La reputaci¨®n violada de la revista Rolling Stone
El testimonio de una joven que narr¨® una brutal violaci¨®n en la Universidad de Virginia tuvo eco internacional. La historia era falsa
La historia que deb¨ªa ser redentora para toda aquella joven que forma parte de la brutal estad¨ªstica que asegura que una de cada cinco universitarias sufre un asalto sexual durante su vida en el campus se ha vuelto en contra de la causa que pretend¨ªa defender y, desgraciadamente, consolidar¨¢ la extendida cultura de dudar, e incluso de forzar al silencio a la v¨ªctima.
El pasado 19 de noviembre, la revista Rolling Stone publicaba un amplio reportaje escrito por la periodista Sabrina Rubin Erdely que detallaba hasta el encogimiento de est¨®mago la brutal violaci¨®n en cadena sufrida el 28 de septiembre de 2012 en la Universidad de Virginia por una joven de 18 a?os que respond¨ªa al supuesto nombre de Jackie.
La historia tuvo eco mundial, devolvi¨® a los grandes titulares en el plano nacional la carcoma que suponen las violaciones en los prestigiosos colleges de EEUU y forz¨® a la Universidad de Virginia a una revisi¨®n de su identidad.
Menos de dos semanas despu¨¦s, el reportaje de Rolling Stone va encabezado en su edici¨®n digital por una apostilla en la que el director de la publicaci¨®n, Will Dana, pide perd¨®n a los lectores. B¨¢sicamente, la historia de Jackie no es verdad. (Aunque Dana echa balones fuera y justifica su error no tanto en no haber puesto en pr¨¢ctica reglas b¨¢sicas del periodismo ¨Ccomo contactar con los supuestos agresores o comprobar datos b¨¢sicos como si exist¨ªa la fraternidad en la que supuestamente se cometi¨® el delito- sino por haber confiado en la palabra de la joven).
La historia tuvo eco mundial, devolvi¨® a los grandes titulares en el plano nacional la carcoma que suponen las violaciones en los prestigiosos 'colleges' de EEUU
¡°A la luz de nuevas informaciones parece haber ahora discrepancias en el relato de Jackie y debemos concluir que nos equivocamos al confiar en ella¡±, explica Rolling Stone. ¡°Intent¨¢bamos ser sensibles a la humillaci¨®n y verg¨¹enza injusta que muchas mujeres sufren tras un ataque sexual y ahora lamentamos no haber contactado con los supuestos asaltantes para que nos dieran su versi¨®n de los hechos¡±, prosigue la revista para concluir pidiendo perd¨®n a ¡°todo aquel que haya sido afectado por la historia¡±.
No todos los d¨ªas, una publicaci¨®n del prestigio de Rolling Stone tiene que disculparse ante sus lectores. Y por supuesto no frente a una historia del calado de la relatada, con siete j¨®venes violando y golpeando -y dos m¨¢s dando ¨®rdenes y animando a los violadores- a una chica durante ¡°tres horas de agon¨ªa¡±.
Y sin embargo, la narraci¨®n no se sosten¨ªa. El 1 de diciembre, Jonah Goldberg escrib¨ªa esto en Los Angeles Times: ¡°Rolling Stone ha publicado una historia incre¨ªble sobre una violaci¨®n en la Universidad de Virginia. La historia ha conmocionado al pa¨ªs. Pero cuando digo incre¨ªble, lo digo en el sentido literal, pero en desuso, de la palabra. No es cre¨ªble. Yo no la creo¡±.
La misma alarma despert¨® el reportaje en el diario The Washington Post y la revista digital Slate. Para el Post, que ha entrevistado varias veces a Jackie, y Slate, que ha hablado con Erdely, la cr¨®nica tiene muchas inconsistencias. Por ejemplo, los muchos detalles que la joven da de sus asaltantes a pesar de haber sufrido el ataque en una habitaci¨®n ¡°totalmente oscura¡± o el hecho de que el nombre del chico que era su cita y la condujo hasta el lugar del asalto pertenec¨ªa a una fraternidad que no es la que Jackie denuncia como escenario de los hechos.
En definitiva, la cr¨®nica es demasiado ¡®redonda¡¯. La propia Erdely reconoce que visit¨® muchos otros campus en busca de un testimonio como el de Jackie pero que ninguno ¡°parec¨ªa ajustar¡±. Hasta que en el de Virginia, Emily Renda, una joven que fue violada en el oto?o de 2013 ¨Cy que hoy presta servicios en la instituci¨®n educativa como asesora contra la violencia sexual- le present¨® a Jackie. Erdely no escribi¨® una historia porque tuviera los hechos, sino que busc¨® con af¨¢n esos hechos para probar una historia ya antes escrita en su cabeza.
Renda corrobora este s¨¢bado tambi¨¦n que la narraci¨®n de Jackie hace aguas, que en una ocasi¨®n le dijo que fueron cinco los hombres que la violaron y posteriormente los increment¨® a siete. ¡°La sombra de la duda sobre la historia de Jackie ha alimentado el mito que se ha combatido durante los ¨²ltimos 40 a?os, que las mujeres mienten sobre ser violadas¡±, explica Renda en el diario The Washington Post. ¡°Creo que ahora para muchas mujeres ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil dar el paso de contar su caso¡±, expone.
La reputaci¨®n de Rolling Stone queda seriamente da?ada. Pero muchos otros medios de comunicaci¨®n deber¨¢n tambi¨¦n hacer examen de conciencia, ya que no corroboraron de forma independiente la historia. Sin duda, el caso de Jackie era el caso perfecto para reforzar, entre cortes publicitarios millonarios, la tesis de la llamada ¡°epidemia de violaciones¡± en las universidades. Sin plantearse que por no cuestionar la historia han acabado da?ando peligrosamente a muchas de las actuales y futuras ¡°1 de cada 5¡±.
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