El ¨²ltimo ¡®Charlie Hebdo¡¯, a subasta en Internet
Los ejemplares del n¨²mero anterior al atentado de la revista sat¨ªrica se venden por cientos de euros en pujas en la red
Michelle de V¨¦rout, jubilada de 68 a?os, se ha acercado el s¨¢bado por la ma?ana a la sede de Charlie Hebdo a rendir su tributo a la revista sat¨ªrica y a las 12 v¨ªctimas de la matanza terrorista del mi¨¦rcoles. "Nunca pensamos que la estupidez pudiese llegar tan lejos", asegura. De V¨¦rout explica que Charlie ha formado parte de su vida y que guarda en su casa la colecci¨®n completa de todos los n¨²meros, "incluso el del baile tr¨¢gico de Colombey". Se trata de la edici¨®n del 16 de noviembre de 1970 de la revista Hebdo Hara-Kiri, censurada porque ironizaban sobre la muerte del general De Gaulle. De aquella prohibici¨®n surgi¨® como respuesta Charlie Hebdo. Sin embargo, s¨®lo le falta un n¨²mero en su colecci¨®n, el ¨²ltimo, el 1177, que acababa de salir a la calle cuando los hermanos Kouachi asesinaron a los principales dibujantes de la publicaci¨®n.
"Lo venden a 350 euros en eBay, pero no voy a pagar esa cantidad. No es por lo dinero: es por principios, eso no es Charlie Hebdo", se?ala. Un vistazo a la p¨¢gina de pujas por Internet muestra que se queda corta. Ese ejemplar marcado por la tragedia, con una caricatura del escritor Michel Houellouebecq en su portada, se est¨¢ subastando por precios de salida que van desde los 800 hasta los 2.200 euros. "No nos dimos prisa en bajar al kiosko, porque nunca se agota. Y nos quedamos sin ¨¦l", prosigue. Charlie Hebdo pasaba por un momento de apuros econ¨®micos, dado que no acepta publicidad ni subvenciones, y sus ventas estaban bajando. Su tirada habitual era de 50.000 ejemplares.
Como muchos otras personas que se han acercado a depositar flores o mensajes ante la sede de Charlie, en el centro de Par¨ªs, no tiene m¨¢s que palabras de reconocimiento hacia una revista que cree que ha sido fundamental para la defensa de la libertad en Francia. "Ellos simbolizaron la resistencia frente a la gilipollez, hay que decirlo as¨ª de claro, y son irremplazables", afirma.
Trabajadora de la educaci¨®n nacional jubilada, pas¨® muchos a?os en una de las mayores instituciones acad¨¦micas de este pa¨ªs (y de Europa), el College de France, que se remonta al siglo XVI y por la que han pasado los grandes sabios franceses, desde Georges Duby hasta Raymond Aron, Jacqueline de Romilly o Jean-Pierre Vernant. "?Sabe usted que prensa se le¨ªa en el College? Le Monde, Charlie Hebdo y Le Canard Enchain¨¦, que es su revista hermana. Es una publicaci¨®n filos¨®fica, capaz de resumirlo todo en un dibujo. Siempre fueron unos defensores de la Francia laica, lucharon por el derecho a la blasfemia. Y ahora no puedo creerme que hayan sido asesinados. Porque no son irremplazables".
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