Guinea lucha contra el ¨¦bola mientras teme el estigma de la epidemia
El virus castiga a un pa¨ªs con un sistema de salud d¨¦bil y la crisis afecta a su comercio exterior, a su producci¨®n agr¨ªcola y a las inversiones extranjeras
En el Centro de Tratamiento del ?bola (CTE) en Donka (Conakry) aseguran no tener miedo, no han tenido ni un solo caso de contagio entre el personal sanitario desde que abrieron, en marzo. Y han pasado por aqu¨ª m¨¢s de mil afectados por la epidemia, enfermos o casos sospechosos. Pero s¨ª que hay miedo al estigma que deja la enfermedad, hasta el punto de que ruegan no hacer fotograf¨ªas al personal del centro (unas 140 personas) porque muchos de ellos no han dicho a sus familiares y amigos que trabajan aqu¨ª, temiendo la exclusi¨®n.
El estigma del ¨¦bola, ¡°dentro y fuera del pa¨ªs¡±, puntualiza Alejandra L¨®pez, diplom¨¢tica en la Embajada de Espa?a en Guinea Conakry, est¨¢ causando estragos. Dentro porque se ocultan los casos, porque se margina a las familias afectadas, porque la gente teme acudir a recibir ayuda m¨¦dica, pese a que unos grandes carteles en la ciudad advierten de que el diagn¨®stico temprano aumenta la probabilidad de superar la enfermedad. Fuera del pa¨ªs porque se le a¨ªsla, con consecuencias demoledoras. ¡°Desde Europa se tiene una visi¨®n simplista del problema, como si todo se limitara a necesidad de camas hospitalarias y guantes¡±, contin¨²a L¨®pez. ¡°Y esta crisis tiene muchas aristas. Desde la crisis alimentaria por el abandono de tierras de cultivo en la zona rural hasta la interrupci¨®n de las exportaciones, sobre todo de productos alimentarios, por el cierre de fronteras, la interrupci¨®n de proyectos y actividades de empresas internacionales o muchos barcos que no quieren atracar aqu¨ª¡±. Seg¨²n los c¨¢lculos de los economistas, este a?o, el crecimiento de Guinea Conakry ser¨¢ un 4% inferior a lo planeado precisamente por el ¨¦bola. Hay menos inversiones extranjeras y disminuyen los ingresos del pa¨ªs.
Las escuelas p¨²blicas no abren al no tener medios para tomar la temperatura
¡°?frica occidental es una de las regiones menos desarrolladas del mundo y el ¨¦bola est¨¢ golpeando a pa¨ªses que ya son fr¨¢giles, por lo que el amplio impacto de la epidemia es potencialmente desastroso¡±, se?ala la Comisi¨®n Europea. Con once millones de habitantes, Guinea Conakry acumula ya 2.269 casos de ¨¦bola con 1.407 fallecidos. Pese a tener la misma poblaci¨®n que los otros dos pa¨ªses de la zona m¨¢s afectados por la epidemia, su conteo de v¨ªctimas es notablemente inferior (Liberia suma ya 7719 casos y 3177 fallecidos, y sierra leona 7897 y 1768, respectivamente).
¡°La respuesta frente al ¨¦bola ha sido mejor aqu¨ª que en los pa¨ªses vecinos; en Conakry hay casos pero la epidemia no ha alcanzado la dimensi¨®n de Monrovia¡±, se?ala Gerardus Gielen, jefe de la delegaci¨®n de la UE en la Rep¨²blica de Guinea. ¡°Tenemos una guerra global que ganar en los tres pa¨ªses e intentamos que la comunidad internacional responda¡±, a?ade.
La epidemia lo empapa todo en la ciudad. No es que se paralice toda actividad o que se presencien situaciones dantescas de abandono de enfermos y cad¨¢veres por las calles, como muchos quieren pintar la situaci¨®n desde los pa¨ªses desarrollados. Pero el problema es omnipresente. Los carteles y anuncios aqu¨ª y all¨¢ dan informaci¨®n sobre el ¨¦bola y c¨®mo evitar la infecci¨®n; se toma la temperatura a quienes entran en edificios p¨²blicos y los bidones de agua clorada est¨¢n presentes por doquier para la obligada limpieza de manos, hasta el punto de que se ha ca¨ªdo la incidencia del c¨®lera y se sospecha que pueda ser en efecto colateral de este h¨¢bito de higiene reci¨¦n impuesto.
¡°Las escuelas ten¨ªan que haber abierto en octubre y est¨¢n cerradas, excepto la francesa y las privadas, porque no tienen recursos para medidas como tomar la temperatura a todo el que entra y dispositivos para lavarse las manos¡±, se?ala Gielen. ¡°Mucha gente teme acudir a los centros sanitarios, deja de venir porque cree que les vamos a poner inyecciones que les contagiar¨¢n el virus, aunque aqu¨ª hemos notado menos reducci¨®n de pacientes que en otros centros¡±, cuenta Sekou Cisse, director del Centro M¨¦dico Comunal de Ratoma (en Conakry) que da cobertura a una poblaci¨®n de unas 700.000 personas en un edificio manifiestamente peque?o y pobremente dotado seg¨²n los est¨¢ndares de los pa¨ªses desarrollados, pero que aqu¨ª se considera avanzado y prestigioso. ¡°Si tenemos un caso que pueda ser ¨¦bola, lo aislamos, hacemos una evaluaci¨®n y, si sospechamos que puede ser positivo, avisamos al CTE de Donka y ellos vienen a recogerlo¡±, explica Cisse en perfecto espa?ol, puesto que estudi¨® medicina en Cuba.
Por el centro de tratamiento de Donka han pasado ya m¨¢s de 1200 casos
Tambi¨¦n se form¨® en Cuba Sekouba Keita, epidemi¨®logo guineano que dirige la C¨¦lula Nacional de Coordinaci¨®n para la Lucha Contra el ?bola. La interacci¨®n es buena entre el Gobierno y las instituciones internacionales (incluido el Centro de Control de Enfermedades, CDC, estadounidense, con una veintena de expertos que act¨²an in situ como comit¨¦ cient¨ªfico), las ONG, las embajadas y todos los organismos que colaboran haciendo frente a la epidemia, reconocen unos y otros. Aunque es cierto que el Gobierno, temeroso del efecto negativo que tendr¨ªa en su econom¨ªa el reconocer la presencia del virus en el pa¨ªs, retras¨® unos meses la necesaria acci¨®n al registrarse los primeros casos.
Es la primera vez que el ¨¦bola adquiere la dimensi¨®n actual. ¡°Hasta ahora los brotes hab¨ªan sido, sobre todo, en zonas aisladas de ?frica central, con pocos centenares de afectados, y eran m¨¢s f¨¢ciles de contener¡±, explica Gielen. ¡°Al principio, hace un a?o ya, no se identific¨® la presencia del virus en esta zona, no se reconoci¨® hasta marzo; a partir de entonces, creo que la respuesta ha sido r¨¢pida, pero desde luego no ha sido suficiente¡±, comenta. En Guinea hay casos de infecci¨®n actualmente en 17 de las 33 prefecturas, seg¨²n informa M¨¦dicos sin Fronteras (MSF).
¡°Es muy decepcionante que los pa¨ªses con capacidad de respuesta biol¨®gica a los desastres hayan optado por no desplegar sus equipos¡±, denunciaba hace poco Joanne Liu, presidenta de MSF. ¡°?C¨®mo es que la comunidad internacional ha dejado la respuesta al ¨¦bola, ahora una amenaza transnacional, a los m¨¦dicos, enfermeros y trabajadores de las ONG?¡±. Desde que esta MSF comenz¨® su intervenci¨®n ante la epidemia, en marzo de 2014, ha ingresado en sus centros m¨¢s de 6.400 personas de las cuales aproximadamente 4.000 dieron positivo en ¨¦bola. M¨¢s de 1.700 se han recuperado. MSF gestiona seis centros en los tres principales pa¨ªses afectados por el virus, con m¨¢s de 600 camas, y tiene unos 270 trabajadores internacionales m¨¢s 3.100 personas contratadas localmente para hacer frente a la emergencia. La ayuda financiera y de expertos llega desde los pa¨ªses occidentales, pero el peso de la asistencia a los enfermos, el entrenamiento de personal sanitario y la delicada recogida de cad¨¢veres est¨¢ recayendo en las ONG y en los sistemas locales, en los pa¨ªses en que los hay.
La atenci¨®n a los pacientes est¨¢ en manos de las ONG, denuncia MSF
La epidemia ha golpeado a pa¨ªses con sistemas de salud muy d¨¦biles o inexistentes y el virus obliga a desviar recursos ya de por s¨ª insuficientes para cubrir tantas carencias.
En la ciudad de Conakry el n¨²mero de casos diarios no es excesivo, pero la epidemia est¨¢ incontrolada en otras zonas del pa¨ªs y se siguen abriendo algunos centros de tratamiento imprescindibles. Uno de ellos, en N'Zerekore, en la regi¨®n forestal de Guinea, organizado por la ONG ALIMA. ¡°Hemos abierto con 15 camas y tenemos ya nueve pacientes, pero queremos llegar a 40 camas¡±, explica Solenne Barbe, coordinadora de ALINA, cooperante que lleg¨® el pasado octubre a Guinea. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil es lograr personal entrenado, pero tenemos ya trabajando a 200 personas, la mayor¨ªa guineanas. Tenga en cuenta que hacen falta tres personas por cama y cinco por enterramiento, en tres turnos diarios, siete d¨ªas a la semana¡±, recalca. ¡°Y necesitamos expertos en comunicaci¨®n para sensibilizar a la poblaci¨®n, pero no solo aqu¨ª, tambi¨¦n en los pa¨ªses occidentales¡±, pide Barbe. ¡°Cuando dije a mi m¨¦dico que ven¨ªa a Guinea a trabajar, me advirti¨® de que no fuera a su consulta al regresar de ?frica¡±, cuenta. De nuevo el estigma.
La lista de problemas identificados en la ¨²ltima semana de noviembre que recoge la comisi¨®n de seguimiento de la epidemia es abrumadora: saturaci¨®n de centros de tratamiento en un par de ciudades; dificultades en el transporte de muestras a los laboratorios; ambulancias insuficientes; fuerte movilidad de enfermos, de contactos y de cad¨¢veres entre las prefecturas; aumento de las poblaciones reacias a recibir ayuda; falta de equipos bien formados para el transporte de casos sospechosos y la desinfecci¨®n de cad¨¢veres; seis m¨¦dicos, tres enfermeros y un conductor de ambulancia infectados en una semana¡
?Y despu¨¦s del ¨¦bola? Muchos temen que estos pa¨ªses devastados por la epidemia y sus efectos econ¨®micos y sociales queden olvidados.
Ayuda despu¨¦s de la crisis
¡°Nuestra econom¨ªa despu¨¦s del ¨¦bola ser¨¢ a¨²n m¨¢s fr¨¢gil que antes, queremos sensibilizar a la comunidad internacional¡±, se?al¨® Mohamed Diare, ministro de Econom¨ªa y Finanzas de Guinea Conakry, tras la firma de un nuevo acuerdo de ayuda de la Comisi¨®n Europea. En cuanto a las prioridades del pa¨ªs, enumer¨® cinco: educaci¨®n, sanidad, energ¨ªa, obras p¨²blicas y transporte. Sobre esas necesidades, la UE se centrar¨¢ en sanidad, alcantarillado urbano y refuerzo de las instituciones democr¨¢ticas. El comisario europeo de Cooperaci¨®n y Desarrollo, Neven Mimica, anunci¨® en Conakry el seis de diciembre una ayuda de 61 millones de euros a los pa¨ªses afectados por la epidemia (11 millones a Guinea). ¡°Nuestro nuevo compromiso ayudar¨¢ a los pa¨ªses afectados por el ¨¦bola a abordar mejor los m¨²ltiples retos de surgen de la crisis¡±, destac¨® Mimica. ¡°Tenemos que asegurar que estos pa¨ªses puedan recuperarse r¨¢pidamente de esta crisis y volver al rumbo del desarrollo sostenible¡±. Dirae y Mimica firmaron el Programa Indicativo Nacional para la colaboraci¨®n, hasta 2020, con una financiaci¨®n europea de 244 millones de euros.
La cooperaci¨®n institucional con Guinea Conakry se retom¨® por parte de la UE el a?o pasado, cuando unas elecciones libres abrieron paso a la democratizaci¨®n del pa¨ªs tras la dictadura.
En total, para luchar contra el ¨¦bola en la regi¨®n, la UE aporta m¨¢s de mil millones de euros, incluyendo las contribuciones de los pa¨ªses miembros y 434 millones de la Comisi¨®n Europea. ¡°Estos fondos se destinan a la vigilancia de la epidemia y a los tratamientos, diagn¨®sticos y suministros m¨¦dicos; ayudan a desplegar m¨¦dicos y enfermeros en la zona y a entrenar a los trabajadores sanitarios; contribuyen a concienciar a la poblaci¨®n y a promocionar enterramientos seguros; adem¨¢s, apoyan las medidas de preparaci¨®n en otros pa¨ªses de la zona ante el riesgo de propagaci¨®n del ¨¦bola y ayudan en su recuperaci¨®n a los afectados ¡±, se?al¨® la comisi¨®n.
En cuanto a Espa?a, la asistencia para el ¨¦bola (incluida la sensibilizaci¨®n y los programas sociales para paliar sus efectos) se canaliza fundamentalmente a trav¨¦s de las instituciones internacionales y ONG, pero tambi¨¦n colabora en programas concretos de respuesta a crisis alimentaria, fortalecimiento de instituciones o la ayuda a las mujeres en el ¨¢mbito rural, explica la diplom¨¢tica espa?ola Alejandra L¨®pez. La Embajada de Espa?a, adem¨¢s, ha puesto en marcha, con varias empresas y entidades, la exposici¨®n Ebol'Art de diferentes artistas, inaugurada en el museo Nacional de Conakry.
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