La Comisi¨®n Europea enfr¨ªa los temores de salida del euro en Grecia
Bruselas ve ¡°irrevocable¡± la pertenencia griega a la moneda ¨²nica
Grecia es una constante invitaci¨®n a la crisis. El fiasco del Gobierno conservador de Antonis Samar¨¢s en la elecci¨®n presidencial oblig¨® a convocar a los griegos a las urnas el pr¨®ximo 25 de enero, y el liderazgo incontestable del izquierdista Syriza en las encuestas tiene a los acreedores europeos de los nervios. Los socios del euro temen que el l¨ªder de ese partido, Alexis Tsipras, cumpla sus promesas y acometa una renegociaci¨®n del rescate que incluya una reestructuraci¨®n de la deuda p¨²blica, en manos de los Gobiernos europeos. Palabras mayores: Alemania ha sacado la caballer¨ªa y afirma que eso supondr¨ªa una salida fulminante del euro. El presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, se sum¨® este lunes al corifeo que alude una y otra vez a que los griegos ¡°son libres de decidir su destino¡± para a continuaci¨®n recordar que ¡°hay compromisos adquiridos que se tendr¨¢n que respetar¡±, gane quien gane. Solo la Comisi¨®n Europea trata de mantener la calma en ese juego de humo y espejos en el que cada parte trata de amedrentar a la otra para salir triunfante en las negociaciones posteriores al 25-E.
En esa partida se jugar¨¢ el futuro de Grecia, que a cambio de la ayuda europea se ha sometido a un dur¨ªsimo ajuste con n¨²meros dignos de gran depresi¨®n. Y si la cuerda se tensa demasiado, tambi¨¦n el del resto de la eurozona: Grecia es apenas el 2% del PIB de la UE, pero ha dado sobradas muestras de su capacidad para desestabilizar Europa.
Esas son las cartas: unas elecciones de incierto final, un tercer rescate a Grecia no menos incierto y una cacofon¨ªa de declaraciones en las que solo Bruselas trata de poner paz. Frente al vocer¨ªo en Berl¨ªn, en Par¨ªs e incluso en Madrid ¡ªque este lunes se sum¨® a las tesis alemanas que asocian reestructuraci¨®n de deuda a salida del euro¡ª, el brazo ejecutivo de la Uni¨®n apunt¨® que la pertenencia de Grecia a la moneda ¨²nica ¡°es irrevocable¡±, seg¨²n un portavoz. ¡°El euro est¨¢ aqu¨ª para quedarse¡±, insisti¨®, aunque este lunes cay¨® a m¨ªnimos en los ¨²ltimos nueve a?os. En un momento crucial para la eurozona ante los planes de compra masiva de deuda por parte del BCE para reducir el riesgo de deflaci¨®n, Bruselas hizo as¨ª un llamamiento a la tranquilidad con vistas a ahuyentar los fantasmas de una salida desordenada del euro. Pese al triunfalismo de Berl¨ªn y Madrid, que subrayan que el adi¨®s de Grecia no tendr¨ªa consecuencias, la Comisi¨®n sabe que ese escenario devolver¨ªa a Europa a la casilla de salida de la crisis por su potencial efecto contagio, que esta vez llega a Italia y hasta la mism¨ªsima Francia.
La Uni¨®n est¨¢ en una etapa especialmente delicada. La fatiga es evidente: la salida de la Gran Recesi¨®n no acaba de llegar. El desempleo est¨¢ en m¨¢ximos, con m¨¢s de 25 millones de parados; la austeridad no ha impedido que la deuda p¨²blica deje de crecer. Y la naturaleza de la crisis se va convirtiendo de manera cada vez m¨¢s clara en genuinamente pol¨ªtica, con un descontento que va de arriba abajo, de Norte a Sur del continente. Grecia es el caso m¨¢s claro, pero Alemania es la imagen especular del desencanto griego: el Gobierno alem¨¢n sabe que Europa est¨¢ condenada a llegar a una soluci¨®n de compromiso con Grecia y a satisfacer algunas de las peticiones de Syriza, seg¨²n las fuentes consultadas en Bruselas. Al cabo, Grecia ha hecho los deberes: tiene ya super¨¢vit primario en sus cuentas p¨²blicas (ha dejado atr¨¢s los n¨²meros rojos sin contar los intereses de la deuda), y los socios europeos se comprometieron a mejorar las condiciones del rescate tan pronto como eso ocurriera. La canciller Merkel se enfrenta a varios reveses pol¨ªticos, tanto por ese flanco ¡ªque le puede castigar por la derecha¡ª como por el programa de compra de deuda p¨²blica que est¨¢ pr¨®ximo a activar el banco central, que despierta odios sinceros en un pa¨ªs de ahorradores. ¡°Merkel quiere minimizar esos costes: ha apostado fuerte y eso va a dejar poco margen de maniobra a Tsipras¡±, explic¨® desde Londres el economista Costas Lapavitsas.
En los tres ¨²ltimos siglos, Grecia acumula siete impagos de deuda (incluyendo el de 2012). Pero Alemania ha quebrado cuatro veces en ese periodo, seg¨²n los datos de Ken Rogoff y Carmen Reinhart. La ¨²ltima vez, en 1953, Grecia era precisamente uno de los acreedores de Berl¨ªn. Las fuentes consultadas en Bruselas advierten de los peligros de una reestructuraci¨®n unilateral en Grecia, pero admiten que Atenas se ha ganado el derecho a renegociar el rescate una vez ha equilibrado sus cuentas p¨²blicas.
¡°Es indignante que Berl¨ªn chantajee a los griegos si eligen democr¨¢ticamente a Syriza, que ha prometido un alivio de la deuda que el pa¨ªs necesita desesperadamente¡±, apunt¨® el analista Philippe Legrain, ex asesor de Jos¨¦ Manuel Barroso. ¡°Ese tipo de comportamientos, condicionados por los intereses ego¨ªstas de los acreedores, han transformado la comunidad de iguales que era la eurozona en una c¨¢rcel para los deudores¡±, a?adi¨®. ¡°La austeridad ha sido desastrosa en Grecia y si los l¨ªderes europeos no ofrecen un acuerdo favorable a Atenas la crisis ser¨¢ inevitable. Y no solo en Grecia: en toda la eurozona¡±, a?adi¨® Paul de Grauwe, de la London School of Economics. La tormenta, en fin, empieza a fraguarse y estallar¨¢ si no se alcanza una soluci¨®n de compromiso. A pesar de las turbulencias, ese sigue siendo el escenario central: ¡°A nadie le interesa que Grecia salga del euro¡±, cerr¨® una fuente europea.
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