Una nueva tragedia europea
Desde el asesinato del cineasta Theo van Gogh, el debate sobre las cr¨ªticas al islam y los l¨ªmites de la tolerancia no se ha cerrado
El asesinato en Amsterdam, del que se acaba de cumplir el d¨¦cimo aniversario, del cineasta Theo Van Gogh por un holand¨¦s de origen marroqu¨ª de 26 a?os, Mohammed Bouyeri, que le dispar¨® ocho veces en el est¨®mago y luego le degoll¨® en plena calle, supuso una conmoci¨®n tremenda para un pa¨ªs cuya tradici¨®n de respeto a las creencias ajenas y a la cr¨ªtica le convirti¨® en un oasis en los tiempos de la Inquisici¨®n y las guerras de religi¨®n en Europa. El atentado de este mi¨¦rcoles contra la revista sat¨ªrica francesa Charlie Hebdo, que ha costado al menos 12 muertos, es un espantoso recordatorio de que se trata de un problema que est¨¢ muy lejos de estar cerrado. Sobre el atentado contra el realizador holand¨¦s, que hab¨ªa dirigido un cortometraje cr¨ªtico con el islam titulado Sumisi¨®n: Part 1 escrito por la activista somal¨ª Ayaan Hirsi Al¨ª, public¨® el periodista Ian Buruma un ensayo, Asesinato en Amsterdam, cuyo ep¨ªgrafe est¨¢ m¨¢s vigente que nunca: "La muerte de Theo van Gogh y los l¨ªmites de la tolerancia".
El ensayo de Buruma reconstru¨ªa con precisi¨®n el atentado, las motivaciones de Bouyeri, cuyo verdadero objetivo era Hirsi Al¨ª, pero sobre todo planteaba un debate que iba m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n y del derecho a la blasfemia: ?Las cr¨ªticas contra el islam hacen el juego a la ultraderecha que campa a sus anchas por Europa? ?Criticando al islam se falta al respeto a los millones de inmigrantes de pa¨ªses isl¨¢micos que viven en Europa? ?Son compatibles las cr¨ªticas al islam y la construcci¨®n de una sociedad multicultural en Europa?
El gran tema en los medios de comunicaci¨®n franceses era estos d¨ªas la nueva novela de Michel Houellebecq, Soumission, que describe c¨®mo Francia se convierte en un estado isl¨¢mico dentro de dos d¨¦cadas. De hecho, Charlie Hebdo, que nunca se ha casado con ninguna religi¨®n sino que las critica a todas con la misma fiereza, dedicaba su ¨²ltima portada a re¨ªrse del escritor. La novela de Houellebecq ha suscitado la misma pol¨¦mica que hace diez a?os provoc¨® la pel¨ªcula de Theo van Gogh y ha suscitado las mismas cuestiones. El periodista Edwy Plenel, fundador del diario digital Mediapart y que acaba de publicar un libro titulado Pour les musulmans, critic¨® en una entrevista con la agencia France Presse el protagonismo que hab¨ªa alcanzado el nuevo libro del autor de Plataforma: "Un libro es una ficci¨®n y los periodistas tenemos que ocuparnos de los hechos, de la realidad y no de escenarios futuros, de pesadillas inventadas por un escritor. En este caso, se trata de un escritor del que conocemos desde hace 15 a?os su islamofobia, el miedo, el odio al islam y a los musulmanes".
Aunque mucho menos conocido que Houellebecq, el ensayista Eric Zemmour tambi¨¦n ha estado estos d¨ªas en los titulares de la prensa francesa y belga porque la librer¨ªa bruselense Filigranes cancel¨® la presentaci¨®n de su libro Le suicide fran?ais, criticado por ser antiisl¨¢mico y antiinmigraci¨®n. Zemmour, un personaje muy pol¨¦mico que ha sido acusado de rehabilitar al r¨¦gimen fascista de Vichy, se defendi¨® diciendo que su libro era sobre la inmigraci¨®n, "no antiisl¨¢mico", aunque aseguraba a continuaci¨®n: "Hay algunos barrios en los que casi no hay m¨¢s que musulmanes, de los que han huido los dem¨¢s porque ya no se sent¨ªan como en su casa en Francia. Nos encontramos de repente como en Arabia Saud¨ª en el siglo s¨¦ptimo".
El asesinato de Theo van Gogh fue condenado un¨¢nimemente como lo ha sido el atentado contra Charlie Hebdo pero el hecho es que, en 2006, le fue revocado el pasaporte a Ayaan Hirshi Al¨ª y tuvo que irse de Holanda, un pa¨ªs en el que hab¨ªa encontrado refugio despu¨¦s de huir de un matrimonio forzado en Somalia. Hirshi Al¨ª, que lleg¨® a ser diputada, se convirti¨® en una estrella medi¨¢tica de la lucha contra el radicalismo isl¨¢mico y la defensa de la libertad de expresi¨®n, sean cuales sean las consecuencias. "Occidente se salv¨® porque fue capaz de separar la fe y la raz¨®n", explicaba en una entrevista con Russel Shorto, autor del libro Amsterdam. A history of the world's most liberal city (Double Day, 2013). Este ensayo acaba con el asesinato de Van Gogh, que es descrito como uno de los mayores desaf¨ªos que ha sufrido la tolerancia en la ciudad en la que, no se puede olvidar, el jud¨ªo sefard¨ª Baruch Spinoza escribi¨® en el siglo XVII el primer gran tratado contra la religi¨®n. Este librepensador, inagotable y valiente, fue expulsado por su propia comunidad y tuvo que pasar a la clandestinidad, perseguido por todas las religiones, por defender que los Gobiernos deb¨ªan basarse en la raz¨®n y no en la religi¨®n y mantener que los textos sagrados eran obra de hombres, no de dioses.
Cuatro a?os despu¨¦s de la pol¨¦mica provocada por las vi?etas de Mahoma que difundi¨® el diario dan¨¦s Jyllands-Posten, The Economist public¨® en 2009 un art¨ªculo titulado "La ansiedad sobre la posibilidad de provocar ofensas religiosas reduce la libertad de expresi¨®n en Europa" en el que comparaba la reacci¨®n a la fetua contra Rushdie ¡ªOccidente cerr¨® filas en defensa del novelista que tuvo que pasar a?os escondido y su libro fue publicado por una asociaci¨®n de editoriales¡ª frente a lo que ocurr¨ªa en los ¨²ltimos a?os. "Dos d¨¦cadas despu¨¦s de la fetua impuesta contra Rushdie, parece que demasiados artistas, editores y Gobiernos occidentales est¨¢n m¨¢s dispuestos que en 1989 a sacrificar una parte de su libertad de expresi¨®n", asegura el art¨ªculo que conclu¨ªa: "Eso no debe servir como un disfraz para permitir a los extremistas que crean que cualquier visi¨®n contraria a sus creencias no debe ser divulgada".
Charlie Hebdo ha seguido siempre a fondo el credo spinozista. El precio que ha pagado es infausto, porque este atentado se ha producido despu¨¦s de a?os de amenazas islamistas por una parte y acusaciones de alentar las posturas racistas del Frente Nacional por otro, olvidando que sus s¨¢tiras iban dirigidas contra todas las religiones. En 2007 el dibujante Joann Sfar describi¨® la redacci¨®n del semanario como "la sucursal de una comisar¨ªa" por la cantidad de polic¨ªas que proteg¨ªan a sus dibujantes. Uno de ellos, Pierre Dragon, se prest¨® a contar el d¨ªa a d¨ªa policial al dibujante Frederik Peeters y de all¨ª surgi¨® un gran c¨®mic, RG, cuyo primer volumen, titulado Ryad-sur-Seine, estaba dedicado a las redes del islamismo radical en Francia. La ¨²nica condici¨®n que puso Dragon es que no hubiese nombres propios ni se pudiese identificar a los protagonistas. "Si es poes¨ªa, tenemos derecho", dijo el polic¨ªa. Es un frase que hoy, en medio de la tragedia, cobra un nuevo sentido.
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