Venezuela y Bolivia se quedan solas
Ambos pa¨ªses se opusieron a una declaraci¨®n de apoyo al inicio del proceso de normalizaci¨®n de relaciones entre EE UU y Cuba
Venezuela y Bolivia, con el respaldo de Nicaragua, ¡°minaron¡± ¡ªen palabras de diplom¨¢ticos¡ª este lunes la imagen de unidad que la OEA quer¨ªa dar aprobando una sencilla declaraci¨®n de apoyo al inicio del proceso de normalizaci¨®n de relaciones emprendido por Estados Unidos y Cuba. Pero la jugada no les sali¨® del todo bien.?
Durante diez horas, estos pa¨ªses dilataron el proceso con la demanda de que el texto incluyera una menci¨®n a la continuaci¨®n del embargo que EE UU lleva imponiendo a la isla desde hace m¨¢s de medio siglo.
Visto que no lograban imponerse, acabaron por impulsar una votaci¨®n p¨²blica de la declaraci¨®n. El objetivo: por un lado, todo lo que no sea consenso dentro de la OEA es interpretado como una falta de unidad. Adem¨¢s, quien no apoyara esa condena al embargo habr¨ªa quedado impl¨ªcitamente apoyando una sanci¨®n que todos los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina han condenado durante d¨¦cadas.?
Sin embargo, los cada vez m¨¢s frustrados diplom¨¢ticos, que vieron c¨®mo una simple declaraci¨®n positiva se tornaba en una nueva muestra de incapacidad del organismo hemisf¨¦rico por actuar con una sola voz incluso cuando existe amplio consenso, castigaron la iniciativa con una f¨¢cil maniobra: la abstenci¨®n.?
Para que la propuesta de Bolivia ¡ªque fue quien la present¨® formalmente¡ª hubiera sido incluida en la declaraci¨®n, se requer¨ªa que la mayor¨ªa de los Estados miembro, 18, hubieran aprobado su inclusi¨®n en la declaraci¨®n final.?
No fue as¨ª. En vez de ello, 27 pa¨ªses ¡ªincluido el bloque del Caribe que tradicionalmente ha votado a favor de las iniciativas del Alba¡ª se abstuvo, con lo que la propuesta nunca lleg¨® a entrar en el texto que, finalmente, fue aprobado por aclamaci¨®n.?
La propuesta boliviana solo recibi¨® el apoyo de Venezuela, Nicaragua, Ecuador y El Salvador. EE UU vot¨® ¡°no¡±.?
Caracas y La Paz volvieron a quedarse solos cuando no lograron que en el texto que celebra la ¡°profunda satisfacci¨®n del anuncio¡± se cambiara el t¨¦rmino ¡°normalizaci¨®n de relaciones¡± por ¡°restablecimiento¡±, bajo el argumento de que no se puede normalizar la relaci¨®n entre Washington y La Habana hasta que se levante el embargo.?
Finalmente, ambos pa¨ªses tuvieron que conformarse con mostrar su disconformidad con un ¡°pie de p¨¢gina¡± donde quedaron en letra peque?a sus reclamos.?
Venezuela tampoco logr¨® colar en la declaraci¨®n su intento de ¨²ltima hora por incluir en la declaraci¨®n final una condena general a las sanciones a terceros pa¨ªses. El esfuerzo fue interpretado como una revancha por la imposici¨®n de sanciones a altos funcionarios del gobierno de Nicol¨¢s Maduro decretada por Washington.
El p¨¢rrafo que Venezuela intent¨® incluir, ¡°aprovechando la experiencia de toda esta situaci¨®n¡±, seg¨²n dijo su representante, Carmen Vel¨¢squez, rezaba: ¡°Hacemos votos por que se erradique la pr¨¢ctica internacional de imponer sanciones unilaterales contra Estados soberanos¡±.?
Justo un d¨ªa despu¨¦s del hist¨®rico anuncio del restablecimiento de relaciones con Cuba, el presidente Barack Obama firm¨® la Ley de Defensa de los Derechos Humanos y la Sociedad Civil de Venezuela 2014. La normativa impone sanciones contra medio centenar de funcionarios del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro considerados responsables de violaciones de derechos humanos en las protestas opositoras suscitadas entre febrero y junio.?
La decisi¨®n provoc¨® la indignaci¨®n de Maduro que, un d¨ªa despu¨¦s de haber saludado la ¡°valent¨ªa¡± de Obama respecto a Cuba, calific¨® de ¡°insolentes¡± las nuevas sanciones. A la par, advirti¨® a Washington en contra de subestimar ¡°la fuerza y la conciencia del pueblo venezolano¡±.
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