Una bolsa de pl¨¢stico para asfixiar al planeta
El mundo produce 1.300 millones toneladas de desperdicios s¨®lidos al a?o, un 10% es pl¨¢stico que en grandes cantidades termina en el oc¨¦ano
Pides un caf¨¦ para llevar, al mediod¨ªa el servicio de entrega a domicilio te deja cubiertos descartables con el almuerzo y al salir de la oficina compras una gaseosa para el viaje de vuelta a casa. La vida cotidiana est¨¢ hecha cada vez m¨¢s para nuestra conveniencia, y con cada acci¨®n el pl¨¢stico nos acompa?a. Pero ?qu¨¦ pasa una vez que terminamos de consumir los alimentos?
En 2010, las ciudades de todo el mundo generaron m¨¢s de 1.300 millones de toneladas de residuos s¨®lidos, suficiente para llenar de arriba abajo a m¨¢s de 5.000 estadios de f¨²tbol. De esta cantidad un 10% era pl¨¢stico. Para 2025 se calcula que el volumen de los residuos casi se doblar¨¢ hasta unas 2.200 millones de toneladas al a?o.
Y sin un manejo efectivo de los residuos, aumenta la probabilidad de que estos terminen en alg¨²n bosque, en alguna monta?a y, principalmente, en el mar.
Ojos que no ven, coraz¨®n que no siente
Desde la orilla es dif¨ªcil imaginar que por debajo de la superficie marina acechan millones de toneladas de basura. El 70% de estos residuos llegan llevados r¨ªo abajo y r¨¢pidamente desaparecen de la vista y de la mente.
En Colombia, trabajan para alumbrar este punto ciego y poder limpiar mejor al oc¨¦ano de su carga de pl¨¢stico.
Casi 4 de cada 5 colombianos viven dentro de la cuenca del r¨ªo Magdalena. Nacido en la cordillera de los Andes, el r¨ªo recorre unos 1.528 kil¨®metros hacia el norte antes de desembocar en el mar Caribe, donde sus aguas afectan a una gran parte de las costas del norte de Sudam¨¦rica.
Unos 18 millones de trozos de pl¨¢stico terminan en el mar Caribe cada d¨ªa, seg¨²n el Ministerio del Ambiente y Desarrollo colombiano. Una iniciativa innovadora tratar¨¢ de reducir estos residuos a su fuente.
Liderada por el Banco Mundial y el PNUMA, el Proyecto para la divulgaci¨®n del pl¨¢stico (PDP de sus siglas en ingl¨¦s), trabajar¨¢ con las empresas e instituciones dentro de la cuenca para identificar fuentes subestimadas de pl¨¢stico y una aplicaci¨®n de primeras alertas permitir¨¢ a los residentes a denunciar la contaminaci¨®n en tiempo real desde su celular.
De la misma manera que la contabilidad de emisiones de carbono o uso de agua, sabiendo cu¨¢nto pl¨¢stico se usa y se tira cada a?o se podr¨¢ identificar de d¨®nde vienen los residuos y c¨®mo se pueden reducir o reciclar.
¡°Miramos a un hospital o una cancha. No producen pl¨¢stico, pero al a?o los cientos de miles de visitantes generan residuos,¡± explica Doug Woodring, fundador de la Alianza de Recuperaci¨®n de los Oc¨¦anos. ¡°Necesitamos empezar a pensar en estos materiales y hacer un esfuerzo enfocado para capturarlo¡±.
La mejor manera de limpiar los oc¨¦anos del flagelo del pl¨¢stico es evitar que termine all¨ª en el primer lugar. Y es una lecci¨®n que la regi¨®n ya empieza a escuchar.
En el cono sur, varias provincias en Argentina han puesto en pr¨¢ctica estrategias para gestionar de forma m¨¢s eficiente los residuos urbanos, promoviendo la separaci¨®n de los mismos para su reciclaje. Tambi¨¦n en Brasil, el desecho seguro de los residuos s¨®lidos es una prioridad. El pa¨ªs aumentar¨¢ en 2015 hasta unas 4,000 toneladas por d¨ªa la cantidad de basura destinada a rellenos sanitarios y ambientalmente sostenibles y cerrar¨¢ hasta 6 basurales abiertos existentes. Y en el Caribe, Jamaica empieza a dar incentivos a comunidades marginalizadas para cambiar actitudes con respeto al desecho de los residuos.
Una bomba de tiempo ambiental
La cuenca del Caribe es una de las m¨¢s importantes del mundo. M¨¢s del 80% de la jurisdicci¨®n regional es oc¨¦ano, las pesquer¨ªas representan hasta un 8% del PIB de algunos Estados y cada a?o alrededor de 25 millones de personas visitan la regi¨®n, la gran mayor¨ªa en busca de sus playas v¨ªrgenes y aguas celestes. Como resultado, la contaminaci¨®n del mar es una amenaza verdadera.
Los da?os ambientales provocan p¨¦rdidas de unos US$1.265 millones al a?o en la regi¨®n, seg¨²n el Banco Mundial. Y a nivel global, son diez veces m¨¢s altas, llegando a casi US$13 mil millones, causadas por las 10 a 20 millones de toneladas de pl¨¢stico que terminan en el mar anualmente.
En promedio hay m¨¢s de 46.000 pedazos de pl¨¢stico por cada milla cuadrada de oc¨¦ano y en 2011 se encontraron residuos de pl¨¢stico en cada muestra tomada desde Am¨¦rica del Sur hasta la Ant¨¢rtida. Estos no son biodegradables, sino con tiempo se rompen en fragmentos cada vez m¨¢s peque?os, matando a la vida marina por millones por ingesti¨®n o enredo.
¡°El pl¨¢stico ser¨¢ el pr¨®ximo gran reto para la sociedad¡±, afirm¨® Woodring. ¡°Hay que darnos cuenta de que el pl¨¢stico no es algo natural y entonces tampoco es natural que est¨¦ en el suelo o en los mares¡±.
Apenas ha existido por un siglo, pero el pl¨¢stico ya se ha incorporado en nuestra sociedad como ning¨²n otro material y su uso aumentar¨¢ mientras m¨¢s consumo haya en el mundo.
Mary Stokes es productora online del Banco Mundial
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