La brit¨¢nica con ¨¦bola viaj¨® en un vuelo regular
La enfermera est¨¢ en estado cr¨ªtico y los m¨¦dicos temen por su vida
El deterioro del estado de salud de la enfermera brit¨¢nica diagnosticada de ¨¦bola tras su repatriaci¨®n a Reino Unido, hace una semana, ha desatado alarma social al trascender que se le permiti¨® viajar en un vuelo regular desde Londres a Glasgow a pesar de que ella misma sugiri¨® que pod¨ªa padecer alg¨²n s¨ªntoma de la enfermedad. Pauline Cafferkey, cuyo estado ha sido calificado de ¡°cr¨ªtico¡± por el equipo m¨¦dico que la atiende, contrajo el virus en Sierra Leona, donde trabajaba como voluntaria en un hospital.
El Gobierno brit¨¢nico ha organizado un dispositivo especial para identificar cualquier posible nuevo caso de contagio del virus, subray¨® este domingo el primer ministro David Cameron, forzado a dar garant¨ªas al p¨²blico a ra¨ªz de la divulgaci¨®n de los detalles sobre el traslado de Cafferkey desde el pa¨ªs africano. La enfermera recal¨® el pasado domingo por la noche en el aeropuerto londinense de Heathrow ¡ªtras un vuelo procedente de Freetown que hizo escala en Casablanca (Marruecos)¡ª, donde comunic¨® a las autoridades que no se sent¨ªa bien y que cre¨ªa tener fiebre. Fue sometida a una serie de pruebas m¨¦dicas, cuyo resultado negativo propici¨® la luz verde para que tomara otro avi¨®n de l¨ªnea regular con destino a Glasglow. A las pocas horas de su llegada a la ciudad escocesa, la administraci¨®n auton¨®mica confirm¨® que padec¨ªa ¨¦bola.
El hecho de que al d¨ªa siguiente la paciente fuera trasladada de nuevo a Londres en un avi¨®n de la fuerza a¨¦rea brit¨¢nica (RAF), para ser tratada en un hospital del norte de la ciudad especializado en enfermedades infecciosas, tal y como exige el protocolo establecido, sugiere un arriesgado caos administrativo. Tan solo 24 horas antes, la enfermera hab¨ªa transitado por el principal aeropuerto de la capital, sin que las autoridades detectaran un hipot¨¦tico caso de riesgo, y luego hab¨ªa compartido un vuelo de British Airways hacia Glasgow con otros 71 pasajeros y miembros de la tripulaci¨®n. Todas esas personas han sido ya contactadas por los servicios sanitarios, al igual que los 101 miembros del pasaje del avi¨®n de la compa?¨ªa Royal Air Maroc que la traslad¨® a su pa¨ªs desde Sierra Leona.
El caso de esta trabajadora de la red de sanidad p¨²blica brit¨¢nica, quien contrajo el ¨¦bola durante una excedencia que se tom¨® en noviembre para cooperar en un hospital cercano a Freetown, es el segundo que se registra en Reino Unido. Antes que ella, el enfermero William Pooley fue diagnosticado de la enfermedad a su regreso de Sierra Leona el pasado verano, pero el tratamiento que recibi¨® en el Royal Free Hospital de Londres result¨® efectivo y permiti¨® darle el alta en septiembre. Pauline Cafferkey permanece ingresada en el mismo centro, donde est¨¢ recibiendo un tratamiento experimental antiv¨ªrico elaborado con plasma sangu¨ªneo de supervivientes de la enfermedad, entre ellos el propio Pooley.
Si hasta el pasado viernes el estado de la paciente alentaba el optimismo ¡ªestaba despierta, charlaba con el personal del hospital e incluso se dedicaba a leer¡ª, a partir del s¨¢bado los m¨¦dicos comenzaron a temer por su vida. Los partes emitidos desde entonces sobre su estado presentan similitudes con los que tuvieron a la sociedad espa?ola en vilo hasta principios del pasado noviembre, cuando la enfermera Teresa Romero fue definitivamente dada de alta. La trabajadora sanitaria espa?ola contrajo la enfermedad sin moverse de Madrid, tras contagiarse de uno de sus pacientes, el misionero Miguel Pajares, quien acab¨® falleciendo tras su repatriaci¨®n a la capital espa?ola desde ?frica.
El ¨¦bola, cuyos primeros s¨ªntomas son la fiebre, los dolores musculares, el cansancio y el dolor de cabeza, ha causado hasta la fecha la muerte de casi 8.000 personas en ?frica occidental desde que comenz¨® el brote hace un a?o. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) estima que la cifra de infectados en Sierra Leona, Liberia y Guinea supera las 20.000 personas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.