Los Verdes alemanes giran al centro
El col¨ªder de la formaci¨®n ve a los ecologistas como futuros socios de Merkel
Media Alemania est¨¢ gobernada por Los Verdes. El tripartito reci¨¦n elegido en Turingia eleva a ocho el n¨²mero de Estados federados ¡ªla mitad de los que tiene el pa¨ªs¡ª en donde mandan, en coalici¨®n, los ecologistas. Pero este partido, nacido en los a?os ochenta del siglo pasado como heredero del movimiento contestatario, antinuclear y pacifista, aspira a m¨¢s. Exactamente, a llegar al Gobierno federal. Su congreso celebrado hace dos semanas en Hamburgo present¨® a una formaci¨®n pragm¨¢tica que ans¨ªa convertirse en el socio ineludible del vencedor de las elecciones de 2017, ya sean los socialdem¨®cratas de Sigmar Gabriel o, una opci¨®n mucho m¨¢s realista, los democristianos de Angela Merkel. ¡°Ya fracasamos tres veces consecutivas en nuestro intento de gobernar con el SPD [socialdem¨®cratas]. En las pr¨®ximas elecciones tendremos que estudiar m¨¢s posibilidades¡±, asegura el copresidente del partido, Cem ?zdemir, en un gui?o evidente a los conservadores.
Los c¨¢lculos de ?zdemir no dejan lugar a dudas. Pese a las numerosas leyes con la impronta socialdem¨®crata que ha sacado adelante el Gobierno de gran coalici¨®n, las encuestas se muestran tozudas: el techo electoral del SPD sigue infranqueable en el 25% de los votos. Con un apoyo en torno al 40%, la Uni¨®n Democristiana (CDU) est¨¢ en una situaci¨®n mucho mejor. Pero la pr¨¢ctica desaparici¨®n de los liberales aboca al partido de Merkel a lograr la haza?a de una mayor¨ªa absoluta ¡ªalgo pr¨¢cticamente imposible en el sistema pol¨ªtico alem¨¢n¡ª, a repetir pacto con el SPD ¡ªuna opci¨®n que nadie desea¡ª, o a romper un tab¨² y formar la primera coalici¨®n negro-verde (los colores de la CDU y los ecologistas) en la historia de Alemania. La situaci¨®n puede cambiar mucho en los tres a?os que faltan para las elecciones, pero el plan de Los Verdes ya est¨¢ trazado. El objetivo es volver al Gobierno, donde ya estuvieron entre 1998 y 2005 de la mano del socialdem¨®crata Gerhard Schr?der.
El partido que naci¨® pacifista defiende la actuaci¨®n militar contra el yihadismo
¡°Nuestros principios se han convertido en mayoritarios en la sociedad. Incluso entre muchos votantes de la CDU preocupados por el medio ambiente y la comida ecol¨®gica, que proceden de una familia de emigrantes, o son gais o lesbianas sin ning¨²n tipo de conflicto¡±, asegura ?zdemir, que atribuye los ¡°decepcionantes¡± resultados de 2013 a un triunfo del ala izquierdista del partido, que les separ¨® de la corriente mayoritaria de la opini¨®n p¨²blica. Eran los d¨ªas en que Los Verdes, con propuestas como establecer un d¨ªa vegetariano en los restaurantes o subir los impuestos, adoptaron el aire de sabelotodos con ganas de prohibir a los ciudadanos todo lo que pareciera demasiado poco ecologista. ¡°Hemos aprendido la lecci¨®n para las pr¨®ximas elecciones¡±, asegura desde su despacho del Bundestag ?zdemir, el primer pol¨ªtico de origen turco en llegar a lo m¨¢s alto de la pol¨ªtica alemana.
Los Verdes ¡ªun partido con una c¨²pula bic¨¦fala forzosamente ocupada por un hombre y una mujer¡ª est¨¢n divididos en dos almas: los llamados fundis (de fundamentalistas) y los realos o realistas. Es evidente que ?zdemir pertenece a esta ¨²ltima ala. Pese a la controversia, el congreso de Hamburgo certific¨® el giro pragm¨¢tico del partido al defender la posibilidad de una intervenci¨®n militar contra el grupo yihadista Estado Isl¨¢mico, siempre que cuente con el visto bueno de Naciones Unidas. ?zdemir no logr¨®, en cambio, convencer a sus compa?eros para que dieran un respaldo claro al env¨ªo de armas a Siria e Irak. ¡°A los yihadistas no se les puede vencer con esterillas de yoga¡±, ironiza el l¨ªder verde.
Gobiernan en ocho de los 16 Estados, coaligados con SPD, CDU y Die Linke
Los actuales dirigentes ecologistas ¡ªque podr¨ªan ser los hijos de los rebeldes sesentayochistas¡ª quieren tocar poder, y para ello tienen que aprender a pactar con unos y otros. Los ocho gobiernos regionales en los que participan son de lo m¨¢s variado: coaliciones con el SPD, con la CDU o con Die Linke. Todo es posible. ?No corren el riesgo de perder sus se?as de identidad ante sus votantes? ¡°Es una buena noticia que participemos en tantos Gobiernos. Desde ah¨ª podemos influir para apostar por las energ¨ªas renovables o defender a los refugiados. Podemos optar por cualquier opci¨®n, pero tenemos que explicarla a nuestros votantes y dejar claro, por ejemplo, que no nos coaligar¨ªamos con Die Linke si no condenara expresamente el r¨¦gimen de la RDA o el antisemitismo. Y que tampoco lo haremos con la CDU si no defiende una visi¨®n de la sociedad en donde no hay margen para la discriminaci¨®n¡±, a?ade.
El pragmatismo se extiende tambi¨¦n a su propio pasado. Los Verdes han hecho examen de conciencia sobre los errores de algunos de sus miembros, que en los a?os ochenta disculparon o defendieron la pedofilia. ¡°Cometimos un grave error al no coger el toro por los cuernos. Queremos pedir perd¨®n y reconocer que hubo miembros del partido que defend¨ªan ideas inaceptables. Ni siquiera es disculpa que entonces hubiera una corriente de opini¨®n tolerante hacia los abusos sexuales a los ni?os¡±, concluye ?zdemir.
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