17 vidas truncadas por el odio
El terror se ha cobrado la vida de dibujantes, polic¨ªas o j¨®venes jud¨ªos
Los atentados terroristas cometidos en Par¨ªs por los hermanos Ch¨¦rif y Said Kouachi y Amedy Coulibaly entre el mi¨¦rcoles y el viernes han costado la vida a 17 personas:
?? Fr¨¦d¨¦ric Boisseau fue la primera v¨ªctima de la matanza de Charlie Hebdo y el gran olvidado.? Agente de mantenimiento de Sodexo, era su primer d¨ªa en las instalaciones del semanario. Estaba en la entrada cuando se produjo el asalto de los hermanos Kouachi. Ten¨ªa 42 y era padre de dos hijos de 12 y 10 a?os.
? St¨¦phane Charbonnier, Charb, era el director de la revista Charlie Hebdo. Ten¨ªa 47 a?os. Dibujante, fue el creador de Maurice y Patapon, el perro y el gato que intercambiaban ideas filos¨®ficas y anticapitalistas. Era un pacifista preocupado por la viabilidad de su revista que no ten¨ªa hijos, seg¨²n su compa?era, porque preve¨ªa su dram¨¢tico final. Amenazado de muerte, llevaba escolta permanente.
? Jean Cabut, Cabu, de 76 a?os, era uno de los dibujantes estrella de Charlie Hebdo, creador de personajes tan conocidos como el Grand Duduche y Beauf, el due?o de un bistr¨®. Tambi¨¦n colaboraba con Canard encha?n¨¦. Comenz¨® en Hara-Kiri, el precedente de Charlie.
? Georges Wolinski, de 80 a?os, era tambi¨¦n uno de los grandes dibujantes del semanario sat¨ªrico. Naci¨® en T¨²nez y era hu¨¦rfano desde los 12 a?os. Trabaj¨® en diversos medios franceses, como L'Humanit¨¦ o Paris Match. Tambi¨¦n empez¨® en Hara-Kiri en los a?os sesenta.
? Bernard Verlhac, Tignous, ten¨ªa 57 a?os. Era otro de los dibujantes importantes de Charlie. Trabaj¨® para varias publicaciones francesas, como Fluide glacial o Marianne.?Naci¨® en Par¨ªs y el seud¨®nimo con el que firmaba significa peque?o ti?oso en occitano.
? Honor¨¦, de 73 a?os, era tambi¨¦n dibujante de Charlie y suya era, de hecho, la vi?eta que la ma?ana de la matanza hab¨ªa publicado la revista en Twitter. En ella, el jefe del Estado Isl¨¢mico, Abubaker al Bagdadi, deseaba salud a todo el mundo por Navidad. Naci¨® en Vichy y trabaj¨® para varios medios franceses, como Lib¨¦ration y Le Monde.
? Bernard Maris, de 68 a?os, era economista y cronista de Charlie, donde le llamaban "t¨ªo Bernard". Colaboraba tambi¨¦n con France Inter. Defend¨ªa la econom¨ªa colaborativa y era muy cr¨ªtico con el capitalismo, el paro y la exclusi¨®n.
? Franck Brisolaro, de 49 a?os, era el polic¨ªa que escoltaba a Charb. Una semana de cada dos era su sombra. Cuando no trabajaba, se refugiaba en el campo, en Normand¨ªa, con su segunda mujer y su hijo de un a?o. Ten¨ªa otro hijo de 25 a?os de su primer matrimonio. Como polic¨ªa hab¨ªa trabajado en Bosnia y Afganist¨¢n. En ?frica fue herido de bala.
? Michel Renaud estaba de visita en Charlie la ma?ana de la matanza. Quer¨ªa devolverle a Cabu los dibujos que le hab¨ªa prestado para la bienal que fund¨®, el festival de Clermont-Ferrand. Periodista de formaci¨®n, hab¨ªa sido director de gabinete del exalcalde de la ciudad, Serge Godard.
? Elsa Cayat, de 54 a?os, es la ¨²nica mujer v¨ªctima mortal del ataque al semanario sat¨ªrico. Era psiquiatra y psicoanalista y ten¨ªa una secci¨®n fija en la revista. Se centraba casi siempre en los problemas de pareja. Ten¨ªa una consulta en el distrito XVI de Par¨ªs. Estaba casada y ten¨ªa una hija de 20 a?os.
? Moustapha Ourrad, de 60 a?os, era corrector de prensa. Nacido en Argelia, era un apasionado de la civilizaci¨®n bereber y de la lengua francesa. Con 20 a?os se instal¨® en Francia y en 1997 se incorpor¨® a Charlie Hebdo. Acababa de conseguir la nacionalidad francesa.
? Ahmed Merabet, de 42 a?os, es el polic¨ªa que, a la salida de la matanza de Charlie Hebdo fue rematado en el suelo por uno de los terroristas. De origen argelino, era de confesi¨®n musulmana. Trabajaba en la comisar¨ªa del distrito XI de Par¨ªs y acababa de lograr el grado de oficial de polic¨ªa judicial, por lo que estaba pendiente de cambio de destino.
? Clarissa Jean-Philippe, de 25 a?os, era una becaria de polic¨ªa municipal. Fue la agente que el terrorista Amedy Coulibaly mat¨® al d¨ªa siguiente de la matanza de Charlie Hebdo, en la ma?ana del jueves. Natural de Martinica, dej¨® all¨ª madre y hermano para formarse como polic¨ªa en la escuela de Pantin (Seine-Saint-Denis).
? Yohan Cohen, de 20 a?os, muri¨® en el asalto del supermercado Hyper Cacher en la ma?ana del viernes, por los disparos de Coulibaly. Pose¨ªa el diploma de bachillerato en el instituto tecnol¨®gico y se hab¨ªa tomado un a?o sab¨¢tico para trabajar y seguir sus estudios. Empleado en el supermercado, estaba orgulloso de tener su propio sueldo. Viv¨ªa en Sarcelles, al norte de Par¨ªs, una ciudad con una gran densidad de poblaci¨®n jud¨ªa.
? Yoav Hattab, de 21 a?os, era hijo de un rabino de T¨²nez. Lleg¨® a Francia hace dos a?os y trabajaban en una empresa de electr¨®nica de Montreuil, pr¨®xima a Hyper Cacher. Sol¨ªa pasar por el supermercado antes de volver a casa para hacer peque?as compras. Seg¨²n algunos testigos, hizo frente al terrorista que le mat¨®.
? Philippe Braham, de 45 a?os, trabajaba en una sociedad de ingenier¨ªa inform¨¢tica. Era padre de cuatro hijos y estaba pagando en la caja cuando entr¨® el terrorista Coulibaly. Originario de Lilas (Seine-Saint-Denis), ten¨ªa la costumbre de pasar por el supermercado, especialmente los viernes, para el sabbat.
? Fran?ois-Michel Saada, de 64 a?os, estaba jubilado. Viv¨ªa en Fonteney-sous-Bois e iba con mucha frecuencia a Israel, donde trabajan sus dos hijos. Ten¨ªa previsto establecerse all¨ª definitivamente cuando se jubilara su esposa, Laurence, profesora de psicomotricidad. Se acerc¨® a Hyper Cacher solo para comprar pan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.