Los socialistas presionan a Juncker tras la nueva filtraci¨®n de ¡®LuxLeaks¡¯

El apoyo sin fisuras de los socialdem¨®cratas a la Comisi¨®n Juncker empieza a resquebrajarse. Los socialistas, el segundo grupo m¨¢s numeroso en Estrasburgo y uno de los tres pilares sobre los que se asienta el Ejecutivo comunitario, han protagonizado este mi¨¦rcoles un movimiento de escasa relevancia a corto plazo pero de consecuencias impredecibles en el horizonte temporal, al condicionar su apoyo al luxemburgu¨¦s a su "lucha efectiva" contra el fraude y la evasi¨®n fiscal "en un m¨¢ximo de seis meses". Este giro en su discurso coincide con la publicaci¨®n de una nueva entrega del esc¨¢ndalo LuxLeaks ¡ªque ya ha destapado cerca de 400 acuerdos ad hoc de multinacionales con el Gobierno luxemburgu¨¦s para abaratar su factura fiscal¡ª y a?ade presi¨®n sobre el conservador Jean-Claude Juncker, primer ministro del Gran Ducado en los a?os en los que se firmaron los pactos impositivos y hoy presidente del m¨¢ximo ¨®rgano de Gobierno de la UE.

"Nuestra confianza en la Comisi¨®n Juncker no es un cheque en blanco. [LuxLeaks] es un verdadero esc¨¢ndalo y un problema y ¨¦l tiene en sus manos buena parte de la soluci¨®n", ha disparado el l¨ªder de los socialistas en el Parlamento Europeo, Gianni Pitella. "El apoyo de los socialdem¨®cratas est¨¢ directamente relacionado con su compromiso de acabar con el fraude y la evasi¨®n en la UE", ha recordado al tiempo que anunciaba el env¨ªo de una carta "esta misma tarde" en la que pondr¨¢ negro sobre blanco las nuevas condiciones que exige a Juncker. En su comparecencia ante los medios Pitella y sus colaboradores m¨¢s directos han portado en la solapa de sus chaquetas una insignia que reivindicaba el fin de la ingenier¨ªa fiscal auspiciada por los Estados: "No tax havens" ¡ª"No a los para¨ªsos fiscales"¡ª.

"Juncker no era nuestro candidato. El trato era apoyar a su Gabinete a cambio de un giro en las pol¨ªticas de austeridad y de un combate sin tregua contra el fraude y la evasi¨®n fiscal", explica la eurodiputada socialista portuguesa Elisa Ferreira. "Ha llegado el momento: o empieza a concretar estas promesas o nuestra confianza en la Comisi¨®n Europea empezar¨¢ a estar en duda". Pese a la insistencia de su jefe de filas en negar que este mensaje sea una "amenaza" al luxemburgu¨¦s, el tono suena a ultim¨¢tum: si Juncker no aterriza sus compromisos verbales de lucha contra las maniobras de elusi¨®n fiscal, pasar¨¢ de tener a los socialdem¨®cratas de su parte a tenerlos en su contra.

Hasta la fecha, tanto los socialistas como los liberales (el cuarto grupo con mayor representaci¨®n en la Euroc¨¢mara) hab¨ªan cerrado filas con un equipo de Gobierno que ellos mismos votaron en julio y que ratificaron hace solo dos semanas. El cambio de rumbo de la direcci¨®n del grupo llega en plena tensi¨®n interna por la ¡°dif¨ªcil comprensi¨®n de la postura socialista europea¡± tras el caso LuxLeaks. ¡°La ciudadan¨ªa no entiende el apoyo rotundo a Juncker¡±, a?ade un alto representante socialdem¨®crata. La delegaci¨®n espa?ola est¨¢ entre las m¨¢s beligerantes con el presidente de la Comisi¨®n, explica esta misma fuente.

Este viraje en el discurso socialdem¨®crata llega menos de 24 horas despu¨¦s de que el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ) revelase el nombre de 35 nuevas empresas part¨ªcipes en la trama ¡ªque se suman a las 340 sociedades cuya implicaci¨®n se conoc¨ªa desde principios de noviembre¡ª y pone contra las cuerdas a un Juncker que empieza a reconocer su "debilidad" frente al esc¨¢ndalo.