Syriza apela a la clase media empobrecida de Grecia
La izquierda radical griega se ha preparado para conquistar el poder en la periferia de Atenas. ¡°Nos vot¨® mucha gente de derechas¡±, afirma un alcalde af¨ªn
Es viernes 2 de enero, y Simos Russos no se ha tomado vacaciones de Navidad. A su despacho en el Ayuntamiento de Jalandri, un municipio cercano a Atenas, acuden vecinos, colaboradores y hasta el patriarca de la peque?a comunidad gitana de la localidad, de 80.000 habitantes. Los bloques bajos y placitas con jardines no atraen visitantes. Su rasgo distintivo son los cientos de comercios cerrados y la composici¨®n de su consistorio: 100% de izquierdas. Con mayor¨ªa de miembros de la izquierda radical de Syriza, tambi¨¦n hay concejales de la izquierda extraparlamentaria, ecologistas e independientes procedentes de movimientos sociales.
No es el ¨²nico municipio liderado por Syriza ¡ªen la regi¨®n del ?tica, la mayor del pa¨ªs, son una decena de un total de 66¡ª, pero destaca por su experiencia como laboratorio del poder de un partido que se prepara para disputar el Gobierno central en las elecciones del pr¨®ximo d¨ªa 25. Todas las encuestas dan como ganador a Syriza, con una ventaja de al menos un 3% sobre los conservadores del primer ministro, Andonis Samar¨¢s. Insuficiente, empero, para lograr la mayor¨ªa absoluta, tras una campa?a muy polarizada por el miedo en los bolsillos.
Independiente respaldado por Syriza, Russos, de 49 a?os, es el regidor de Jalandri desde el pasado 1 de septiembre. La localidad se ech¨® literalmente en brazos de la izquierda despu¨¦s de 12 a?os ininterrumpidos de gobierno conservador ¡ªy casi otros 30 a?os antes del Pasok¡ª. ¡°Nos vot¨® mucha gente de derechas¡±, explica en su despacho. ¡°Algo ten¨ªa que cambiar¡±, alega Russos, una frase que, en presente, recorre muchas conversaciones. ¡°Cuatro a?os de austeridad han dejado el pa¨ªs arrasado, y Jalandri es un buen ejemplo, con un 35% de paro. Nuestra prioridad absoluta es afrontar esta crisis humanitaria,gente que no tiene para comer, ni luz porque se la han cortado, ni?os que van a la escuela con hambre; no hemos tenido mucho tiempo pero hemos aplicado un plan de choque¡±, el mismo que prev¨¦ para sus primeros 100 d¨ªas de gobierno Syriza.
El giro a la izquierda de Jalandri es tambi¨¦n un term¨®metro del descr¨¦dito de los dos grandes partidos e incluso del reflujo de apoyos a fuerzas que hace un par de a?os eran pujantes. Por ejemplo, en las generales de 2012 el partido neonazi Aurora Dorada logr¨® un 8% de los votos en el municipio. ¡°En las locales, sin embargo, sacaron pocos votos¡±, explica Russos.
El regidor echa cuentas, y al enumerar cifras y casos de penurias le sale un retrato robot bastante ajustado de la crisis. ¡°Jalandri es pura clase media, sobre todo aut¨®nomos, pymes y funcionarios, y [ahora] despedidos en masa. Se han hundido todos, ahora son pobres los que antes viv¨ªan bien, y no tienen ni para pagar la calefacci¨®n, por eso lanzamos la campa?a Electricidad para todos¡±, financiada por la prefectura del ?tica, tambi¨¦n en manos de Syriza. Desde las ventanas de su despacho, se ven colinas cuajadas de nieve en torno a Atenas; una ola de fr¨ªo, con temperaturas de hasta -20? en el norte, ha dejado muchos pueblos aislados, mientras 330.000 hogares est¨¢n privados de calor en todo el pa¨ªs por no poder pagar la calefacci¨®n.
Este vibrante laboratorio de econom¨ªa social no es algo improvisado. Desde 2012, los cargos electos de Syriza destinan el 20% de sus ingresos mensuales para la plataforma Solidaridad para Todos, una suerte de gestora nacional de iniciativas de educaci¨®n, sanidad o alojamiento. Emblema del ala m¨¢s izquierdista de Syriza, el programa apunta las prioridades de un eventual gobierno liderado por Alexis Tsipras.
Por ejemplo, del presupuesto municipal, de 50 millones de euros al a?o, el Ayuntamiento de Jalandri destin¨® de inmediato 100.000 euros ¡°para los ni?os que s¨®lo hacen una comida, la del colegio¡±. Tambi¨¦n organiza un mercado mensual de productores locales, que ofrecen comida entre un 30% y un 40% m¨¢s barata que en los supermercados. En todas estas tareas, el Ayuntamiento coopera con ONG, asociaciones y la Iglesia, y en conjunto cubren las necesidades b¨¢sicas de 2.500 personas privadas de cualquier ingreso. Para el alcalde de Jalandri, que anta?o milit¨® en el Partido Comunista (KKE, 4% en intenci¨®n actual de voto), lo siguiente es abrir una cl¨ªnica social, ¡°con 20 m¨¦dicos voluntarios, para atender a los miles de aut¨®nomos que se han quedado sin seguro¡±. Tres millones de griegos carecen de cobertura sanitaria normalizada.
Oy¨¦ndole hablar, pareciera que gobernar no debe de resultar dif¨ªcil. Tan sencillo, por ejemplo, como hacer pagar impuestos, ¡°cosa que antes no hac¨ªan¡±, a las grandes empresas radicadas en la localidad, ¡°como compa?¨ªas de seguros y algunos bancos¡±, de donde sale el 65% de los ingresos de la administraci¨®n local, dice. La presi¨®n fiscal es proporcional: el tipo m¨ªnimo para talleres y tiendas peque?as; el m¨¢ximo para los negocios que ocupan superficies grandes. Jalandri es el primer ayuntamiento griego que se ha opuesto a algunos recortes exigidos por el Gobierno. ¡°Hemos dicho no al despido de funcionarios, porque est¨¢n para ayudar a la ciudadan¨ªa, y ahora precisamente es cuando se necesita m¨¢s ayuda¡±.
En pie en la puerta del despacho, Russos aprieta la mano en su despedida. ¡°Hemos de terminar con la pol¨ªtica alemana en Europa a cualquier precio. El camino de la austeridad no conduce a ning¨²n sitio. En Grecia lo hemos visto muy bien. Si no vence el miedo¡±, dice, ¡°venceremos".
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