr¨¢stico. ¡°Hay que hablar claro a la poblaci¨®n y decirles que reflexionen; si cae la libre circulaci¨®n con los pa¨ªses comunitarios, cae todo lo dem¨¢s¡±. La portavoz de Justicia alude a los 120 acuerdos que vinculan a la confederaci¨®n y al bloque comunitario y que comportan, entre otras cosas, un libre comercio muy beneficioso para ambos. Una cl¨¢usula de esos pactos estipula que, si se anula uno, decaen todos.
Los referendos suizos, una se?a de identidad de la que se enorgullece el pa¨ªs, los est¨¢n poniendo en aprietos. El Gobierno trata de concretar la iniciativa respaldada en febrero para volver a establecer cupos de extranjeros sin tirar por la borda la relaci¨®n bilateral. La propia UE tiene una situaci¨®n delicada en este debate, con Reino Unido a la cabeza de quienes cuestionan la libre circulaci¨®n.
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