Las diferencias econ¨®micas lastran un acuerdo en la cumbre del clima
Las ayudas de los pa¨ªses desarrollados son un 10% del objetivo comprometido
Qui¨¦n da m¨¢s dinero, cu¨¢ndo y c¨®mo son las preguntas centrales de la cumbre del clima que se celebra en Lima (Per¨²) y que se acerca al final sin un principio de acuerdo. La lucha contra el cambio clim¨¢tico se ha convertido ya, como casi todo, en un tema econ¨®mico que divide y enfrenta a los pa¨ªses ricos y a los pobres. Las ayudas que los pa¨ªses desarrollados prometieron dar por su mayor responsabilidad en el cambio clim¨¢tico a los pa¨ªses pobres ¡ªel llamado Fondo Verde¡ª a¨²n est¨¢n lejos de cumplirse. Los 10.000 millones de d¨®lares apalabrados hasta ahora apenas suponen un 10% del objetivo comprometido de 100.000 millones anuales a partir de 2020.
Para tratar de desatascar las negociaciones o para acabar de firmar un nuevo fracaso en materia ambiental, l¨ªderes y delegados de 195 pa¨ªses desembarcaron este martes en el Cuartel General del Ej¨¦rcito de Per¨², convertido estos d¨ªas en una especie de motor de la lucha contra el cambio clim¨¢tico que no acaba de arrancar. La 20? Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en ingl¨¦s) de las Naciones Unidas encara su recta final con el objetivo a¨²n lejano de sentar las bases para el acuerdo global que se tiene que firmar en 2015 en Par¨ªs y que sustituir¨¢ al ya caduco Protocolo de Kioto.
Los participantes y las claves
- G-20: Los pa¨ªses industrializados, principales emisores de gases de efecto invernadero. Algunos de ellos ya han donado fondos de ayuda para los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
- Like Minded Development Countries (LMDC, conocidos como like minded): China, Bangladesh, India, Malasia, Pakist¨¢n, Argentina, Bolivia y Venezuela, entre otros. Mantienen importantes reservas de combustible f¨®sil y una posici¨®n cr¨ªtica contra los pa¨ªses desarrollados. Representan cerca del 50% de la poblaci¨®n mundial.
- Alianza de Peque?os Pa¨ªses Isle?os (AOSIS): Son los m¨¢s expuestos a los efectos del cambio clim¨¢tico y piden a la cumbre medidas urgente para garantizar su supervivencia.
- Asociaci¨®n Independiente de Latinoam¨¦rica y el Caribe (AILAC): Aspiran a reducir a cero sus emisiones contaminantes en 2050. Incluye a Costa Rica, Panam¨¢, Guatemala, Colombia, Chile y Per¨².
Distintas visiones de un mismo problema:
- Algunos pa¨ªses consideran que es prioritaria la inversi¨®n en la mitigaci¨®n o reducci¨®n de emisiones contaminantes para disminuir el costo y el da?o a largo plazo. Para estas naciones, incluida la UE, la adaptaci¨®n de los pa¨ªses a los efectos del cambio clim¨¢tico es un asunto del que debe hacerse cargo cada Gobierno.
- Los pa¨ªses y las comunidades gravemente afectadas por los efectos adversos del calentamiento global afirman, por el contrario, que las ayudas deben dirigirse a la adaptaci¨®n, es decir, a contribuir a la reducci¨®n del da?o inmediato.
- La secretaria ejecutiva de la Convenci¨®n Marco de Cambio Clim¨¢tico, Christiana Figueres, apoya la necesidad de un impuesto a la producci¨®n de carbono (carbon fee), medible y transparente.
- Think tanks y centros de investigaci¨®n de Asia, Europa y EE UU aseguran que no es posible combatir las emisiones si a la vez no se combate la pobreza.
Despu¨¦s de escuchar a la ciencia se asumi¨® que era la hora de la pol¨ªtica, pero el aire de optimismo con el que se encar¨® esta cita de Lima se diluye con el paso de los d¨ªas. El debate econ¨®mico ha frenado el impulso que le dio a la cumbre el anuncio de EE UU y China, los dos pa¨ªses m¨¢s contaminantes del mundo, de reducir sus emisiones. ¡°Tenemos que definir la v¨ªa para conseguir los 100.000 millones. Hago un llamamiento a los pa¨ªses desarrollados para cumplir y superar ese objetivo¡±, alent¨® el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a su llegada a la COP.
En Lima nadie quiere repetir el estrepitoso fracaso de las ¨²ltimas conferencias del clima, pero hasta ahora no se ve salida a las posiciones encontradas entre unos y otros. ¡°Los desarrollados son los responsables may¨²sculos del cambio clim¨¢tico. Los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo hemos servido de pretexto para que los grandes sigan haciendo lo mismo desde que se instal¨® este simulacro de negociaci¨®n. No hay di¨¢logo entre iguales, es un mon¨®logo fallido¡±, acus¨® el presidente de Bolivia, Evo Morales, en un feroz discurso ante el plenario de la cumbre.
La mayor¨ªa de los l¨ªderes pol¨ªticos se alejan de las palabras del presidente boliviano al recurrir en sus discursos a la ¡°esperanza¡± de reconducir con ¨¦xito las negociaciones, pero las palabras de Morales muestran una situaci¨®n que ya nadie se atreve a esconder. ¡°Los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo no aceptar¨¢n un acuerdo que no incluya c¨®mo los pa¨ªses ricos cumplir¨¢n con la promesa de los 100.000 millones. Los pa¨ªses desarrollados, por su parte, hacen presi¨®n para borrar cualquier referencia en el texto final que los comprometa a dar ayuda financiera a los pobres¡±, explica Oxfam en un comunicado.
Las organizaciones no gubernamentales ya han hecho sus propias cuentas y ponen el dinero en perspectiva. Los subsidios internacionales a la producci¨®n de combustibles f¨®siles (petr¨®leo, gas y carb¨®n) son de 600.000 millones de d¨®lares al a?o, seis veces m¨¢s que el comprometido para el Fondo Verde. Para Santiago Lorenzo, l¨ªder del programa de finanzas verdes de WWF, cumplir el objetivo de los 100.000 millones ¡°mejorar¨ªa el ¨¢nimo¡± de las conversaciones entre pa¨ªses, pero reconoce que se trata todav¨ªa de un aporte ¡°m¨ªnimo¡± ante las verdaderas necesidades del planeta. La afirmaci¨®n de que si el calentamiento global supera los dos grados las consecuencias ser¨¢n catastr¨®ficas no est¨¢ puesta en duda, tampoco que los pa¨ªses pobres son los m¨¢s vulnerables a los efectos del da?o ya causado. El problema es c¨®mo y qui¨¦n va a pagar la factura.
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