La energ¨ªa nuclear se erige como la principal alternativa

El compromiso de China de lograr que en 2030 un 20% de su energ¨ªa proceda de fuentes limpias supone todo un desaf¨ªo para un pa¨ªs inmenso que ha tirado del carb¨®n durante d¨¦cadas. La principal apuesta de las autoridades para cumplir el objetivo recientemente adquirido es la energ¨ªa nuclear: el pa¨ªs cuenta actualmente con 21 reactores y tiene previsto construir 28 m¨¢s con el objetivo de incrementar la generaci¨®n de energ¨ªa nuclear de 19,1 gigavatios anuales a 58 gigavatios ¡ªel triple¡ª en seis a?os.

La decisi¨®n de apostar por la energ¨ªa at¨®mica es firme tras a?os en que el pa¨ªs ha pagado las consecuencias de un crecimiento incontrolado y medioambientalmente insostenible. Las necesidades energ¨¦ticas de China seguir¨¢n creciendo en los pr¨®ximos a?os, pero la opini¨®n p¨²blica y los compromisos adquiridos con la comunidad internacional para frenar el cambio clim¨¢tico impiden que el pa¨ªs siga basando su crecimiento en los combustibles f¨®siles.

Seg¨²n datos de la Oficina Nacional de Estad¨ªsticas, un 67,5% de la energ¨ªa producida durante 2013 procedi¨® de la combusti¨®n de carb¨®n, seguido del petr¨®leo (16,8%) y del gas natural (5,9%). Los combustibles no f¨®siles supusieron el 9,8%, entre los cuales se encuentra la energ¨ªa nuclear, con un 2%. ?sta ¨²ltima supone un 19,4% del total del suministro energ¨¦tico en Estados Unidos y llega al 73,3% en Francia.

¡°Es la primera vez en la historia de la humanidad que veremos un aumento de tal magnitud en tan poco tiempo. Tenemos razones para estar preocupados solamente desde el punto de vista t¨¦cnico y de capacidad humana para manejar estas plantas¡±, afirma Li Shuo, responsable de Energ¨ªa y Cambio Clim¨¢tico de Greenpeace en China.

Tras el accidente en 2011 de la central nuclear japonesa de Fukushima por el terremoto y el tsunami posterior, China prohibi¨® la construcci¨®n de nuevas centrales y reforz¨® las medidas de seguridad de las que ya est¨¢n en funcionamiento, todas en la costa del pa¨ªs. El veto, que se levant¨® a finales de 2012, ha retrasado el calendario en aproximadamente dos a?os, lo que hace dif¨ªcil el cumplimiento de la meta establecida para 2020, cuando la energ¨ªa procedente de fuentes limpias deber¨ªa alcanzar el 15%.

China necesitar¨¢ generar entre 800 y 1.000 gigavatios adicionales procedentes de combustibles no f¨®siles en los pr¨®ximos 15 a?os. El Plan Estrat¨¦gico de Desarrollo Energ¨¦tico 2014-2020 contempla un empuj¨®n a la energ¨ªa hidroel¨¦ctrica, e¨®lica y solar, pero f¨ªa a la nuclear la consecuci¨®n de las metas.

¡°La mayor inc¨®gnita es si seguiremos utilizando cualquiera de las energ¨ªas disponibles para cubrir el cupo o vamos a adoptar un nuevo enfoque m¨¢s exigente que nos lleve hacia una energ¨ªa m¨¢s limpia y segura¡±, afirma Li, que teme la construcci¨®n de centrales en el interior, pr¨®ximas al r¨ªo Yangtz¨¦, en cuya cuenca viven unos 400 millones de personas. ¡°En caso de accidente, el impacto potencial ser¨ªa a¨²n mayor. China tiene escasez de energ¨ªa, pero tambi¨¦n de recursos h¨ªdricos¡±, recuerda Ma Jun, director del Instituto de Asuntos P¨²blicos y Medio Ambiente de China.

Los expertos se?alan que, adem¨¢s de la cantidad, la clave radica en asignar de forma m¨¢s eficiente la energ¨ªa que ya se produce. China sigue subsidiando los combustibles f¨®siles e industrias pesadas como el hierro, el acero o el cemento. ¡°No me cabe duda de que la energ¨ªa nuclear debe ser parte de la nueva estrategia energ¨¦tica, pero incluso con ella no hay forma de que China pueda garantizar la gran demanda de las industrias intensivas en energ¨ªa¡±, explica Ma.

La esperanza es que la reestructuraci¨®n del modelo econ¨®mico del pa¨ªs conlleve una progresiva p¨¦rdida de peso de estos sectores en la econom¨ªa. En algunos ¨¢mbitos se vislumbra una tendencia al cambio: el consumo de carb¨®n cay¨® por primera vez entre un 1% y un 2% hasta octubre, seg¨²n datos de la consultor¨ªa China Coal Research.