¡°Ella ten¨ªa 43 a?os y quer¨ªa tener un hijo con ¨¦l¡±
El mediador en la inseminaci¨®n de la esposa de un cubano preso en EE UU explica c¨®mo el gesto ayud¨® al deshielo con Cuba
El deshielo entre Estados Unidos y China en los a?os setenta se asocia a la diplomacia del pimp¨®n: las visitas rec¨ªprocas de equipos de tenis de mesa norteamericanos y chinos allanaron el camino para la visita del presidente Richard Nixon a Pek¨ªn. La reconciliaci¨®n entre EE UU y Cuba deja para la posteridad otro gesto que contribuy¨® a distender el ambiente: la diplomacia del embarazo. La inseminaci¨®n artificial de la esposa de un cubano encarcelado en EE UU fue un peque?o detalle que facilit¨® el clima de entendimiento que el mi¨¦rcoles pasado desemboc¨® en el canje de presos y el anuncio de la apertura de relaciones diplom¨¢ticas entre Washington y La Habana.
Gerardo Hern¨¢ndez es uno de los cubanos condenados a cadena perpetua en 2001 en Florida por espionaje. ?l y dos compa?eros fueron intercambiados el mi¨¦rcoles por Alan Gross, el cooperante estadounidense condenado por subversi¨®n, y un esp¨ªa de EE UU ¡ªel cubano Rolando Sarraff Trujillo, seg¨²n diversos indicios¡ª, encarcelados en la isla desde hace cinco y 20 a?os respectivamente.
Cuando Hern¨¢ndez regres¨® a Cuba llamaron la atenci¨®n las im¨¢genes de su esposa, Adriana P¨¦rez, visiblemente embarazada. ?De qui¨¦n es el hijo? ¡°M¨ªo¡±, dijo Hern¨¢ndez, seg¨²n The New York Times, que desvel¨® el episodio. ?C¨®mo fue posible, si ¨¦l estaba en una c¨¢rcel norteamericana y ella en Cuba?
El art¨ªfice del milagro es Tim Rieser, de 62 a?os, un hasta ahora desconocido asesor del veterano senador dem¨®crata Patrick Leahy. Sin las gestiones y conexiones de Rieser, la sinton¨ªa con La Habana hubiese sido mucho m¨¢s ardua, y la pareja Hern¨¢ndez-G¨®mez no estar¨ªa esperando un beb¨¦. ¡°[El embarazo] ayud¨® a crear un mejor clima entre los Gobiernos para las negociaciones¡±, explica Rieser a EL PA?S.
El asesor, que trabaja desde 1985 para el senador y se encarga de una amplia cartera de asuntos presupuestarios en el extranjero, recuerda bien el encuentro con la esposa de Hern¨¢ndez en febrero de 2013 en La Habana.
En ese viaje a la isla, ¨¦l y el senador Leahy se reunieron con el presidente cubano, Ra¨²l Castro, al que ya hab¨ªan visto un a?o antes y conoc¨ªan desde hac¨ªa tiempo, igual que a su hermano Fidel. ¡°[La esposa del preso] hizo una s¨²plica, llorando, al senador Leahy y a su esposa¡±, rememora el asesor Rieser. ¡°Ten¨ªa 43 a?os, quer¨ªa desesperadamente tener un hijo y no albergaba ninguna expectativa de que su marido llegase a salir de la c¨¢rcel¡±.
El matrimonio Leahy simpatiz¨® con la causa de P¨¦rez y decidi¨® ayudarla. Desde hac¨ªa tres a?os, el Gobierno cubano mencionaba el caso en sus encuentros oficiales con EE UU.
¡°Fue puramente un gesto humanitario. No pedimos nada a cambio, pero dese¨¢bamos que los cubanos fueran rec¨ªprocos y mejorar las condiciones de Gross¡±, explica Rieser.
Como tantas veces, la misi¨®n cay¨® en las manos de este experto en operaciones discretas que permiten resolver cuestiones que van desde la situaci¨®n de los derechos humanos en Egipto hasta el presupuesto del Departamento de Estado, pasando por la lucha contra las minas antipersona.
A la vuelta de Rieser a EE UU, la Oficina de Prisiones le comunic¨® que era imposible autorizar una visita de P¨¦rez a la c¨¢rcel de su marido en California en la que tuvieran contacto directo. Tras descubrir un caso previo exitoso, el asesor se moviliz¨® para lograr la aprobaci¨®n para una inseminaci¨®n artificial.
Los tr¨¢mites fueron dif¨ªciles, pero finalmente consigui¨® el visto bueno de los Departamentos de Estado y de Justicia para que una muestra de esperma de Hern¨¢ndez fuera trasladada a Panam¨¢ para inseminar a su esposa.
Rieser desconoce qui¨¦n se encarg¨® de recoger y transportar la muestra, pero sugiere que fueron diplom¨¢ticos cubanos en EE UU. ¡°Entendieron¡±, explica en alusi¨®n al Departamento de Estado y de Justicia, ¡°que era puramente una solicitud humanitaria, y que podr¨ªa ayudar en nuestros esfuerzos por mejorar las condiciones de Gross¡±.
P¨¦rez qued¨® embarazada hace ocho meses y medio, y cumplir¨¢ su deseo de dar a luz junto a su marido, algo impensable hasta hace poco. Paralelamente, las condiciones del cooperante detenido en 2009 prosperaron: empez¨® a dormir con la luz apagada, y tuvo acceso a un ordenador y a un tel¨¦fono.
En el ¨²ltimo a?o, Rieser viaj¨® dos veces a Cuba y habl¨® semanalmente por tel¨¦fono con Gross, tres a?os mayor que ¨¦l. Su objetivo era paliar el des¨¢nimo del hombre, que en abril sugiri¨® que pod¨ªa suicidarse y cuya salud se deterioraba r¨¢pidamente.
El senador Leahy viaj¨® el mi¨¦rcoles en el avi¨®n que recogi¨® a Gross en Cuba y lo trajo de vuelta a EE UU. Rieser lo esperaba en la base militar en la que aterriz¨®. Se fundieron en un abrazo. Ahora que los dos viven en los alrededores de Washington, prev¨¦ mantener el contacto con Gross.
Rieser, siempre modesto y m¨¢s c¨®modo en la sombra que bajo los focos, minimiza sus gestiones personales para allanar la reconciliaci¨®n entre Washington y La Habana: ¡°Nada de esto hubiese sido posible sin el senador Leahy, sin sus conversaciones con el presidente Obama¡±.
Diplomacia m¨¦dica
Las labores para mejorar el clima de entendimiento entre Cuba y Estados Unidos fueron apunt¨¢ndose peque?os tantos. El a?o pasado, Tim Rieser, el asesor dem¨®crata clave en el acuerdo, logr¨® la aprobaci¨®n de la Oficina de Prisiones y del Departamento de Estado para que Ram¨®n Laba?ino ¡ªuno de los esp¨ªas presos en EE UU desde 1998¡ª recibiera desde este a?o un medicamento para paliar la artritis que sufre en las rodillas, y que no estaba autorizada en las c¨¢rceles de EE UU.
La petici¨®n no se efectu¨® en La Habana sino en Washington. Representantes de la Secci¨®n de Intereses de Cuba pidieron ¡°ayuda¡± a Rieser. ¡°Llev¨® varios meses, porque la burocracia toma tiempo. Pero ten¨ªamos recetas de doctores en Cuba y EE UU que dec¨ªan que la medicina pod¨ªa ayudarle¡±, rememora.
La entrega de medicinas fue clave para que Cuba accediera, a petici¨®n de Rieser, a que doctores estadounidenses visitaran el a?o pasado en su celda a Alan Gross, preso en la isla desde 2009 y cuya salud era fr¨¢gil. La muerte de Gross hubiera descarrilado cualquier acercamiento de Washington a La Habana, seg¨²n advirti¨® en verano el secretario de EE UU, John Kerry, a su hom¨®logo cubano.
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