El fracaso de la votaci¨®n presidencial aboca a Grecia a las urnas en enero
Los sondeos pronostican una victoria de Syriza con el 28% de los votos, en lo que ser¨ªa el primer triunfo de la izquierda antirrescate en un pa¨ªs de la UE
El ¨®rdago a la grande del primer ministro conservador, Andonis Samar¨¢s, al precipitar dos meses la votaci¨®n parlamentaria para elegir presidente, le ha dejado sin cartas, e incluso sin Gobierno. Los griegos acudir¨¢n a las urnas el 25 de enero en unas elecciones legislativas adelantadas tras fracasar este lunes en el Parlamento, en tercera ronda, la designaci¨®n del conservador Stavros Dimas como jefe del Estado. Pese al rechazo del 58,2% de los ciudadanos, que preferir¨ªan haberlos evitado, los comicios de dentro de un mes son un espejo en el que se miran griegos y extra?os, ya que de ellas puede salir un Gobierno presidido por la izquierdista Syriza, en cabeza de los sondeos con el 28% de apoyos. Las elecciones generales deber¨ªan haberse celebrado en junio de 2016.
La suya ser¨ªa la primera victoria de la izquierda en Grecia ¡ªel socialista Pasok no cuenta: lleva a?os instalado en el centroizquierda¡ª, y la primera de un partido antirrescate en la UE, que contempla con inquietud el hipot¨¦tico Gobierno de una formaci¨®n radicalmente opuesta a las draconianas condiciones de la troika y partidaria de reestructurar parte de la deuda, e incluso de una gran conferencia europea similar a la de Londres de 1953, que alivi¨® parte de los pagos impuestos a Alemania tras la guerra. Syriza recurre a menudo al s¨ªmil de Grecia como un paisaje de posguerra ¡ªdevastado por seis a?os de recesi¨®n, un pa¨ªs donde los ciudadanos son un 40% m¨¢s pobres que en 2008¡ª, y en esa l¨ªnea de antiausteridad fueron las primeras declaraciones a la salida de la C¨¢mara, de Alexis Tsipras, su l¨ªder: ¡°Con la voluntad de nuestra gente, la pol¨ªtica de austeridad ser¨¢ en breve cosa del pasado¡± en Grecia. ¡°Ya ha empezado el futuro¡±, a?adi¨®.
Pese a la derrota, Samar¨¢s segu¨ªa mostrando este lunes un cierto optimismo. ¡°Creo firmemente que las fuerzas proeuropeas y aquellas otras partidarias de las reformas estructurales que necesita este pa¨ªs van a prevalecer. Soy muy optimista al respecto, es la ¨²nica salida¡±, declar¨®, mientras la habitual gresca pol¨ªtica del pa¨ªs se elevaba a la en¨¦sima potencia, exacerbada por esta coyuntura in¨¦dita: el radical cambio de tornas en el poder.
Con una diferencia entre ambos estrechada en las ¨²ltimas semanas, los sondeos sit¨²an a los conservadores de Nueva Democracia (ND) en segundo lugar con el 25% de los votos, si bien una encuesta divulgada hoy cifra en seis puntos la diferencia entre Syriza (29,9%) y los conservadores (23,4%). Ninguna de esas cantidades permitir¨ªa la mayor¨ªa absoluta, por lo que se prev¨¦n arduos pactos, y eso que las encuestas son desde hace semanas tan vol¨¢tiles como creciente la crispaci¨®n. De hecho, el m¨¢s sereno tras el anunciado cataclismo pol¨ªtico fue el candidato a presidente, Stavros Dimas, que a su salida de la C¨¢mara asegur¨® que se esperaba el resultado, y que lo hab¨ªa encajado con la misma serenidad con la que, subray¨®, espera que ¡°todos trabajen por los intereses de Grecia en estos momentos cr¨ªticos. Grecia es lo que nos une¡±, afirm¨®, en velada referencia a una bipolarizaci¨®n a cara de perro: entre los que miran a Bruselas, como el bipartito ND-Pasok, y los que miran a Syriza.
Las comparaciones de esta con Podemos en tanto que fuerza que amenaza el sistema pol¨ªtico tradicional y el bipartidismo obvian que el partido de Tsipras se reconoce inequ¨ªvocamente de izquierdas (en la l¨ªnea de Izquierda Unida en Espa?a), mientras que la formaci¨®n de Pablo Iglesias prefiere una indefinici¨®n ambigua. Syriza (siglas griegas de ¡°Coalici¨®n de Izquierda Radical¡±) es una formaci¨®n biso?a ¡ªcomo partido se constituy¨® en 2012¡ª, pero con experiencia pol¨ªtica y que ha tocado todos los palos, desde los gobiernos locales hasta el Parlamento o la Euroc¨¢mara, o incluso, desde las elecciones locales de mayo, el gobierno del ?tica, la mayor regi¨®n de Grecia y la que m¨¢s votos concentra.
Sus or¨ªgenes se remontan a principios de la d¨¦cada de 2000, cuando grupos y movimientos de izquierda fundaron una alianza que rastrillaba desde socialdem¨®cratas a marxistas, verdes o trotskistas, en la ¨®rbita del eurocomunismo y en las ant¨ªpodas del Partido Comunista griego (KKE, muy ortodoxo), con el que defend¨ªan un proceso de di¨¢logo y unidad que no se ha sustanciado ni se sustanciar¨¢. El KKE nunca aceptar¨¢ ser socio de Gobierno de Syriza; adem¨¢s de que las encuestas le dan poco vuelo.
Syriza no asumi¨® este nombre hasta 2009, y en las elecciones de ese a?o, ganadas por mayor¨ªa absoluta por el Pasok, logr¨® el 5% de los votos y Tsipras fue elegido diputado. El desempe?o del partido fue discreto hasta 2012, cuando, cabalgando los efectos de la crisis, se convirti¨® en la principal fuerza de oposici¨®n (26,9%, 71 esca?os). El desgaste del bipartito, que ha aguantado dos a?os y medio en el poder, y el deterioro de las condiciones de vida ¡ªun paro superior al 25% y que alcanza el 50% entre los j¨®venes; un tercio de la poblaci¨®n bajo el umbral de pobreza; tres millones de personas sin cobertura sanitaria normalizada¡ª han servido en bandeja a Syriza la victoria y alentado la creaci¨®n de peque?os partidos que pueden ser claves a la hora de formar Gobierno en enero.
A estas formaciones, entre las que destaca To Potami (El r¨ªo), que dio la sorpresa en las europeas de mayo al lograr dos esca?os pese a haber sido fundado dos meses antes ¡ªuna analog¨ªa m¨¢s con Podemos¡ª, se sumar¨¢ el nuevo partido de Yorgos Papandreu, que est¨¢ previsto se presente este martes. La hemorragia interna del Pasok, del que Papandreu, primer ministro hasta oto?o de 2011, sali¨® defenestrado por la vieja guardia, es ya incontenible, con un raspado 5% de apoyos en los sondeos. Tanto como la vendetta que puede desatarse en el seno de ND contra la pirueta mortal de Samar¨¢s al adelantar la votaci¨®n presidencial. Una apuesta fuerte que ha colocado a Grecia, de nuevo, en la cuerda floja.
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