Auge y ca¨ªda del gran ¡®tigre¡¯ Zhou
Los contactos del influyente exjefe de seguridad han sido su mayor debilidad
La que parec¨ªa la mayor baza del otrora todopoderoso Zhou Yongkang, su red de conexiones, ha resultado ser su mayor debilidad. El exjefe de las fuerzas de seguridad chinas, cuya detenci¨®n se anunci¨® formalmente el pasado d¨ªa 5 y que se ha convertido en la mayor captura en la campa?a contra la corrupci¨®n, afronta ahora un negro futuro tras perder su lucha de poder contra Xi Jinping. Est¨¢ acusado de cargos que oscilan desde la filtraci¨®n de secretos de Estado y del Partido Comunista, a la corrupci¨®n, pasando por la promiscuidad. Pocos dudan de que el castigo ser¨¢ ejemplar.
Las acusaciones pueden acarrearle la pena capital. A lo largo de esta semana los medios oficiales chinos han dedicado un lenguaje especialmente duro contra el ¡°traidor¡± Zhou. No obstante, expertos como el analista pol¨ªtico Willy Lam, residente en Hong Kong, consideran que factores atenuantes, como su cooperaci¨®n con los investigadores, le podr¨ªan valer una condena suspendida a muerte, que en la pr¨¢ctica equivale a una cadena perpetua.
Es un enorme cambio de fortuna para el que hace poco m¨¢s de dos a?os era uno de los hombres m¨¢s poderosos del pa¨ªs, miembro del Comit¨¦ Permanente, el m¨¢ximo ¨®rgano de mando del r¨¦gimen comunista chino. De 72 a?os y de or¨ªgenes humildes en la provincia de Jiangxi, Zhou Yongkang comenz¨® su carrera, y sus contactos pol¨ªticos, en el sector petrolero, donde llegar¨ªa a la cabeza del principal gigante estatal chino del sector, CNPC, donde crear¨ªa una amplia red de protegidos.
De all¨ª salt¨® a la pr¨®spera provincia de Sichuan, donde continu¨® extendiendo su red de contactos como secretario general del partido de la zona. En 2007 llegar¨ªa al Comit¨¦ Permanente y al frente de los servicios de seguridad, que bajo su mando adquirieron un enorme poder y un presupuesto mayor que el del propio Ej¨¦rcito Popular de Liberaci¨®n.
Por el camino hab¨ªa forjado estrechos lazos con una estrella en ascenso del partido, Bo Xilai. Bo, su protegido, estaba destinado a ser su sustituto en el Comit¨¦ Permanente, algo que hubiera prolongado la influencia de Zhou tras su jubilaci¨®n. Cuando Bo cay¨® en desgracia, fue Zhou el ¨²nico que intent¨® salvarle. En ese momento sell¨® su destino. Poco despu¨¦s del relevo de 2012 en el Comit¨¦, que encumbr¨® a Xi Jinping y que supuso la retirada del exjefe de los servicios de seguridad, la Comisi¨®n Central de Investigaci¨®n para la Disciplina le abr¨ªa una causa.
Hasta el momento no se ha anunciado una fecha para su juicio, que dada la gravedad de los cargos muy probablemente se desarrolle a puerta cerrada. El analista Lam cree que podr¨ªa celebrarse el pr¨®ximo febrero, antes de la reuni¨®n anual del Legislativo chino. Otros, como el profesor Li Chengyan, del Centro de Estudios sobre Gobierno Limpio de la Universidad de Pek¨ªn, creen que podr¨ªa retrasarse hasta el verano: ¡°Zhou tuvo mucho poder, mucho peso y mucha influencia. Parece que sus delitos no se limitan a la corrupci¨®n, sino que incluyen violaciones de la ley penal. Si es as¨ª, eso hace el caso mucho m¨¢s complicado¡±, explica.
El caso Zhou no se ci?e ¨²nicamente a este exdirigente. Otros 39 altos cargos relacionados con ¨¦l ya han ca¨ªdo, seg¨²n la revista Caixin. Entre ellos, el viceministro de Seguridad P¨²blica, Li Dongzheng, o el jefe de los servicios secretos de Pek¨ªn, Liang Ke. La lista, a todas luces, se har¨¢ a¨²n m¨¢s larga.
Pero en la campa?a contra la corrupci¨®n tardar¨¢ en caer otro tigre de tanta importancia. Lam no lo cree posible antes de 2017, cuando se produzca la pr¨®xima renovaci¨®n del Comit¨¦ Permanente y el mandato de Xi entre en su segunda mitad. ¡°El caso Zhou ha sido demasiado desestabilizador¡±, considera el experto.
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